Escriba el tema que desea buscar en este blog
miércoles, 13 de octubre de 2010
Un crecimiento más lento de la población ayudará a controlar el cambio climático
Un crecimiento más lento de la población puede ayudar a que los países reduzcan casi un 30% las emisiones de gases que contribuyen al calentamiento atmosférico, según un estudio que publica la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
Una reducción de las emisiones de gases de esa magnitud sería necesaria, según varios científicos, para evitar un aumento promedio de 2 grados Celsius en la temperatura global en 2050.
"El tamaño y las características de la población pueden influir sobre el cambio climático", señaló el estudio encabezado por Brian O'Neill, un científico en el Centro Nacional para la Investigación Atmosférica (NCAR, por su sigla en inglés).
Los cambios en la dinámica demográfica podrían "influir sustancialmente" las emisiones futuras de gases, añadió el estudio.
Sin embargo, los investigadores señalaron que, en cambio, los países industrializados podrían registrar una disminución de alrededor del 20 por ciento como resultado del envejecimiento y crecimiento mucho más lento de sus poblaciones.
"Si se hace más lento el crecimiento de la población, eso por sí solo no resolverá el problema del clima, pero puede hacer una contribución, especialmente a largo plazo", añadió O'Neill.
De acuerdo con las Naciones Unidas, el crecimiento anual promedio de la población alcanzó su máximo de poco más del 2 por ciento entre 1965 y 1970, y desde entonces ha ido bajando de manera sostenida. Ahora es del 1,1 por ciento.
Para mediados del siglo, según los cálculos de las Naciones Unidas, la tasa promedio anual de crecimiento de la población será del 0,3 por ciento.
Una reducción de las emisiones de gases de esa magnitud sería necesaria, según varios científicos, para evitar un aumento promedio de 2 grados Celsius en la temperatura global en 2050.
"El tamaño y las características de la población pueden influir sobre el cambio climático", señaló el estudio encabezado por Brian O'Neill, un científico en el Centro Nacional para la Investigación Atmosférica (NCAR, por su sigla en inglés).
Los cambios en la dinámica demográfica podrían "influir sustancialmente" las emisiones futuras de gases, añadió el estudio.
O'Neill y un equipo de investigadores estadounidenses y australianos, que usaron un modelo de 9 regiones de la economía global para determinar cómo los factores demográficos afectan el cambio climático, encontraron que la urbanización podría aumentar en un 25 % las emisiones de gases en algunos países en desarrollo.
Sin embargo, los investigadores señalaron que, en cambio, los países industrializados podrían registrar una disminución de alrededor del 20 por ciento como resultado del envejecimiento y crecimiento mucho más lento de sus poblaciones.
"Si se hace más lento el crecimiento de la población, eso por sí solo no resolverá el problema del clima, pero puede hacer una contribución, especialmente a largo plazo", añadió O'Neill.
De acuerdo con las Naciones Unidas, el crecimiento anual promedio de la población alcanzó su máximo de poco más del 2 por ciento entre 1965 y 1970, y desde entonces ha ido bajando de manera sostenida. Ahora es del 1,1 por ciento.
Para mediados del siglo, según los cálculos de las Naciones Unidas, la tasa promedio anual de crecimiento de la población será del 0,3 por ciento.
El envejecimiento de la población podría ser un freno para el cambio climático
El envejecimiento de la población podría ser un freno para el cambio climático, según un estudio del Centro Nacional de Investigación Atmosférica en Boulder (Estados Unidos) que se publica en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences'(PNAS).
Los resultados del estudio muestran que el crecimiento más lento de la población podría ayudar a las naciones a conseguir un descenso de casi el 30 por ciento en las emisiones de gas de efecto invernadero sobre el total que se estima necesario disminuir hacia 2050 para evitar un calentamiento global superior a los 2 grados centígrados.
Los investigadores sabían que el tamaño de la población y su constitución influyen en el cambio climático pero pocos estudios han analizado el impacto global de esto sobre las emisiones derivadas del crecimiento económico y el uso de energía vinculados al cambio demográfico.
Los científicos, dirigidos por Brian C. O'Neill, utilizaron un modelo de economía global de nueve regiones para determinar cómo los factores demográficos afectan al cambio climático. Los autores descubrieron que un crecimiento de la población global más lento podría dar lugar a entre un 16 y un 29 por ciento de la caída de las emisiones de gas efecto invernadero hacia el 2050 para evitar algunas de los efectos más dañinos del cambio climático.
Las poblaciones envejecidas tienden a reducir las emisiones hasta un 20 por ciento, en particular las de los países industrializados, en gran medida por la caída en la productividad vinculada a las poblaciones más mayores. En contraste, la urbanización puede conducir a un aumento superior al 25 por ciento en las emisiones esperadas, en particular en los países en desarrollo, en gran medida debido al crecimiento económico asociado al trabajo urbano.
Los autores advierten que los descubrimientos no implican que las políticas que afectan al envejecimiento y la urbanización sean favorables, pero demuestran la necesidad de posteriores análisis sobre los vínculos entre envejecimiento, urbanización y cambio climático.
Los resultados del estudio muestran que el crecimiento más lento de la población podría ayudar a las naciones a conseguir un descenso de casi el 30 por ciento en las emisiones de gas de efecto invernadero sobre el total que se estima necesario disminuir hacia 2050 para evitar un calentamiento global superior a los 2 grados centígrados.
Los investigadores sabían que el tamaño de la población y su constitución influyen en el cambio climático pero pocos estudios han analizado el impacto global de esto sobre las emisiones derivadas del crecimiento económico y el uso de energía vinculados al cambio demográfico.
Los científicos, dirigidos por Brian C. O'Neill, utilizaron un modelo de economía global de nueve regiones para determinar cómo los factores demográficos afectan al cambio climático. Los autores descubrieron que un crecimiento de la población global más lento podría dar lugar a entre un 16 y un 29 por ciento de la caída de las emisiones de gas efecto invernadero hacia el 2050 para evitar algunas de los efectos más dañinos del cambio climático.
Las poblaciones envejecidas tienden a reducir las emisiones hasta un 20 por ciento, en particular las de los países industrializados, en gran medida por la caída en la productividad vinculada a las poblaciones más mayores. En contraste, la urbanización puede conducir a un aumento superior al 25 por ciento en las emisiones esperadas, en particular en los países en desarrollo, en gran medida debido al crecimiento económico asociado al trabajo urbano.
Los autores advierten que los descubrimientos no implican que las políticas que afectan al envejecimiento y la urbanización sean favorables, pero demuestran la necesidad de posteriores análisis sobre los vínculos entre envejecimiento, urbanización y cambio climático.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Entradas (Spots) del Blog
-
►
2020
(27)
- ► septiembre (1)
-
►
2015
(269)
- ► septiembre (26)
-
►
2014
(367)
- ► septiembre (19)
-
►
2013
(650)
- ► septiembre (60)
-
►
2012
(356)
- ► septiembre (28)
-
►
2011
(280)
- ► septiembre (30)