Entendemos por Equipamiento para la Educación Ambiental (EqEA) los espacios educativos que cuentan con unas instalaciones apropiadas para el desarrollo de un proyecto educativo, en los que sus fines y objetivos son los propios de la educación ambiental; dicho proyecto es llevado a cabo por un equipo educativo estable y profesionalizado, que cuenta con una serie de recursos y materiales para la ejecución y evaluación de sus actividades, en la mayoría de los casos, creados o adaptados por el propio equipo (Cuadro N°1).
La necesidad de establecer una definición consensuada viene dada, no sólo por un uso impreciso de esta denominación sino también porque dificulta enormemente la posibilidad de aclarar conceptos como el de calidad: son numerosos los casos en los que se utiliza este epígrafe para definir otras experiencias o equipamientos que no son EqEA1 . Quizás esto se deba a lo reciente, aunque intenso, de este movimiento educativo.
Con esta aproximación al concepto de EqEA no intentamos excluir las numerosas, heterogéneas y más o menos duraderas experiencias de equipamientos que surgen y, en el mejor de los casos, se consolidan, pero si destapar aquellas iniciativas que ni son educativas ni ambientales.
Nuestra propuesta de definición está basada fundamentalmente en las aportaciones de Gutiérrez, José; Javier Benayas y Teresa Pozo (1999), Gutiérrez, José (1995) y Cid, Oscar (1992; 1998).
En este artículo se recoge brevemente la experiencia inicial de elaboración de la Carta gallega de calidad para los EqEA y como se ha retomado años más tarde, en el año 2006, con nuevas perspectivas y compromisos.
APUNTES PARA UN ANÁLISIS SOBRE LOS EQUIPAMIENTOS DE EDUCACIÓN
AMBIENTAL EN GALICIA
El análisis de la realidad de los EqEA en Galicia nos demuestra que esta definición (Equipamiento = instalaciones + proyecto educativo + equipo educativo + materiales y recursos) es más una declaración de intenciones que una realidad, configurándose claramente como un objetivo a alcanzar: la calidad como meta de un proceso.
De forma global, y sabiendo que las generalidades no siempre describen a la totalidad de los casos, se puede decir que el movimiento educativo de EqEA no está consolidado en Galicia.
Si hacemos un seguimiento a través de las actas de Seminarios y Congresos de su evolución constatamos que desde 1985 (Serantes, Araceli, 2005, pp. 28) estas iniciativas han sido tímidas, escasas, de poca repercusión y efímeras, calificativos que nos imponen la urgente necesidad de intervenir, preferiblemente de forma institucional, si realmente se considera que los EqEA son una herramienta fundamental para el desarrollo de la Educación Ambiental. Sin embargo, cuando hemos estudiado esta realidad, catalogamos 116 centros, lo que demuestra que estas iniciativas son numerosas pero absolutamente desconocidas, y que probablemente en los estudios anteriores no hubo un rastreo minucioso de las mismas, hecho que parece claro al comprobar que bastantes de ellas son anteriores a estudios realizados en los años 80 y 90 y que no aparecen recogidas en éstos.
-----------------------------------------------------------------------------------
(1) Véase como ejemplo: Peña (1997:26) incluye como EqEA los Parques Naturales, los observatorios ornitológicos, las zonas RAMSAR o las zonas ZEPAS; o la Asociación Adunal (1998: 81-84) que incluye como equipamientos recreativos los EqEA.