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lunes, 29 de noviembre de 2010

El presidente mexicano, Felipe Calderón, pone en marcha la torre eólica en Cancún

El presidente de México, Felipe Calderón, puso hoy en marcha el aerogenerador eléctrico que abastecerá de energía limpia las sedes oficiales de la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (COP16), que comienza mañana en el balneario de Cancún, en el Caribe Mexicano.
Durante su discurso, el presidente Calderón destacó que la torre eólica, considerada ya como un símbolo de la COP16, es muestra de que el país "predica con el ejemplo" en acciones para combatir el cambio climático.


"México predica con el ejemplo, no obstante que somos un país con mucha pobreza. No vamos a esperar a ver a qué hora se les ocurre a las naciones ricas y poderosas preocuparse que por el cambio climático", dijo Calderón.

El presidente Calderón sostuvo que es posible transitar hacia un nuevo régimen climático sin descuidar el desarrollo económico.

"Qué podemos hacer para evitar el calentamiento global y el cambio climático, la ruta indicada es reducir la generación de carbono pero para muchos implica frenar el desarrollo económico", explicó el mandatario mexicano.

Añadió que hay países que están en el dilema "o combato el cambio climático o combato la pobreza, pero en realidad es un falso dilema por que sí es posible al mismo tiempo combatir el cambio climático y seguir creciendo económicamente y un ejemplo de eso es la generación de energías limpias".

Actualmente, México genera 51.000 megavatios, de los cuales 500 megavatios son generados a través de energía eólica y hacia el final de la administración el objetivo es generar hasta 2.500 megavatios aprovechando la fuerza del viento.

"Tenemos 10.000 kilómetros de costas y la confluencia de dos océanos en el istmo de Tehuantepec. Hemos hecho estudios en diversas zonas del país y sabemos que México tiene un gran potencial que permitiría generar hasta 71.000 megavatios de energía eólica", aseguró el gobernante.

Por su parte, el director de la Comisión Federal de Electricidad, Alfredo Elías Ayub, indicó que la torre eólica es la primera en su tipo instalada en la Península de Yucatán y servirá para medir el potencial de la región.

El aerogenerador de Cancún es uno de los más modernos y eficientes con los que cuenta la Comisión Federal de Electricidad. Los materiales con los que fue construida garantizan que puede resistir los huracanes que afectan a la zona

Tiene capacidad para generar 1,5 megawatts, lo que significa que puede dotar de energía a 1.500 viviendas, cada una de las hélices mide 37,3 metros longitud y esta sostenida en una torre de acero de 76,9 metros hasta la turbina, alcanzando una altura total de 117.3 metros. Su vida útil es de 30 años.

Por otra parte, el presidente Calderón dio a conocer que han puesto a la venta "bonos de carbono" con la finalidad de "secuestrar" la emisión generada por la COP16.

Explicó que se trata de una iniciativa para neutralizar los efectos negativos que pudiera tener sobre el ambiente la realización de la Cumbre Ambiental ya sea por la generación de basura o los gases que se liberaron a la atmósfera por el traslado de los participantes.

Los recursos obtenidos con la venta de los "bonos de carbono" servirán para programas de reforestación, en tanto que otra de las medidas de mitigación es la transferencia de energía eólica generada en Oaxaca para abastecer a Cancún y la Riviera Maya.

Gro Harlem, la mujer que despertó la conciencia ambiental del planeta

La historia de la defensa del medio ambiente no puede escribirse sin su nombre, Gro Harlem Brundtland, la ex Primera Ministra noruega que puso el cambio climático, la biodiversidad y el desarrollo sostenible en la agenda política mundial con un revolucionario informe, "Nuestro futuro común" (1987), que sirvió de punto de partida para el desarrollo de todas las cumbres, convenciones y protocolos ambientales de los últimos 20 años.


La mujer que despertó la conciencia ambiental del planeta ha sido pionera como mujer en casi todo, y, entre otras cosas, tres veces Primera Ministra de Noruega (1981, 1986-1989, y 1990-1996) y presidenta de la Organización Mundial de la Salud (1998-2003).

En las distancias cortas la doctora Brundtland sorprende como una mujer cercana, tremendamente enérgica -con sus 71 años aparenta más energía que una de 20- y, sobre todo, convincente. Cualidades que de seguro tuvo en cuenta el secretario general de Naciones Unidas, Ban-Ki-moon, cuando en 2007 decidió descargar en ella la responsabilidad de convencer a los líderes políticos mundiales de que el calentamiento global "no admite esperas y hay que actuar ya", al nombrarla enviada especial de la ONU para el Cambio Climático.

Parece que el planeta la vuelve a necesitar para ponga las cartas verdes sobre la mesa, de ahí que Naciones Unidas también la haya vuelto a reclamar como autora del nuevo informe sobre desarrollo y sostenibilidad que será presentado en 2012 en la Cumbre Río+20. De eso y otros temas ha charlado en una entrevista con EFEverde coincidiendo con una visita a Madrid.

Pregunta: Usted dirigió y se implicó hasta tal punto en el informe de la ONU "Nuestro futuro común" que hoy todo el mundo conoce ese trabajo como el "Informe Brundtland", ¿Qué piensa de ese documento 23 años después?

Respuesta: Que estuvimos muy acertados en describir lo que iba a pasar. Las explicaciones que dimos sobre hacia donde iba la humanidad se han demostrado correctas y continúan vigentes. Pienso que hicimos bien dando la voz de alarma en temas como la pérdida de biodiversidad o el cambio climático. Advertimos de que la situación no admitía esperas, de que había que actuar rápido.

P.- ¿Considera que los líderes mundiales han hecho caso de las advertencias de ese informe?

R.- Nosotros recomendamos a los países que se reunieran en una Cumbre de la Tierra y cinco años después se celebró la Cumbre de Río (1992), donde hubo acuerdos en los tres aspectos sobre los que llamábamos la atención, cambio climático, biodiversidad y Agenda 21. Diez años después de la publicación del Informe, en 1997, se firmó el Protocolo de Kioto, así que, en ese sentido, sí se cumplieron las recomendaciones.

El problema es que hoy día sólo el 30 por ciento de las emisiones mundiales corresponden a los países que ratificaron ese protocolo y ese porcentaje irá decreciendo. Hay nuevos actores, como China, India, Brasil o Sudáfrica, que se han convertido en los grandes emisores, y si no se implican esos países no habrá solución al cambio climático. Por eso fracasó la Cumbre de Copenhague.

P.- ¿Era mayor el compromiso político hace 20 años que ahora?

R.- Puede que sí, pero quizá porque en la Cumbre Río los líderes políticos todavía no tenían muy claras las consecuencias de lo que estaban firmando. Eso no ocurre ahora que los políticos son plenamente conscientes de que firmar es comprometerse, y de que lo que firmen tendrá una repercusión directa en las políticas de sus países, y que incluso puede redundar en una sanción si no lo cumplen. Por eso es tan complicado llegar a un acuerdo.

"Cancún no será una oportunidad perdida"

P.- En su informe se acuñó por primera vez el término "desarrollo sostenible" entendiendo como tal aquel que "satisface las necesidades del presente sin comprometer las de las generaciones futuras". Pero, ¿No cree que se ha hecho un uso abusivo de este término?

R.- Sí, mucha gente lo ha hecho, sobre todo empresas, y más que del concepto "desarrollo sostenible" del término "sostenibilidad", pero no por eso deja de ser un concepto menos importante. Hoy todo el mundo sabe si algo es de verdad "sostenible" más allá del nombre. Es difícil engañar a la gente.

P.- Si hubiera sido consciente de que su informe iba a tener esa inmensa repercusión, ¿Hubiera cambiado algo?

R.- Quizá hubiera agregado que había que prestar atención para que no se hiciera un uso abusivo del término "desarrollo sostenible" (risas). Lo extraordinario de ese informe es que como conseguimos implicar en él a gente de todos los sectores y países, comunidad científica, ONG, empresarios, políticos, etcétera, logramos una fotografía perfecta de la situación del planeta que todavía hoy perdura.

P.- Usted es una de las expertas del Panel de Sostenibilidad Global de la ONU que elaborará el próximo informe de cara a la Cumbre de la Tierra Río+20, en 2012. ¿Podría avanzar algo de ese nuevo documento?

R.- Que nuestro objetivo es ver cómo ha cambiado la situación ambiental en los últimos diez años y dar los mejores consejos que podamos en base a ello. No hay más porque no hace ni un mes que tuvimos la primera reunión en Nueva York, así que tenemos quince meses de intenso trabajo, porque debemos entregarlo a finales de 2011.

P.- Como enviada especial de Naciones Unidas para el Cambio Climático, ¿Qué expectativas tiene ante la próxima Cumbre de Cancún (COP16)?

R.- Nadie espera un gran acuerdo de Cancún, pero confío en que se van a dar pasos en la dirección correcta y pienso que no va a ser una oportunidad perdida.

P.- ¿Cree que los países están por la labor de alcanzar un consenso para salvar el clima?

R.- El consenso actual no es suficiente, pero para saberlo debemos esperar para ver qué pasa en Cancún y en Johanesburgo, en 2011. Lo que está claro es que necesitamos una solución antes de 2012, que expira el Protocolo de Kioto, y espero que los líderes políticos se den cuenta de que es su responsabilidad tener esa solución.



"Hay que actuar ya"

P.- ¿Qué pasará si los países no reducen sus emisiones?

R.- Que el nivel del mar aumentará, que habrá más desertificación... En definitiva, toda una larga lista de fenómenos irá a peor si no actuamos, por eso hay que actuar ya.

P.- Usted pensaba que la elección de Obama facilitaría las negociaciones internacionales de cambio climático, ¿Ha sido así?

R.- Tuvo un impacto positivo en los meses previos a la Cumbre Copenhague, pero no fue suficiente. El hecho de que no lograra sacar adelante en el Congreso una ley de reducción de emisiones me decepcionó y creo que países como India o China lo utilizaron como excusa para no comprometerse en Copenhague.

P.- ¿Cómo vivió aquella larga y tensa reunión en Copenhague en la que, encerrados en una pequeña habitación, los líderes políticos mundiales fueron incapaces de llegar a un acuerdo sobre cambio climático?

R.- ¡Dios mío, menuda reunión! (risas). Tengo que reconocer que algunos de esos políticos hicieron un gran esfuerzo para que se alcanzara un acuerdo, y que al menos todos coincidieron en una cosa: en que la temperatura media del planeta no puede subir más de dos grados en 2050. No hubo acuerdo en cuánto tiene que reducir sus emisiones cada país para lograrlo, pero el simple hecho de que hubiera consenso

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