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martes, 14 de diciembre de 2010

Rusos captan sonrisa en el Sol

Este fenómeno, en sí, no tiene consecuencias, pero muestra una cara 'más amable' del astro rey de nuestro sistema
CAMPOS MAGNÉTICOS. Forman una sonrisa que mide unos 600 mil kilómetros, y unos ojos que tienen 200 mil kilómetros de diámetro

Investigadores del Instituto ruso de Física "Lébedev", un organismo dedicado a la investigación de la actividad solar, publicaron una fotografía de la superficie solar donde se aprecia "una sonrisa" causada por las variaciones del campo magnético, publicó en su portal el diario español La Razón.

Este fenómeno, en sí, no tiene consecuencias, pero muestra una cara "más amable" del astro rey de nuestro sistema.
"Nos ha tocado vivir al lado de un astro bastante apacible y algo despreocupado a juzgar por los ojos dilatados y la expresión de la cara", señaló el Instituto en una nota de prensa.
"Los campos magnéticos del Sol forman una sonrisa que mide unos 600 mil kilómetros, y unos ojos que tienen 200 mil kilómetros de diámetro. Las áreas negras corresponden a los campos del polo negativo, y las blancas, a los del positivo. Y como las pupilas del Sol superan cuatro veces el diámetro de la Tierra, sí que uno puede hundirse en lo profundo de estos ojos", explicó el laboratorio de astronomía de rayos X de este centro de investigación.
Por desgracia, el buen humor del Sol es sólo temporal, lo que tarda el astro en ponerse de espaldas a la Tierra. Pero el instante, al menos para los científicos, ha merecido la pena.
Las imágenes con el "rostro" del Sol fueron obtenidas por el telescopio espacial Solar Dynamics Observatory (SDO) de la NASA y recogidas por el Instituto Lébedev en su página web, una especie de balcón privilegiado para contemplar el sol, en tiempo real, como nunca lo había visto

ECONOMÍA VERDE

Ya lo dijo el presidente Felipe Calderón Hinojosa. El fenómeno del cambio climático no es sólo cosa de biólogos y ambientalistas, es sobre todo un asunto de dinero. Los países participantes en la Conferencia de las Partes sobre el Cambio Climático (COP16) acordaron la creación de un Fondo Verde para movilizar 100 mil millones de dólares para países en desarrollo hasta 2020 contra el calentamiento global.


La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) advirtió que el problema del cambio climático provocaría una pérdida equivalente al 1% del producto anual entre 2010 y 2100 en los países de la región, si no se logra un consenso global en torno al problema.

El 1% del PIB es superior al porcentaje anual promedio que los gobiernos de la región gastan en investigación y desarrollo (0.63% del PIB en 2007) y al presupuesto de la mayoría de los ministerios de medio ambiente de la zona.

El cambio tecnológico espontáneo no va a ser suficiente para reducir las concentraciones globales de gases de efecto invernadero. Se requiere una reforma profunda de los mercados nacionales y globales para que funcionen correctamente desde el punto de vista del cambio climático, es decir, que actúen en favor de una economía menos intensa en carbono, en el marco de un desarrollo sostenible con igualdad e inclusión social, comentó Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL.

A pesar de ser la segunda región del mundo que menos emite Gases de Efecto Invernadero (GEI), América Latina podría sufrir consecuencias significativas del impacto del cambio climático sobre la población, los ecosistemas y las actividades económicas. La región es altamente vulnerable a eventos climáticos extremos, al aumento de la temperatura, modificaciones en los patrones de precipitación, reducción de la criósfera (superficie de la Tierra cubierta por hielo), alza del nivel de mar, sequías, inundaciones y huracanes.

Para evitar este Apocalipsis, tenemos que acostumbrar a la economía a dejar de usar combustibles fósiles, sobre todo, el carbón.

¿Es posible realizar recortes drásticos en las emisiones de gases de efecto invernadero sin afectar la economía? Los economistas medioambientales en general coinciden en que con un programa basado en el mercado para hacer frente a la amenaza del cambio climático —uno que limite las emisiones poniéndoles un precio— se pueden obtener grandes resultados con un coste módico, aunque no despreciable.

Cualquier solución seria debe depender principalmente de la creación de un sistema que le dé a todo el mundo un motivo egoísta para generar menos emisiones. Es una lástima, pero el altruismo climático debe ponerse por detrás de la tarea de lograr que dicho sistema funcione.

Está surgiendo una nueva evidencia de movimientos generalizados por parte de las compañías con tendencia a la búsqueda y adopción de prácticas empresariales sostenibles. De acuerdo con la más reciente encuesta de Sostenibilidad Corporativa 2010 de KPMG International, el 62% de 378 empresas grandes y medianas a nivel global cuenta con un programa implantado de sostenibilidad, mientras que el 11% está en vías de desarrollar uno.

Entre las razones para la adopción de estos programas figuran la presión por parte de las agencias reguladoras y una creciente preocupación por el posible daño a la marca y reputación. Sin embargo, muchos de los encuestados reportaron un creciente apoyo para la sostenibilidad basado en motivos comerciales y operativos una vez que se comprendieron los beneficios prácticos.

Los beneficios identificados incluyeron importantes reducciones en los costos de energía, mejores relaciones con clientes y proveedores y uso de recursos más eficiente, especialmente de agua.

Algunos han encontrado que el enfocarse en la sostenibilidad ha estimulado la innovación en sus compañías, lo cual ha conducido a nuevas líneas de productos y apertura de nuevos mercados.

Para muchas compañías, no es el hecho de la reglamentación lo que representa un problema, es la incertidumbre de no saber qué reglamentación podría aparecer en el futuro.

El mensaje de las empresas para los gobiernos y los funcionarios en la COP16 es la necesidad de definir un marco normativo sólido para el desarrollo de negocios sostenibles.

Todo parece indicar que la mayoría de las empresas están dispuestas a cumplirlo, el punto clave es ofrecer claridad y certidumbre en torno a la regulación ambiental

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