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martes, 6 de diciembre de 2011

ONU pide poner en práctica acuerdo de Cancún

El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, dijo que lo que está en juego aquí es el futuro del planeta, en el inicio de la COP17 en Durban
El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) , Ban Ki-moon, pidió hoy aquí llevar a la práctica los acuerdos de la COP16 del año pasado en Cancún, para responder al reto global contra el cambio climático.
Al encabezar el inicio del segmento de Alto Nivel de la 17 Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP17) que se realiza en esta ciudad, Ban dijo que 'lo que está en juego aquí es el futuro, las posibilidades de vida de gente, las economías, y la supervivencia'.
En su mensaje ante jefes de Estado y de gobierno, unos 130 ministros y delegados de más de 190 países, expuso que el reto es hacer realidad lo aprobado el año pasado: el Fondo Verde de Financiamiento, el Mecanismo de Adaptación y el esquema de tecnología.
'Es necesario que aquí haya avances paulatinos que nos acerquen al futuro que esperamos, llevar a la práctica lo que se convino en Cancún', manifestó el secretario general tras recordar que es necesario comenzar a capitalizar al Fondo Verde.
Ban demandó 'ser realistas en cuanto a las expectativas de avance en Durban' debido a 'las razones de los tiempos actuales, económicas, políticas y de conflictos', pero a pesar de ello abordar el problema del cambio climático 'es el imperativo de estos tiempos'.
'La ciencia apunta a circunstancias insoslayables, la Organización Meteorológica Mundial dice que las emisiones están en un momento álgido, mientras el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático pide reducirlas a la mitad en 2025 para preservar la temperatura', indicó.
'La Agencia Internacional de la Energía dice que ya estamos en el punto de no retorno. Hay que salvar al mundo del abismo, y ustedes nos pueden salvar y el mundo espera que den muestra de liderazgo', expresó a los delegados de la conferencia.
Sostuvo que 'este es un mundo en que ha salido de control el clima, hay calamidades más frecuentes, cada vez más afectados por la brecha entre ricos y pobres', y ante eso la gente 'no puede aceptar una respuesta negativa en Durban; este es el momento para ser ambiciosos y demostrar que los escépticos se equivocan'.
Sobre el debate en torno a la continuidad del Protocolo de Kioto, refirió que en ausencia de compromisos vinculantes, es lo mejor que se tiene ahora para hacer frente al cambio climático, es la base para los nuevos mecanismos, y aporta un marco para los mercados y reglas.
'El tiempo apremia, el resto del mundo espera que decidamos, y se reconoce la amenaza que se cierne', añadió el diplomático, y destacó que se debe seguir el ejemplo de los países que cada vez desarrollan más proyectos bajos en emisiones de carbono, que ya suman los 400 mil millones de dólares.
Por su parte, el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, demandó evitar que los intereses nacionales se impongan sobre los del acuerdo global que se pretende, por lo que se requiere 'reconstruir rápidamente la confianza mutua y garantizar que se quieren resolver los problemas'.
'Todos entendemos que Durban va a ser decisiva para el sistema multilateral basado en reglas que se ha venido acuñando en los últimos años', aseveró.
'No creo que ustedes quieran decepcionar al planeta. Todos estamos de acuerdo en que hay que hacer algo al respecto, el problema está en decidir qué hay que hacer y debemos superar este atolladero, el mundo tiene puesta la mirada en nosotros', puntualizó.
El mandatario anfitrión señaló que los países desarrollados tienen responsabilidad en cuanto a la reducción de emisiones y en aportar apoyo financiero, así como en la adaptación al fenómeno, lo que es 'parte de la responsabilidad común pero diferenciada'.
Asimismo, subrayó que los países en desarrollo deben recibir 'un espacio ambiental para que se desarrollen y con ello eliminen la pobreza que sigue haciendo estragos en su población'.
'Todas las partes tendrán que hacer más, y limitar el incremento medio de la temperatura a menos de dos grados centígrados que pide la comunidad científica', añadió. MÁS

¿Se pasea el cambio climático por América Latina?

El fenómeno de La Niña ha sido señalado como el responsable de las continuas inundaciones que afectan a países como Colombia.
Los científicos se están esforzando en determinar la incidencia del calentamiento global producido por el ser humano en sucesos meteorológicos como las fuertes lluvias que afectaron a Centroamérica y Colombia y que dejaron docenas de muertos.
En el pasado, los especialistas en climatología eran reacios a relacionar un suceso climatológico aislado con el calentamiento global. En cambio, han preferido afirmar que tales eventos son esperables dentro de los efectos de las altas temperaturas.
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Pero ahora un grupo de científicos de todo el mundo están estableciendo una red para utilizar computadoras que puedan determinar la probabilidad de un solo suceso climático extremo como una sequía o una inundación, siendo éstos más probables como consecuencia del calentamiento global.
"La mayoría de los eventos extremos que hemos estado viendo en América Central y del Sur están directamente relacionados con La Niña", explica a BBC Mundo en Durban Peter Stott, científico británico del Met Office Hadley Centre.
"Pero en el futuro deberíamos ser capaces de demostrar si existe un elemento originado por el hombre detrás de lo que podríamos esperar de La Niña", añade.
Los destrozos de La Niña
La Niña es parte de un círculo climático al que se culpa de las inundaciones que han roto todos los récords en Colombia. El presidente Santos ha descrito las precipitaciones como "la peor tragedia natural e la historia del país".
La Niña es también sindicada como responsable de las lluvias inusualmente fuertes que afectaron en octubre a El Salvador y Guatemala, donde perdieron la vida más de cien personas.
Herman Rosa, ministro de Medioambiente de El Salvador, describió las fortísimas precipitaciones como "la nueva normalidad", dado que ha sucedido tres años seguidos. Rosa es una de los políticos latinoamericanos que piensan que el cambio climático producido por el ser humano ya está sucediendo y presiona por un nuevo acuerdo global en Durban.
"Lo que podemos decir es que la temperatura global ha incrementado la humedad de la atmósfera en un 6% ó 7%", explica Stott. "No debe sorprendernos que estemos siendo testigos de casos de lluvias más abundantes", agrega.
Inundaciones después de altas temperaturas
Hasta ahora estos estudios de sucesos individuales han estado restringidos a Europa. Por ejemplo, Stott examinó la ola de calor que afectó el viejo continente en 2003, la cual tuvo como consecuencia varios miles de muertes. Él y sus colegas concluyeron que era muy probable que el calentamiento global producido por el ser humano hubiese incrementado a más del doble las probabilidades de temperaturas tan altas como las de ese año.
"La temperatura global ha incrementado la humedad de la atmósfera en un 6% ó 7%.No debe sorprendernos que estemos siendo testigos de casos de lluvias más abundantes"
Peter Stott, científico de Met Office Hadley Centre
El profesor Myles Allen de la Universidad de Oxford llevó a cabo un estudio similar sobre las inundaciones en el Reino Unido en 2000, y encontró que el calentamiento muy probablemente incrementó el riesgo de que tuvieran lugar las inundaciones. Pero se muestra crítico hacia el exvicepresidente estadounidense Al Gore y otros que, a su entender, sobredimensionan la relación entre el cambio climático y los sucesos estudiados. "El calentamiento global podría hacer que algunos eventos sean más probables, y otros menos", explica.
Los científicos dicen que necesitan más recursos para poder determinar en qué medida el calentamiento hace variar las probabilidades de un suceso meteorológico extremo aislado.
Dicen que esto podría ser muy útil para las compañías de seguros, gobiernos locales y nacionales, en la planificación de cara a los desastres, y también para países y comunidades que denuncian a compañías que generan mucha contaminación.
¿Desastres naturales?
Es más fácil asignar probabilidades a algunos sucesos climatológicos que a otros. Varios factores, por ejemplo, afectan la frecuencia e intensidad de los huracanes que azotan Centroamérica y Estados Unidos cada año. Es difícil decidir si el huracán Katrina de 2005 que causó estragos en Nueva York fue un desastre natural 'normal' o el resultado del calentamiento.
Pero el Dr. Stott dice que debería ser más fácil atribuir el elemento humano a sucesos relacionados con la temperatura como las olas de calor. Las inundaciones y sequías aisladas son más complicadas ya que se producen mayormente en función de patrones de lluvia, que son más difíciles de predecir con precisión.
Algunos críticos sostienen que los sistemas climáticos son demasiado complejos y los modelos climáticos no son lo suficientemente sofisticados para hacer esas tareas de 'atribución'.

Las sequías, como las que han afectado a Centroamérica y México, suelen ser posteriores a las fuertes lluvias.
Tiene confianza de que en los próximos años la gente que vive en los trópicos de América Latina podrían conocer con mayor certeza las posibilidades de que acontezca un suceso climático extremo.
"El público alrededor del mundo está muy interesado en estos eventos extremos", dice. "Y es muy importante para ellos saber cuáles son los riesgos y posibilidades de los acontecimientos".
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Cambio climático mata sustento de mujeres


Nalifu Yussif sostiene cestas bolga en la COP 17, que se realiza en Durban, Sudáfrica, del 29 de noviembre al 9 de diciembre.

DURBAN, Sudáfrica, 5 dic (IPS) - Talata Nsor, originaria de la norteña comunidad ghanesa de Bolgatanga, lleva buena parte de sus 54 años de vida tejiendo las cestas típicas de la zona. Pero en los últimos tiempos se le hace muy difícil conseguir la materia prima.
La actividad fue redituable para Nsor en el pasado, pues le permitió incluso pagar la escuela de sus hijos. Sin embargo, ahora cada vez se puedan producir menos cestas bolga, famosas en África occidental y vendidas en mercados de Europa y América, porque el material usado, conocido como hierba de elefante, se extingue, debido al cambio de las condiciones climáticas.

"Hace 10 años caminaba hasta cualquier pantano cercano, en el norte de Ghana, y cortaba la hierba sin costo alguno. En cambio, ahora tengo que ir muy lejos o, incluso, llegar hasta Kumasi, a unos 400 kilómetros, para comprarla", explicó.

La hierba de elefante solo crece en pantanos, que ahora la población de la zona los utiliza para cultivar y paliar la inseguridad alimentaria ante la falta de lluvias.

"La gente prefiere convertir los pantanos en granjas hortícolas frente al fracaso de la agricultura dependiente de la lluvia", indicó Nafisatu Yussif, oficial de programa de Abantu, organización que promueve políticas con perspectiva de género en África.

"Las precipitaciones ya no son confiables y la gente necesita cultivar en zonas donde la irrigación esté asegurada", apuntó.

Nafisatu Yussif es una de las muchas representantes de comunidades rurales de todo el mundo que lograron llegar hasta esta ciudad sudafricana para alzar su voz en la 17 Conferencia de las Partes (COP) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, de dos semanas que terminará este viernes 9.

"Recibimos a diferentes mujeres de distintos ámbitos", señaló Samantha Hargreaves, de ActionAid Internacional, una de las organizadoras de la Asamblea de Mujeres Rurales, que se realiza en forma paralela a la COP 17, que comenzó el 29 de noviembre.

"Más de 500 mujeres en este foro comparten experiencias de diferentes países sobre cómo seguir adelante y mostrar las mejores prácticas. El resultado de la asamblea se presentará al Grupo Africano de Negociadores como posición común de las representantes de los países más pobres", indicó Hargreaves.

Según las participantes de la asamblea, las mujeres de países pobres afrontan dificultades similares.

"En mi país, las mujeres trabajan duro en la huerta, pero a la hora de cosechar, los hombres asumen la responsabilidad de recaudar el dinero. Me acabo de enterar de que lo mismo ocurre en África y otros países asiáticos", indicó María Estela Jocón González, quien representa a las campesinas de tres regiones de Guatemala propensas a inundaciones, fenómeno que se agravó en los últimos tiempos.

"Cuando hay inundaciones, los pozos se llenan de agua sucia. Según nuestra cultura, es responsabilidad de la mujer garantizar la suficiente cantidad de líquido para beber y otros usos domésticos", dijo a IPS.

González pide a la comunidad internacional, reunida en Durban, que asegure la implementación de sistemas para contener las crecientes inundaciones.

"Quiero escuchar que los países se comprometen a reducir las emisiones de gases contaminantes que causan el calentamiento global. Es bueno pensar en el desarrollo, pero no tiene sentido sin un ambiente sano", observó.

Mientras hay inundaciones en Guatemala, faltan lluvias en el sur de Senegal.

Faty Khody, de la comunidad rural senegalesa de Kaulak, dijo a IPS que las lluvias en esa zona disminuyeron de 900 milímetros, en 2001, a entre 300 y 400 milímetros, en la actualidad.

"Solíamos cultivar verduras que vendíamos en el mercado local. Pero ya no es posible, a menos que tengamos irrigación", indicó Khody, oficial de promociones de Interpench, una organización que reúne a más de 7.700 campesinas senegalesas.

"El patrón de lluvias cambió, las sequías son más pronunciadas y, cuando llueve, hay inundaciones, que causan sufrimiento en la población rural, en especial mujeres, niños y niñas, añadió."

Con apoyo de la organización no gubernamental Horizon 3000, Interpench lanzó un proyecto llamado "Una mujer, un árbol frutal", como forma de adaptación al cambio climático.

"Decimos un árbol porque es el primer paso. Se entrega el almácigo de forma gratuita para plantar el primero y se le da el nombre del que lo haga, como recordatorio. Pero la idea es motivar a las mujeres a participar, no solo en la plantación de un árbol, sino en que este sea frutal", explicó Khody.

"Esperamos que los debates en la COP 17 concluyan con ideas que apoyen iniciativas femeninas de adaptación al cambio climático", remarcó Hargreaves.

Pero para que esos proyectos tengan éxito, deben erigirse sobre los sistemas de conocimiento indígenas, insistió.

"El Grupo Africano de Negociadores no debe sucumbir ante la presión de los países ricos en la COP 17", remarcó.

"La mayoría de las negociaciones se realizan en salas de reuniones sin involucrar a la gente de a pie", coincidió Elizabeth Kakukuru, oficial de programa de la Unidad de Género de la Comunidad de Desarrollo de África Austral. http://www.sadc.int/

"Pero las recomendaciones elaboradas deben ser implementadas por campesinas. Llegó la hora de que las partes afectadas participen de forma directa en estas importantes negociaciones", indicó.

En lo que respecta a la transferencia de tecnología para adaptarse al cambio climático, Kakukuru observó que todos los proyectos deben ser apropiados y desarrollados en consulta con las comunidades indígenas.
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