Lima.- Las agroexportaciones peruanas sumaron US$ 202.5 millones en abril último, 2% menos que en el mismo mes del año pasado (US$ 206.3 millones), debido a la contracción en la demanda de productos con valor agregado de EE.UU. y algunos mercados de la Unión Europea y también por el cambio climático que afectó algunos cultivos, informó la Asociación de Exportadores (ADEX). El Gerente de Agro del gremio exportador, Alfredo Paredes manifestó que con ese índice se hace más evidente la desaceleración de ese sector que en enero creció 24%, en febrero 14% y en marzo 16%.
Precisó que las exportaciones agrarias tradicionales sumaron US$ 18.3 millones, 3% más que en abril del 2012. Esa tasa es la menor del primer cuatrimestre del año pues en enero crecieron 71%, en febrero 75% y en marzo 21%. El café fue el principal producto de ese subsector; en abril pasado sumaron US$ 15.8 millones con un crecimiento de 29%. Entre enero y abril ascendieron a US$161.9 millones, con una variación de 80%. “El menor crecimiento en abril se debió a la baja de los precios”, refirió Paredes.
Otras partidas agro tradicionales en abril fueron lana sin cardar, cuero y pieles en bruto, melaza de caña, las demás lanas sin cardar ni peinar y algodón, entre otros. Los principales destinos de esos productos (en abril) fueron Colombia, Bélgica y Ecuador, que presentaron tasas de crecimiento de tres dígitos. No sucedió lo mismo con EE.UU., Italia y Alemania cuyos índices fueron 0%, -49% y -63%, respectivamente.
Por su parte, los envíos del subsector Agropecuario y Agroindustrial (No tradicional) cayeron 2% en abril (US$ 184.2 millones) como consecuencia de un descenso en seis de sus 11 rubros; hortalizas, legumbres, productos del reino animal, bebidas y colorantes. En el caso de las frutas tuvo un crecimiento de 0.4%, ese índice se debe a que dos de sus principales productos, es el caso del mango y la uva, son estacionales y no están en época.
“En el caso del mango se debe considerar también que este año la floración se vio afectada por las altas temperaturas, las cuales provocaron un atraso en la producción y cosecha, dicho de otro modo, ya se sienten los efectos del cambio climático a nivel de producción agrícola además que debido a la alternancia de la producción para este año, le correspondía una época de baja producción”, puntualizó.
Las hortalizas por su parte sumaron en abril US$ 52.6 millones, 18% menos que en el mismo mes del año pasado, mientras que en el acumulado enero-abril la cifra ascendió a US$ 240.9 millones, presentando una contracción de 6%. La principal partida fue “Espárragos frescos o refrigerados” que mostró una tasa de -29% en abril. Similar panorama presentó la partida “Espárragos preparados o conservados sin congelar” que disminuyó 35% ese mismo mes.
Otros productos que experimentaron una mala racha fueron las “Demás hortalizas preparadas o conservadas sin congelar” (incluye rocoto, en salmuera, pimientos en conservas, camotes y yucas fritas en hojuelas, otros) que descendió en 14%.
En abril último la demanda de algunos países por nuestras agroexportaciones con valor agregado se redujo, es el caso de EE.UU., (-4%), Países Bajos (-19%), España (-8%), Reino Unido (-6%) y Francia (-11%).
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domingo, 10 de junio de 2012
"La biomedicina es parte destacada del cambio de modelo económico en Sevilla"
La mayor inversión protagonizada por una multinacional en el parque científico Cartuja son los 40 millones de euros que la farmacéutica norteamericana Celgene destina en tres años a su único centro de investigación fuera de Estados Unidos. El Citre se especializa sobre todo en el desarrollo de nuevos fármacos para el cáncer y para las enfermedades raras.
JUAN LUIS PAVÓN | ACTUALIZADO 10.06.2012 - 16:27
David Villalba, en uno de los laboratorios que ha montado Celgene en el antiguo Pabellón de Italia de la Expo'92.
Augusto Silva, director del Laboratorio de Tejidos y Enfermedades Humanas.
LA idea original de convertir la Expo'92 en un parque científico y tecnológico albergaba el deseo de atraer a Sevilla a multinacionales de la investigación y el desarrollo. Durante mucho tiempo, ese objetivo ha sido más declaración de intenciones que realidad. Veinte años después, hay un ejemplo a tener en cuenta. Celgene, compañía norteamericana del sector farmacéutico y de la biotecnología, con una plantilla global de 4.000 empleados, que cotiza en el índice Nasdaq de la bolsa de Nueva York, ya tiene operativo dentro del antiguo Pabellón de Italia el Citre, el único instituto de investigación que ha decidido crear fuera de Estados Unidos.
Su gestión está en manos de David Villalba, de 37 años, nacido en Madrid pero afincado en Andalucía desde los dos años de edad, ha vivido sobre todo entre Málaga, Sevilla y Córdoba. Su padre, Francisco Villalba, ha sido consejero delegado de Analistas Económicos de Andalucía. David estudió Ingeniería en la Universidad de Navarra, comenzó su carrera profesional trabajando en la factoría de Volkswagen en tierras navarras y de ahí pasó a la de Renault en Sevilla, viviendo la experiencia de implantar un proceso productivo para afrontar la creación de las nuevas cajas de cambio. Después ha estado enrolado en consultoras internacionales como KPMG y Price Waterhouse Coopers. En noviembre del 2011 fue fichado por Celgene para poner en marcha el Citre, como director gerente y de operaciones, después de toda la fase inicial protagonizada por José Miguel Fernández Ramil, directivo de Celgene que ha retornado a Madrid, y que fue el gran promotor dentro de la compañía para elegir Sevilla como sede de su centro europeo de investigación. David Villalba está casado con una psicóloga, tienen un hijo y viven junto a la ronda histórica.
-De los coches a la biomedicina, hay un cambio grande en su carrera profesional.
-Pero tienen en común que son empresas muy profesionalizadas. Cada vez hay menos diferencias entre los procesos de gestión de las multinacionales, sean españolas o extranjeras, sea cual sea su sector.
-¿El Citre está ya a pleno rendimiento en Cartuja?
-Aún no. Ya están equipados los laboratorios, se ha culminado el proceso de contratación a investigadores de diversos países. Han retornado a España algunos jóvenes con talento que estaban en Gran Bretaña, Inglaterra y otros países. Jim Carmichael es el director científico y marca la pauta en las investigaciones, yo me ocupo de gestionar los recursos, de obtener ayudas, de establecer acuerdos con instituciones sanitarias y científicas sevillanas, andaluzas y españolas.
-¿Qué inversión hace Celgene en Sevilla?
-Cuarenta millones de euros para los primeros años de este centro de investigación. Celgene es, en proporción, la empresa farmacéutica que más inversión hace en investigación y desarrollo: el 30% de sus ingresos por facturación van a ese apartado, donde está entre las quince compañías punteras que viven para la innovación, como Apple o Google.
-¿Cómo están integrados dentro de la organización internacional de esta compañía?
-El Citre es propiedad al cien por cien de la matriz, Celgene Corporation, y le reportamos directamente. Somos su departamento de investigación fuera de Estados Unidos. Con una singularidad: en Cartuja convergen tres líneas de investigación, las de nuevas terapias en cáncer, en enfermedades inflamatorias y en células madre, que en Estados Unidos se acometen desde lugares diversos. Tenemos relación con la red comercial de la empresa a través de su sede española en Madrid y sus servicios centrales en Boudri (Suiza).
-¿Por qué eligen España, y no otro país europeo, y por qué Sevilla, y no otra ciudad española?
-La legislación sobre investigación biomédica y células madre que puso en marcha Bernat Soria como ministro de Sanidad fue un factor clave. Es una de las más avanzadas del mundo, y en su redacción participó Augusto Silva, que ahora es uno de nuestros directores de área científicos. Esa ley da seguridad jurídica a la empresa para investigar en conexión con hospitales que atienden a un gran volumen de pacientes. España tiene un excelente sistema público d e salud, en el que están integradas más de 42 millones de pacientes, un volumen amplio para hacer ensayos clínicos. Andalucía es la comunidad más poblada, tiene un gran hospital como el Virgen del Rocío, en Granada el Campus de la Salud, y en Sevilla centros muy pujantes en biomedicina, como el Cabimer en Cartuja o el IBIS en el Virgen del Rocío. Es un conjunto de ventajas competitivas para establecerse en Sevilla, donde la biomedicina es parte destacada del cambio de modelo productivo y económico.
-¿Hay algún compromiso con el Gobierno andaluz para estar en Cartuja un número de años?
-Ya me han preguntado alguna vez si Celgene está aquí para hacerse una foto con los políticos, o para conseguir subvenciones y después salir corriendo. Y la respuesta es que no, estamos en Sevilla con la vocación de quedarnos sin fecha límite.
-¿Qué universidades, hospitales y centros científicos de fuera de Sevilla forman parte de la red que están creando desde Cartuja?
-En Barcelona, los hospitales Clinic y Val d'Hebron, en Madrid el Hospital Gregorio Marañón. Universidades como la de Salamanca y la Complutense de Madrid. Tenemos muy buenas relaciones con la Universidad de Cambridge, con el Instituto Gustave Roissy, de París.
-¿Cuáles son los primeros ensayos clínicos que están haciendo desde el Citre?
-Principalmente, dos ensayos clínicos en fase I, en cáncer de pulmón, cáncer de mama, linfoma de Hodking y linfoma no Hodking, que se basan en la doble inhibición de la proteina mTOR. Dicha proteína está activada en múltiples tumores y su activación es capaz de generar proliferación y de evitar la muerte programada de las células, lo que conduce a su crecimiento desordenado. La activación de la mTOR es un mecanismo biológico común en muchos procesos tumorales, por tanto, conseguimos bloquear este paso clave potencialmente y muchos pacientes se podrían beneficiar de estos tratamientos antitumorales.
-¿Qué fármacos son los emblemáticos de Celgene?
-Revlimid y Thalidomid para el mieloma múltiple, uno de los cánceres sanguíneos más habituales y en el que las células plasmáticas se reproducen sin control y se acumulan en la médula. Vidaza para la leucemia mieloide aguda, es un cáncer de la sangre y la médula ósea, el tipo más común de leucemia aguda en adultos. Y el Abraxane para el cáncer de mama (metastásico). Es un tipo de cáncer que implica la expansión de las células cancerosas del pecho por otras áreas del cuerpo. Los tratamientos se limitan principalmente a la paliación. También son objetivos principales de Celgene las enfermedades inflamatorias (psoriasis) y el uso de las células madre de origen placentario (para el mal Crohn, la esclerosis múltiple...). Por lo general nos dedicamos a crear medicamentos que se dispensan en los hospitales, no son de consumo común a través de farmacias. No es tomarse un paracetamol, que se receta a cualquier persona de modo indiscriminado. Estamos hablando, por ejemplo, de medicamentos para diversos tipos de cáncer, y su uso o no depende de las características del paciente.
-¿Qué se piensa en una empresa norteamericana del sistema andaluz de salud?
-La red sanitaria integrada es uno de los puntos a favor para haber elegido España como país europeo donde establecerse. Permitir el acceso a tantos pacientes para los ensayos clínicos es una ventaja y por eso hemos establecido acuerdos con la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía.
-¿Cuál es su grado de compromiso con las enfermedades raras?
-Intentar trasladar de la manera más rápida posible cualquier avance farmacológico, desde el laboratorio a la cama del paciente. Es un reto al ser miles de enfermedades que sólo padecen un reducido número de pacientes. En este caso es aún más fundamental tener una red de colaboradores con los que poder intercambiar información.
-¿Hay receptividad en Sevilla para entablar sinergias?
-Sí, además de las entidades que he citado, estamos en contacto con el proyecto Genoma Médico que dirige el doctor Guillermo Antiñolo en Cartuja. Y con la Fundación Progreso y Salud. Y con algunas empresas. Queremos estructurar un biobanco de tumores. Para participar en proyectos con fondos europeos es necesario tener acuerdos con un centro de investigación asociado a una universidad, con un hospital y con una pequeña empresa. Y que encajen bien entre sí.
-¿Entienden los prejuicios morales a las investigaciones con células madre?
-Nuestro camino está trazado: trabajar con tejidos y con células para ver cómo se comportan en relación a determinados medicamentos. Creemos que es el futuro por el que debe caminar la biomedicina.
-¿Para el pesimismo hay vacuna?
-Entiendo el pesimismo de la mayoría de los ciudadanos. Cada día llega una noticia económica peor que la del día anterior. Y se preguntan: ¿De esto cuánto vamos a salir? Es difícil motivar a la sociedad cuando no para de hacer esfuerzos y sacrificios, como trabajador y como contribuyente. Pero no queda otra que seguir luchando, y así lograremos salir de esta situación tan difícil.
-Empresas como Celgene prosperan porque logran prolongar la vida mediante sus fármacos. ¿Entiende que desde el Fondo Monetario Internacional se considere como un problema para la economía el incremento de la esperanza de vida?
-Es chocante. Parece que estamos volviendo a épocas en las que había que suprimir la vida de la gente para que algunos vivieran mejor. Supongo que los autores del informe quieren vivir cuantos más años mejor.
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JUAN LUIS PAVÓN | ACTUALIZADO 10.06.2012 - 16:27
David Villalba, en uno de los laboratorios que ha montado Celgene en el antiguo Pabellón de Italia de la Expo'92.
Augusto Silva, director del Laboratorio de Tejidos y Enfermedades Humanas.
LA idea original de convertir la Expo'92 en un parque científico y tecnológico albergaba el deseo de atraer a Sevilla a multinacionales de la investigación y el desarrollo. Durante mucho tiempo, ese objetivo ha sido más declaración de intenciones que realidad. Veinte años después, hay un ejemplo a tener en cuenta. Celgene, compañía norteamericana del sector farmacéutico y de la biotecnología, con una plantilla global de 4.000 empleados, que cotiza en el índice Nasdaq de la bolsa de Nueva York, ya tiene operativo dentro del antiguo Pabellón de Italia el Citre, el único instituto de investigación que ha decidido crear fuera de Estados Unidos.
Su gestión está en manos de David Villalba, de 37 años, nacido en Madrid pero afincado en Andalucía desde los dos años de edad, ha vivido sobre todo entre Málaga, Sevilla y Córdoba. Su padre, Francisco Villalba, ha sido consejero delegado de Analistas Económicos de Andalucía. David estudió Ingeniería en la Universidad de Navarra, comenzó su carrera profesional trabajando en la factoría de Volkswagen en tierras navarras y de ahí pasó a la de Renault en Sevilla, viviendo la experiencia de implantar un proceso productivo para afrontar la creación de las nuevas cajas de cambio. Después ha estado enrolado en consultoras internacionales como KPMG y Price Waterhouse Coopers. En noviembre del 2011 fue fichado por Celgene para poner en marcha el Citre, como director gerente y de operaciones, después de toda la fase inicial protagonizada por José Miguel Fernández Ramil, directivo de Celgene que ha retornado a Madrid, y que fue el gran promotor dentro de la compañía para elegir Sevilla como sede de su centro europeo de investigación. David Villalba está casado con una psicóloga, tienen un hijo y viven junto a la ronda histórica.
-De los coches a la biomedicina, hay un cambio grande en su carrera profesional.
-Pero tienen en común que son empresas muy profesionalizadas. Cada vez hay menos diferencias entre los procesos de gestión de las multinacionales, sean españolas o extranjeras, sea cual sea su sector.
-¿El Citre está ya a pleno rendimiento en Cartuja?
-Aún no. Ya están equipados los laboratorios, se ha culminado el proceso de contratación a investigadores de diversos países. Han retornado a España algunos jóvenes con talento que estaban en Gran Bretaña, Inglaterra y otros países. Jim Carmichael es el director científico y marca la pauta en las investigaciones, yo me ocupo de gestionar los recursos, de obtener ayudas, de establecer acuerdos con instituciones sanitarias y científicas sevillanas, andaluzas y españolas.
-¿Qué inversión hace Celgene en Sevilla?
-Cuarenta millones de euros para los primeros años de este centro de investigación. Celgene es, en proporción, la empresa farmacéutica que más inversión hace en investigación y desarrollo: el 30% de sus ingresos por facturación van a ese apartado, donde está entre las quince compañías punteras que viven para la innovación, como Apple o Google.
-¿Cómo están integrados dentro de la organización internacional de esta compañía?
-El Citre es propiedad al cien por cien de la matriz, Celgene Corporation, y le reportamos directamente. Somos su departamento de investigación fuera de Estados Unidos. Con una singularidad: en Cartuja convergen tres líneas de investigación, las de nuevas terapias en cáncer, en enfermedades inflamatorias y en células madre, que en Estados Unidos se acometen desde lugares diversos. Tenemos relación con la red comercial de la empresa a través de su sede española en Madrid y sus servicios centrales en Boudri (Suiza).
-¿Por qué eligen España, y no otro país europeo, y por qué Sevilla, y no otra ciudad española?
-La legislación sobre investigación biomédica y células madre que puso en marcha Bernat Soria como ministro de Sanidad fue un factor clave. Es una de las más avanzadas del mundo, y en su redacción participó Augusto Silva, que ahora es uno de nuestros directores de área científicos. Esa ley da seguridad jurídica a la empresa para investigar en conexión con hospitales que atienden a un gran volumen de pacientes. España tiene un excelente sistema público d e salud, en el que están integradas más de 42 millones de pacientes, un volumen amplio para hacer ensayos clínicos. Andalucía es la comunidad más poblada, tiene un gran hospital como el Virgen del Rocío, en Granada el Campus de la Salud, y en Sevilla centros muy pujantes en biomedicina, como el Cabimer en Cartuja o el IBIS en el Virgen del Rocío. Es un conjunto de ventajas competitivas para establecerse en Sevilla, donde la biomedicina es parte destacada del cambio de modelo productivo y económico.
-¿Hay algún compromiso con el Gobierno andaluz para estar en Cartuja un número de años?
-Ya me han preguntado alguna vez si Celgene está aquí para hacerse una foto con los políticos, o para conseguir subvenciones y después salir corriendo. Y la respuesta es que no, estamos en Sevilla con la vocación de quedarnos sin fecha límite.
-¿Qué universidades, hospitales y centros científicos de fuera de Sevilla forman parte de la red que están creando desde Cartuja?
-En Barcelona, los hospitales Clinic y Val d'Hebron, en Madrid el Hospital Gregorio Marañón. Universidades como la de Salamanca y la Complutense de Madrid. Tenemos muy buenas relaciones con la Universidad de Cambridge, con el Instituto Gustave Roissy, de París.
-¿Cuáles son los primeros ensayos clínicos que están haciendo desde el Citre?
-Principalmente, dos ensayos clínicos en fase I, en cáncer de pulmón, cáncer de mama, linfoma de Hodking y linfoma no Hodking, que se basan en la doble inhibición de la proteina mTOR. Dicha proteína está activada en múltiples tumores y su activación es capaz de generar proliferación y de evitar la muerte programada de las células, lo que conduce a su crecimiento desordenado. La activación de la mTOR es un mecanismo biológico común en muchos procesos tumorales, por tanto, conseguimos bloquear este paso clave potencialmente y muchos pacientes se podrían beneficiar de estos tratamientos antitumorales.
-¿Qué fármacos son los emblemáticos de Celgene?
-Revlimid y Thalidomid para el mieloma múltiple, uno de los cánceres sanguíneos más habituales y en el que las células plasmáticas se reproducen sin control y se acumulan en la médula. Vidaza para la leucemia mieloide aguda, es un cáncer de la sangre y la médula ósea, el tipo más común de leucemia aguda en adultos. Y el Abraxane para el cáncer de mama (metastásico). Es un tipo de cáncer que implica la expansión de las células cancerosas del pecho por otras áreas del cuerpo. Los tratamientos se limitan principalmente a la paliación. También son objetivos principales de Celgene las enfermedades inflamatorias (psoriasis) y el uso de las células madre de origen placentario (para el mal Crohn, la esclerosis múltiple...). Por lo general nos dedicamos a crear medicamentos que se dispensan en los hospitales, no son de consumo común a través de farmacias. No es tomarse un paracetamol, que se receta a cualquier persona de modo indiscriminado. Estamos hablando, por ejemplo, de medicamentos para diversos tipos de cáncer, y su uso o no depende de las características del paciente.
-¿Qué se piensa en una empresa norteamericana del sistema andaluz de salud?
-La red sanitaria integrada es uno de los puntos a favor para haber elegido España como país europeo donde establecerse. Permitir el acceso a tantos pacientes para los ensayos clínicos es una ventaja y por eso hemos establecido acuerdos con la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía.
-¿Cuál es su grado de compromiso con las enfermedades raras?
-Intentar trasladar de la manera más rápida posible cualquier avance farmacológico, desde el laboratorio a la cama del paciente. Es un reto al ser miles de enfermedades que sólo padecen un reducido número de pacientes. En este caso es aún más fundamental tener una red de colaboradores con los que poder intercambiar información.
-¿Hay receptividad en Sevilla para entablar sinergias?
-Sí, además de las entidades que he citado, estamos en contacto con el proyecto Genoma Médico que dirige el doctor Guillermo Antiñolo en Cartuja. Y con la Fundación Progreso y Salud. Y con algunas empresas. Queremos estructurar un biobanco de tumores. Para participar en proyectos con fondos europeos es necesario tener acuerdos con un centro de investigación asociado a una universidad, con un hospital y con una pequeña empresa. Y que encajen bien entre sí.
-¿Entienden los prejuicios morales a las investigaciones con células madre?
-Nuestro camino está trazado: trabajar con tejidos y con células para ver cómo se comportan en relación a determinados medicamentos. Creemos que es el futuro por el que debe caminar la biomedicina.
-¿Para el pesimismo hay vacuna?
-Entiendo el pesimismo de la mayoría de los ciudadanos. Cada día llega una noticia económica peor que la del día anterior. Y se preguntan: ¿De esto cuánto vamos a salir? Es difícil motivar a la sociedad cuando no para de hacer esfuerzos y sacrificios, como trabajador y como contribuyente. Pero no queda otra que seguir luchando, y así lograremos salir de esta situación tan difícil.
-Empresas como Celgene prosperan porque logran prolongar la vida mediante sus fármacos. ¿Entiende que desde el Fondo Monetario Internacional se considere como un problema para la economía el incremento de la esperanza de vida?
-Es chocante. Parece que estamos volviendo a épocas en las que había que suprimir la vida de la gente para que algunos vivieran mejor. Supongo que los autores del informe quieren vivir cuantos más años mejor.
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Encuentran un vergel de fitoplancton bajo el debilitado hielo ártico
MADRID, 8 Jun. (EUROPA PRESS) -
Científicos han hecho un descubrimiento biológico en las aguas del Océano Ártico, tan sorprendente como encontrar un bosque en medio de un desierto. Una expedición patrocinada por la NASA ha perforado a través de un metro de espesor del hielo marino para encontrar aguas más ricas en plantas marinas microscópicas --esenciales para toda la vida del mar-- que cualquier otra región del océano en la Tierra.
El hallazgo revela una nueva consecuencia del calentamiento del clima del Ártico y proporciona una clave importante para comprender los impactos del cambio climático y el medio ambiente en el Océano Ártico y su ecología. El descubrimiento fue hecho durante una expedición oceanográfica de la NASA en los veranos de 2010 y 2011.
La expedición llamada ICESCAPE, o Impactos del Cambio Climático sobre los Ecosistemas y Química del Medio Ambiente Ártico del Pacífico, exploró las aguas del Ártico en los mares de Beaufort y Chukchi a lo largo de las costas oeste y el norte de Alaska a bordo de un rompehielos de la Guardia Costera de los EE.UU.. Mediante el uso de tecnologías ópticas, los científicos examinaron los efectos de la variabilidad ambiental y el cambio en la biología marina, la ecología y biogeoquímica del Ártico.
"Parte de la misión de la NASA es pionera en el descubrimiento científico y esto es como la búsqueda de la selva amazónica en medio del desierto de Mojave", dijo Paula Bontempi, biología de la NASA y director del programa de biogeoquímica marina en Washington.
Las plantas microscópicas llamadas fitoplancton son la base de la cadena alimentaria marina. El fitoplancton se cree que crece en el océano Ártico sólo después de que el hielo del mar se retiraba en verano. Los científicos ahora creen que el adelgazamiento del hielo ártico está permitiendo que la luz del sol llegue a las aguas bajo el hielo del mar facilitando auténticas floraciones de fitoplancton. Los hallazgos han sido publicados en el último número de la revista Science.
"Si alguien me hubiera preguntado antes de la expedición que bajo el hielo se verían floraciones, yo les habría dicho que era imposible", dijo Kevin Arrigo de la Universidad de Stanford en Stanford, líder de la misión ICESCAPE y autor principal de la nuevo estudio. "Este descubrimiento fue una completa sorpresa".
Los investigadores observaron floraciones bajo el hielo que se extendían desde el borde del hielo marino a más de cien kilómetros en la bolsa de hielo. Datos oceánicos revelaron que estas floraciones se habían desarrollado bajo el hielo y no se habían desviado allí desde aguas abiertas, donde las concentraciones de fitoplancton pueden ser altas.
El fitoplancton bajo el hielo es sumamente activo, doblándose en número más de una vez al día. En aguas abiertas crece a un ritmo mucho más lento, duplicándose en dos o tres días. Estas tasas de crecimiento están entre el más alto jamás medido en las aguas polares. Los investigadores estiman que la producción de fitoplancton en el hielo en algunas partes del Ártico podría ser hasta 10 veces más alta que en el océano abierto cercano.
Este rápido crecimiento del fitoplancton consume grandes cantidades de dióxido de carbono. El estudio concluye que los científicos tendrán que reevaluar la cantidad de dióxido de carbono que entra en el Océano Ártico a través de su actividad biológica si las floraciones se demuestran comunes.
"En este momento no sabemos si estos florecimientos de fitoplancton ricos han estado ocurriendo en el Ártico durante mucho tiempo porque simplemente no se han observado antes", dijo Arrigo. "Estos fenómenos podrían extenderse en el futuro, sin embargo, si la cubierta de hielo marino del Ártico continúa adelgazando".
Anteriormente, los investigadores pensaron que en el Océano Ártico, el hielo del mar bloqueaba la mayoría de la luz solar necesaria para el crecimiento del fitoplancton. Pero en las últimas décadas el hielo más joven y delgada ha sustituido gran parte de los hielos más antiguos y más grueso del Ártico. Este hielo joven es casi plano y las lagunas que se forman cuando la capa de nieve se derrite en el verano se extienden mucho más que las zonas de hielo rugoso mayor.
Estos estanques de fusión grandes pero poco profundas actúan como ventanas hacia el océano, dejando que grandes cantidades de luz solar pase a través del hielo para llegar al agua profunda, dijo Donald Perovich, un geofísico del Ejército de EE.UU. y de Laboratorio de Ingeniería en Hanover, New Hampshire, que estudió las propiedades ópticas de los hielos durante la expedición ICESCAPE
.MÁS
Científicos han hecho un descubrimiento biológico en las aguas del Océano Ártico, tan sorprendente como encontrar un bosque en medio de un desierto. Una expedición patrocinada por la NASA ha perforado a través de un metro de espesor del hielo marino para encontrar aguas más ricas en plantas marinas microscópicas --esenciales para toda la vida del mar-- que cualquier otra región del océano en la Tierra.
El hallazgo revela una nueva consecuencia del calentamiento del clima del Ártico y proporciona una clave importante para comprender los impactos del cambio climático y el medio ambiente en el Océano Ártico y su ecología. El descubrimiento fue hecho durante una expedición oceanográfica de la NASA en los veranos de 2010 y 2011.
La expedición llamada ICESCAPE, o Impactos del Cambio Climático sobre los Ecosistemas y Química del Medio Ambiente Ártico del Pacífico, exploró las aguas del Ártico en los mares de Beaufort y Chukchi a lo largo de las costas oeste y el norte de Alaska a bordo de un rompehielos de la Guardia Costera de los EE.UU.. Mediante el uso de tecnologías ópticas, los científicos examinaron los efectos de la variabilidad ambiental y el cambio en la biología marina, la ecología y biogeoquímica del Ártico.
"Parte de la misión de la NASA es pionera en el descubrimiento científico y esto es como la búsqueda de la selva amazónica en medio del desierto de Mojave", dijo Paula Bontempi, biología de la NASA y director del programa de biogeoquímica marina en Washington.
Las plantas microscópicas llamadas fitoplancton son la base de la cadena alimentaria marina. El fitoplancton se cree que crece en el océano Ártico sólo después de que el hielo del mar se retiraba en verano. Los científicos ahora creen que el adelgazamiento del hielo ártico está permitiendo que la luz del sol llegue a las aguas bajo el hielo del mar facilitando auténticas floraciones de fitoplancton. Los hallazgos han sido publicados en el último número de la revista Science.
"Si alguien me hubiera preguntado antes de la expedición que bajo el hielo se verían floraciones, yo les habría dicho que era imposible", dijo Kevin Arrigo de la Universidad de Stanford en Stanford, líder de la misión ICESCAPE y autor principal de la nuevo estudio. "Este descubrimiento fue una completa sorpresa".
Los investigadores observaron floraciones bajo el hielo que se extendían desde el borde del hielo marino a más de cien kilómetros en la bolsa de hielo. Datos oceánicos revelaron que estas floraciones se habían desarrollado bajo el hielo y no se habían desviado allí desde aguas abiertas, donde las concentraciones de fitoplancton pueden ser altas.
El fitoplancton bajo el hielo es sumamente activo, doblándose en número más de una vez al día. En aguas abiertas crece a un ritmo mucho más lento, duplicándose en dos o tres días. Estas tasas de crecimiento están entre el más alto jamás medido en las aguas polares. Los investigadores estiman que la producción de fitoplancton en el hielo en algunas partes del Ártico podría ser hasta 10 veces más alta que en el océano abierto cercano.
Este rápido crecimiento del fitoplancton consume grandes cantidades de dióxido de carbono. El estudio concluye que los científicos tendrán que reevaluar la cantidad de dióxido de carbono que entra en el Océano Ártico a través de su actividad biológica si las floraciones se demuestran comunes.
"En este momento no sabemos si estos florecimientos de fitoplancton ricos han estado ocurriendo en el Ártico durante mucho tiempo porque simplemente no se han observado antes", dijo Arrigo. "Estos fenómenos podrían extenderse en el futuro, sin embargo, si la cubierta de hielo marino del Ártico continúa adelgazando".
Anteriormente, los investigadores pensaron que en el Océano Ártico, el hielo del mar bloqueaba la mayoría de la luz solar necesaria para el crecimiento del fitoplancton. Pero en las últimas décadas el hielo más joven y delgada ha sustituido gran parte de los hielos más antiguos y más grueso del Ártico. Este hielo joven es casi plano y las lagunas que se forman cuando la capa de nieve se derrite en el verano se extienden mucho más que las zonas de hielo rugoso mayor.
Estos estanques de fusión grandes pero poco profundas actúan como ventanas hacia el océano, dejando que grandes cantidades de luz solar pase a través del hielo para llegar al agua profunda, dijo Donald Perovich, un geofísico del Ejército de EE.UU. y de Laboratorio de Ingeniería en Hanover, New Hampshire, que estudió las propiedades ópticas de los hielos durante la expedición ICESCAPE
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NASA descubre un bosque bajo el hielo del Ártico
Una de las investigadoras, tomando muestras del agua con plantas en el Ártico. |NASA
Es un bosque en medio del desierto helado. Así lo describen, en un comunicado, los científicos que han descubierto, en una expedición de la NASA, que el Océano Ártico se está tiñendo de verde por la proliferación de plantas marinas microscópicas, que son esenciales para la vida en otros mares, pero que no habían sobrevivido hasta ahora en un ecosistema tan frío.
El calentamiento global está, según el trabajo que publican esta semana en 'Science' detrás de un fenómeno que hasta ahora no se había detectado en toda su amplitud.
La expedición ICESCAPE (siglas de Impactos del Clima en los Ecosistemas y la Química del Ártico) exploró las aguas de los mares de Beaufort y Chukchi, en Alaska, a bordo de un rompehielos estadounidense. "Hemos observado una masiva expansión del fitoplancton entre 800 centímetros y 1,3 metros en la capa helada del primer año en el mar Chukchi", aseguran los autores.
Comparativa del hielo en 1979 y 2011, recogida por la NASA. |NASA
Esa capa se extiende en más de 100 kilómetros, un fenómeno que no había sido observado hasta ahora. El equipo ahora lo ha descubierto, ya fue capaz de encontrar hace un tiempo una 'selva amazónica' en medio del desierto de Mojave, en California, como recuerda Paola Bontempi, del programa de Biología Oceánica de la NASA.
Los cambios en el Ártico ya habían sido detectados por imágenes de satélite de la NASA. La expedición tenía como objetivo confirmar los datos, en un lugar de difícil acceso desde tierra.
Hasta ahora se pensaba que estas plantas que tiñen de verde el agua y son la base de la cadena alimenticia marina, sólo crecían después de que el hielo del mar se retiraba, lo que ocurre en verano. El problema, dice el biólogo Sam Laney, del Woods Hole Oceanographic Institution, está en que, igual que un aguacero hace florecer el desierto, la acumulación de agua de deshielo en cortos periodos de tiempo en el Ártico tienen importantes efectos sobre el ecosistema.
Flores bajo el hielo
Según sus análisis, al adelgazarse el hielo, la luz solar llega a las aguas que hay bajo la capa helada sobre el mar, lo que permite que la planta se desarrolle. "Si alguien me hubiera preguntado si veríamos flores bajo el hielo, les habría dicho que no era posible", reconoce Kevin Arrigo, de la Universidad de Stanford y líder de la expedición. "Ha sido una completa sorpresa", ha asegurado.
El fitoplancton, además, tuvo un crecimiento extremadamente activo, llegando a doblar su cantidad en un solo día, cuando las flores, en aguas abiertas, tardan dos o tres. Es más, los investigadores estiman que estas tasas pueden llegar a multiplicar por 10 las tasas de crecimiento de las plantas en aguas abiertas.
Como el fitoplancton, a su vez, consume grandes cantidades de dióxido de carbono, los científicos tendrán que evaluar, más adelante, cuánto CO2 está entrando en el Océano Ártico si resulta que estas plantas llegan a ser comunes bajo el hielo. "En este momento no sabemos si estas floraciones acaban de empezar a producirse o si es que no las hemos observado antes", señala Arrigo, quien cree que si el hielo sigue adelgazando, al final se convertirá en un bosque sobre el mar.
Más
Es un bosque en medio del desierto helado. Así lo describen, en un comunicado, los científicos que han descubierto, en una expedición de la NASA, que el Océano Ártico se está tiñendo de verde por la proliferación de plantas marinas microscópicas, que son esenciales para la vida en otros mares, pero que no habían sobrevivido hasta ahora en un ecosistema tan frío.
El calentamiento global está, según el trabajo que publican esta semana en 'Science' detrás de un fenómeno que hasta ahora no se había detectado en toda su amplitud.
La expedición ICESCAPE (siglas de Impactos del Clima en los Ecosistemas y la Química del Ártico) exploró las aguas de los mares de Beaufort y Chukchi, en Alaska, a bordo de un rompehielos estadounidense. "Hemos observado una masiva expansión del fitoplancton entre 800 centímetros y 1,3 metros en la capa helada del primer año en el mar Chukchi", aseguran los autores.
Comparativa del hielo en 1979 y 2011, recogida por la NASA. |NASA
Esa capa se extiende en más de 100 kilómetros, un fenómeno que no había sido observado hasta ahora. El equipo ahora lo ha descubierto, ya fue capaz de encontrar hace un tiempo una 'selva amazónica' en medio del desierto de Mojave, en California, como recuerda Paola Bontempi, del programa de Biología Oceánica de la NASA.
Los cambios en el Ártico ya habían sido detectados por imágenes de satélite de la NASA. La expedición tenía como objetivo confirmar los datos, en un lugar de difícil acceso desde tierra.
Hasta ahora se pensaba que estas plantas que tiñen de verde el agua y son la base de la cadena alimenticia marina, sólo crecían después de que el hielo del mar se retiraba, lo que ocurre en verano. El problema, dice el biólogo Sam Laney, del Woods Hole Oceanographic Institution, está en que, igual que un aguacero hace florecer el desierto, la acumulación de agua de deshielo en cortos periodos de tiempo en el Ártico tienen importantes efectos sobre el ecosistema.
Flores bajo el hielo
Según sus análisis, al adelgazarse el hielo, la luz solar llega a las aguas que hay bajo la capa helada sobre el mar, lo que permite que la planta se desarrolle. "Si alguien me hubiera preguntado si veríamos flores bajo el hielo, les habría dicho que no era posible", reconoce Kevin Arrigo, de la Universidad de Stanford y líder de la expedición. "Ha sido una completa sorpresa", ha asegurado.
El fitoplancton, además, tuvo un crecimiento extremadamente activo, llegando a doblar su cantidad en un solo día, cuando las flores, en aguas abiertas, tardan dos o tres. Es más, los investigadores estiman que estas tasas pueden llegar a multiplicar por 10 las tasas de crecimiento de las plantas en aguas abiertas.
Como el fitoplancton, a su vez, consume grandes cantidades de dióxido de carbono, los científicos tendrán que evaluar, más adelante, cuánto CO2 está entrando en el Océano Ártico si resulta que estas plantas llegan a ser comunes bajo el hielo. "En este momento no sabemos si estas floraciones acaban de empezar a producirse o si es que no las hemos observado antes", señala Arrigo, quien cree que si el hielo sigue adelgazando, al final se convertirá en un bosque sobre el mar.
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La NASA descubre un bosque bajo el hielo del Ártico
Científicos patrocinados por la NASA descubren un bosque bajo el hielo Ártico.
Foto: Captura de pantalla
Científicos, patrocinados por la NASA , hicieron un descubrimiento biológico en las aguas del Océano Ártico tan dramático e inesperado como encontrar un bosque en medio de un desierto. La expedición perforó a través de casi un metro de gruesa capa de hielo para encontrar aguas muy ricas en plantas marinas microscópicas esenciales para toda la vida marina, más que en cualquier otra región de otro océano en la Tierra.
El hallazgo revela una nueva consecuencia del calentamiento del clima y proporciona una importante clave para comprender los impactos del cambio climático y el medio ambiente en el Océano Ártico y su ecología. El descubrimiento fue hecho durante una expedición oceanográfica de la NASA en los veranos de 2010 y 2011, pero fue revelado recién ayer por la revista Science .
La expedición llamada ICESCAPE, o Impactos del Cambio Climático sobre los ecosistemas y Química del Medio Ambiente Ártico del Pacífico (Impacts of Climate on EcoSystems and Chemistry of the Arctic Pacific Environment), exploró las aguas del Ártico en los mares de Beaufort y Chukchi a lo largo de las costas oeste y el norte de Alaska a bordo de un rompehielos de la Guardia Costera de los EE.UU. Usando tecnologías ópticas, los científicos examinaron los efectos de la variabilidad ambiental y el cambio en la biología marina, la ecología y la biogeoquímica del Ártico.
"Parte de la misión de la NASA es ser pionera en el descubrimiento científico, y esto es como encontrar una selva amazónica en medio del Desierto de Mojave", dijo Paula Bontempi, bióloga de la NASA y directora del programa marino de biogeoquímica en Washington. "Nos embarcamos en ICESCAPE para validar nuestros datos de satélite de observación del océano en un lugar de la Tierra al que es muy difícil llegar", dijo Bontempi. "Acabamos de hacer un descubrimiento que se espera que ayude a los investigadores y administradores de recursos a comprender mejor el Ártico".
Las plantas microscópicas, llamadas fitoplancton, son la base de la cadena alimentaria marina. El fitoplancton se cree que crece en el océano Ártico sólo después de que el hielo del mar se ha retirado para el verano. Los científicos ahora creen que el adelgazamiento del hielo ártico está permitiendo que la luz del sol llegue a las aguas bajo el hielo del mar, catalizando las flores de plantas en las que nunca había sido observado.
"Si alguien me hubiera preguntado antes de la expedición si existía bajo el hielo florecimientos de fitoplancton, yo les habría dicho que era imposible", dijo Kevin Arrigo de la Universidad de Stanford en Stanford, California, jefe de la misión ICESCAPE y autor principal del nuevo estudio. Y agregó: "Este descubrimiento fue una completa sorpresa".
El fitoplancton, además, tuvo un crecimiento extremadamente activo, llegando a doblar su cantidad en un solo día, cuando las flores, en aguas abiertas, tardan dos o tres. Es más, los investigadores estiman que estas tasas pueden llegar a multiplicar por 10 las tasas de crecimiento de las plantas en aguas abiertas. Ver videoComo el fitoplancton, a su vez, consume grandes cantidades de dióxido de carbono, los científicos tendrán que evaluar, más adelante, cuánto CO2 está entrando en el Océano Ártico si resulta que estas plantas llegan a ser comunes bajo el hielo. "En este momento no sabemos si estas floraciones acaban de empezar a producirse o si es que no las hemos observado antes", señala Arrigo, quien cree que si el hielo sigue adelgazando, al final se convertirá en un bosque sobre el mar..
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Científicos, patrocinados por la NASA , hicieron un descubrimiento biológico en las aguas del Océano Ártico tan dramático e inesperado como encontrar un bosque en medio de un desierto. La expedición perforó a través de casi un metro de gruesa capa de hielo para encontrar aguas muy ricas en plantas marinas microscópicas esenciales para toda la vida marina, más que en cualquier otra región de otro océano en la Tierra.
El hallazgo revela una nueva consecuencia del calentamiento del clima y proporciona una importante clave para comprender los impactos del cambio climático y el medio ambiente en el Océano Ártico y su ecología. El descubrimiento fue hecho durante una expedición oceanográfica de la NASA en los veranos de 2010 y 2011, pero fue revelado recién ayer por la revista Science .
La expedición llamada ICESCAPE, o Impactos del Cambio Climático sobre los ecosistemas y Química del Medio Ambiente Ártico del Pacífico (Impacts of Climate on EcoSystems and Chemistry of the Arctic Pacific Environment), exploró las aguas del Ártico en los mares de Beaufort y Chukchi a lo largo de las costas oeste y el norte de Alaska a bordo de un rompehielos de la Guardia Costera de los EE.UU. Usando tecnologías ópticas, los científicos examinaron los efectos de la variabilidad ambiental y el cambio en la biología marina, la ecología y la biogeoquímica del Ártico.
"Parte de la misión de la NASA es ser pionera en el descubrimiento científico, y esto es como encontrar una selva amazónica en medio del Desierto de Mojave", dijo Paula Bontempi, bióloga de la NASA y directora del programa marino de biogeoquímica en Washington. "Nos embarcamos en ICESCAPE para validar nuestros datos de satélite de observación del océano en un lugar de la Tierra al que es muy difícil llegar", dijo Bontempi. "Acabamos de hacer un descubrimiento que se espera que ayude a los investigadores y administradores de recursos a comprender mejor el Ártico".
Las plantas microscópicas, llamadas fitoplancton, son la base de la cadena alimentaria marina. El fitoplancton se cree que crece en el océano Ártico sólo después de que el hielo del mar se ha retirado para el verano. Los científicos ahora creen que el adelgazamiento del hielo ártico está permitiendo que la luz del sol llegue a las aguas bajo el hielo del mar, catalizando las flores de plantas en las que nunca había sido observado.
"Si alguien me hubiera preguntado antes de la expedición si existía bajo el hielo florecimientos de fitoplancton, yo les habría dicho que era imposible", dijo Kevin Arrigo de la Universidad de Stanford en Stanford, California, jefe de la misión ICESCAPE y autor principal del nuevo estudio. Y agregó: "Este descubrimiento fue una completa sorpresa".
El fitoplancton, además, tuvo un crecimiento extremadamente activo, llegando a doblar su cantidad en un solo día, cuando las flores, en aguas abiertas, tardan dos o tres. Es más, los investigadores estiman que estas tasas pueden llegar a multiplicar por 10 las tasas de crecimiento de las plantas en aguas abiertas. Ver videoComo el fitoplancton, a su vez, consume grandes cantidades de dióxido de carbono, los científicos tendrán que evaluar, más adelante, cuánto CO2 está entrando en el Océano Ártico si resulta que estas plantas llegan a ser comunes bajo el hielo. "En este momento no sabemos si estas floraciones acaban de empezar a producirse o si es que no las hemos observado antes", señala Arrigo, quien cree que si el hielo sigue adelgazando, al final se convertirá en un bosque sobre el mar..
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JAMAICA: Turismo amenazado por el cambio climático
Por Zadie Neufville
La playa de Fort Clarence, en Portland Bight, una de las más visitadas por los turistas.
KINGSTON, 8 jun (IPS) - Expertos temen que el impacto del cambio climático en los frágiles ecosistemas de Jamaica exacerbe los estragos causados por la actividad humana y destruya por completo la industria turística local.
El turismo es uno de los pocos sectores de este país caribeño que ha experimentado crecimiento a pesar de la caída de la economía.
La industria turística creció 4,2 por ciento entre 2002 y 2007. Provee cerca de 2.000 millones de dólares al año, alrededor de la mitad de las divisas que ingresan a la isla y cerca de un cuarto de todos los empleos.
El sector es consciente de los desafíos que afronta, dijo a IPS la responsable de políticas sobre cambio climático del Ministerio de Turismo, Tina Williams. La funcionaria señaló que las proyecciones indican que el nivel del mar crecerá al punto de inundar gran parte de las áreas costeras, afectando la infraestructura, los hoteles y las atracciones.
También se prevé que más intensas precipitaciones y huracanes, alternados con días más secos y calientes, añadan presión sobre los ecosistemas y la industria turística.
Pero Williams dijo que, aunque el sector no está trabajando específicamente contra el cambio climático, diversos actores implementan estrategias de reducción de desastres y programas para hacer más resistente a la industria.
"El cambio climático exacerbará todas las vulnerabilidades del sector, que sufrirá deslaves e inundaciones. Sin duda la industria sentirá el impacto, considerando que tiene muchos pequeños empresarios dependientes de la agricultura local", señaló Williams.
El turismo jamaiquino es especialmente vulnerable por su dependencia de los ecosistemas naturales, y ya ha sufrido daños irreversibles en varias áreas. Arrecifes moribundos
Informes indican que al menos 30 por ciento de la vegetación costera original de la isla se ha perdido. La mayor parte de los 1.240 kilómetros cuadrados de arrecifes de coral, con unas 111 especies, han muerto por la combinación de enfermedades y actividades humanas.
Del resto de los arrecifes, cerca de 60 por ciento están en riesgo, según indicó el World Resources Institute en 2010. La escorrentía agrícola y el vertido de aguas residuales en la costa también dañaron los arrecifes. Según datos del gobierno, los balnearios de Negril, Montego Bay y Ocho Ríos, así como varias partes de la costa sur, en el área protegida de Portland Bight, sintieron el mayor impacto.
El biólogo marino Andrew Ross indicó que la actual decoloración de los corales, la sobrepesca, el desmonte de tierras y la contaminación, particularmente con aguas servidas, son los principales factores de la pérdida de arrecifes.
"Varios sitios donde hay visitas turísticas regulares sufrirán muchos daños accidentales y causados por las anclas" de los barcos, e incluso por la recolección de objetos marinos para decoración, indicó.
Pero la situación es más preocupante en la costa de Negril. Allí, las dunas de arena hace tiempo han dejado el paso a viviendas de concreto, hoteles y plantas depuradoras de agua.
La propagada destrucción de la vegetación costera, de los bosques y de los humedales da una idea en la zona de los estragos que se espera provoque el cambio climático a nivel general.
El verdadero costo del desarrollo
La infraestructura turística de Negril fue construida a expensas de sus humedales costeros. Los bosques de manglares en la costa y las praderas de hierbas marinas fueron eliminados para permitir la creación de las blancas playas que los turistas adoran.
Sin embargo, ahora, esa reluciente arena que genera la mitad de los ingresos del país está desapareciendo a un ritmo de entre medio metro y un metro al año. Algunas zonas han perdido hasta 55 metros de playa en los últimos 40 años.
La erosión, concluyeron científicos de la Universidad de las Indias Occidentales, es directo resultado del desarrollo.
Con la remoción de los humedales, fueron destruidos organismos que habitaban los lechos marinos y que ayudaban
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La playa de Fort Clarence, en Portland Bight, una de las más visitadas por los turistas.
KINGSTON, 8 jun (IPS) - Expertos temen que el impacto del cambio climático en los frágiles ecosistemas de Jamaica exacerbe los estragos causados por la actividad humana y destruya por completo la industria turística local.
El turismo es uno de los pocos sectores de este país caribeño que ha experimentado crecimiento a pesar de la caída de la economía.
La industria turística creció 4,2 por ciento entre 2002 y 2007. Provee cerca de 2.000 millones de dólares al año, alrededor de la mitad de las divisas que ingresan a la isla y cerca de un cuarto de todos los empleos.
El sector es consciente de los desafíos que afronta, dijo a IPS la responsable de políticas sobre cambio climático del Ministerio de Turismo, Tina Williams. La funcionaria señaló que las proyecciones indican que el nivel del mar crecerá al punto de inundar gran parte de las áreas costeras, afectando la infraestructura, los hoteles y las atracciones.
También se prevé que más intensas precipitaciones y huracanes, alternados con días más secos y calientes, añadan presión sobre los ecosistemas y la industria turística.
Pero Williams dijo que, aunque el sector no está trabajando específicamente contra el cambio climático, diversos actores implementan estrategias de reducción de desastres y programas para hacer más resistente a la industria.
"El cambio climático exacerbará todas las vulnerabilidades del sector, que sufrirá deslaves e inundaciones. Sin duda la industria sentirá el impacto, considerando que tiene muchos pequeños empresarios dependientes de la agricultura local", señaló Williams.
El turismo jamaiquino es especialmente vulnerable por su dependencia de los ecosistemas naturales, y ya ha sufrido daños irreversibles en varias áreas. Arrecifes moribundos
Informes indican que al menos 30 por ciento de la vegetación costera original de la isla se ha perdido. La mayor parte de los 1.240 kilómetros cuadrados de arrecifes de coral, con unas 111 especies, han muerto por la combinación de enfermedades y actividades humanas.
Del resto de los arrecifes, cerca de 60 por ciento están en riesgo, según indicó el World Resources Institute en 2010. La escorrentía agrícola y el vertido de aguas residuales en la costa también dañaron los arrecifes. Según datos del gobierno, los balnearios de Negril, Montego Bay y Ocho Ríos, así como varias partes de la costa sur, en el área protegida de Portland Bight, sintieron el mayor impacto.
El biólogo marino Andrew Ross indicó que la actual decoloración de los corales, la sobrepesca, el desmonte de tierras y la contaminación, particularmente con aguas servidas, son los principales factores de la pérdida de arrecifes.
"Varios sitios donde hay visitas turísticas regulares sufrirán muchos daños accidentales y causados por las anclas" de los barcos, e incluso por la recolección de objetos marinos para decoración, indicó.
Pero la situación es más preocupante en la costa de Negril. Allí, las dunas de arena hace tiempo han dejado el paso a viviendas de concreto, hoteles y plantas depuradoras de agua.
La propagada destrucción de la vegetación costera, de los bosques y de los humedales da una idea en la zona de los estragos que se espera provoque el cambio climático a nivel general.
El verdadero costo del desarrollo
La infraestructura turística de Negril fue construida a expensas de sus humedales costeros. Los bosques de manglares en la costa y las praderas de hierbas marinas fueron eliminados para permitir la creación de las blancas playas que los turistas adoran.
Sin embargo, ahora, esa reluciente arena que genera la mitad de los ingresos del país está desapareciendo a un ritmo de entre medio metro y un metro al año. Algunas zonas han perdido hasta 55 metros de playa en los últimos 40 años.
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