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jueves, 17 de noviembre de 2011

África apoya la creación del Fondo Verde para el Clima

África apoyó hoy la propuesta del llamado Comité de Transición (TC), formado por representantes de 40 países, sobre la estructura y objetivos del futuro Fondo Verde para el Clima (FVC), que busca reducir el efecto del cambio climático.
"Como africanos apoyamos plenamente los informes del Comité de Transición e insistimos en la creación (del Fondo Verde para el Clima) durante la Cumbre del Cambio Climático de Durban sin disputa", dijo en un comunicado el primer ministro de Etiopía, Meles Zenawi, como representante del continente africano.
El texto fue hecho público tras una reunión de los miembros del Comité de Jefes de Estado y de Gobierno Africanos para el Cambio Climático (CAHOSCC, sus siglas en inglés), que tuvo lugar en las oficinas de la sede de la Unión Africana (UA) en Adis Abeba.
"Esperamos que el tema de la financiación no vuelva a plantearse y tenemos esperanzas en que podremos evitar este debate que crea tanta división", agregó Zenawi, que encabeza el CAHOSCC.
El Comité de Transición, encargado de diseñar el nuevo FVC, se formó tras la XVI Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (COP16), celebrada en Cancún (México) el pasado diciembre.
La COP16 acordó la creación de un fondo que administre en el futuro los recursos que los países desarrollados se comprometieron a entregar para tareas de adaptación y mitigación en naciones en desarrollo y vulnerables al cambio climático.
Los países industrializados se comprometieron a destinar 100.000 millones de dólares cada año a partir de 2020, para financiar proyectos contra el cambio climático en países en desarrollo, con una mezcla de recursos privados y públicos.
A pesar de tener un objetivo en común, en varias reuniones de los últimos meses del Comité de Transición han surgido marcadas diferencias entre los 25 países en desarrollo y los 15 desarrollados que son miembros, en relación a la estructura y funciones del FVC.
Aun así, el Comité de Transición presentó el pasado octubre una propuesta para la formación del FVC que será debatida en la Cumbre la ONU sobre Cambio Climático de Durban (COP17), que empezará el próximo 28 de noviembre en esa ciudad sudafricana.
"Puede que haya uno o dos países con pequeñas reservas, pero tenemos esperanzas de que convenceremos a esos países para aprobar la propuesta. Aún no se han negado en rotundo a hacerlo, así que no es ninguna locura que suceda lo mismo en Durban", aseveró Zenawi.
La reunión del CAHOSCC tuvo hoy como fin establecer una postura firme y unida del continente africano ante la cumbre de Durban.
Los expertos apuntan que las emisiones de gases de efecto invernadero responsables del calentamiento global por parte de África son muy bajas, pero que es probable que el continente sea el más afectado por las sequías, las inundaciones, las olas de calor y el incremento del nivel del mar si el cambio climático no disminuye.
África sostiene que los países que emiten mayor cantidad de gases de efecto invernadero deberían ser los que aporten más fondos para mitigar el cambio climático.

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América Latina, "la menos escéptica sobre el cambio climático"

Un estudio de la Universidad de Oxford sobre la cobertura del calentamiento global revela diferencias abismales entre la región y los países anglosajones. Los latinoamericanos son los más preocupados por el cambio climático.
Inundaciones en Bolivia
¿Son las dudas sobre el cambio climático un fenómeno fundamentalmente anglosajón?

Un estudio realizado por el Instituto Reuters de la Universidad de Oxford, basado en el análisis de 3.000 artículos de periódicos en seis países, encontró que el 80% de las voces escépticas en las notas evaluadas se hallaban en medios de Estados Unidos y el Reino Unido.

“Si bien los diarios brasileños cubrieron mucho el cambio climático, dieron menos espacio a voces escépticas que la prensa de todos los otros países estudiados”, dijo a BBC Mundo James Painter, autor principal del estudio titulado “Polos Aparte, la cobertura internacional del escepticismo climático”.

“En el caso de los periódicos Estado de Sao Paulo y Folha de Sao Paulo, el porcentaje de artículos con voces escépticas era de entre 1 y 3%, mientras que para el New York Times y el Wall Street Journal la cifra alcanzó entre un 13 y un 40%”.

Escepticismo en EE UU

Además de la prensa de Estados Unidos y el Reino Unido, los investigadores incluyeron publicaciones de Brasil, China, Francia e India en dos períodos: 2007, fecha de publicación de un informe crucial del Panel Intergubernamental de Cambio Climático, IPPC, y los años 2009/2010.

El mayor número de opiniones críticas en medios anglosajones podría explicarse según el estudio por diferentes factores, como la presencia de políticos escépticos, la existencia de grupos de cabildeo bien organizados que impulsan la cobertura crítica, y medios de comunicación partidarios que reflejan ese mensaje.

“Las voces escépticas tienen mucha cobertura en Estados Unidos, por ejemplo, en el canal de cable Fox News y las páginas de opinión del Wall Street Journal. El éxito de Fox News es uno de los factores detrás del aumento de popularidad del Tea Party, cuyos miembros suelen cuestionar que el calentamiento global debido a la acción humana sea una realidad”, señaló Painter.

“La mayoria de los candidatos republicanos a la nominación presidencial 2012 también son escépticos del cambio climático, en parte debido a la influencia del Tea Party”.

Preocupación en Latinoamérica

La ausencia de voces escépticas en la prensa de Brasil podría ser uno de los factores que explique por qué los brasileños dicen estar más preocupados por el cambio climático que los estadounidenses.

La inquietud parece ser compartida por otros países de América Latina. Una encuesta de Gallup en 100 países indicó este año a México, Colombia, Venezuela y Ecuador entre los países más preocupados por el calentamiento global.

Y un sondeo reciente conducido por Nielsen entre 25.000 internautas en 51 países concluyó que en América Latina la preocupación por el cambio climático fue expresada por el 90% de los consultados, mientras que el promedio a nivel global fue de 69%.

El mayor nivel de inquietud en la región puede deberse según Nielsen a que América Latina ha experimentado el impacto de fenomenos climáticos devastadores en los últimos años atribuidos localmente al cambio climático. Muchos encuestados expresaron además preocupación por patrones climáticos inusuales, como lluvias más intensas, huracanes e inundaciones en algunas zonas, y graves sequías en otras.

¿Pero hasta dónde puede decirse que la respuesta a un sondeo sea índice de una preocupación real por el cambio climático entre los latinoamericanos? Una cosa es expresar inquietud por el calentamiento global y otra muy diferente procurar información, buscar entender las implicaciones locales o ejercer presión sobre la clase política.

“No existe un vínculo simple entre la aparente inquietud en América Latina por el cambio climático y la presión sobre los gobiernos para que tomen medidas al respecto. Puede ser que los latinoamericanos expresen sus inquietudes en general con más facilidad en comparación con otras naciones”, señaló Painter.

Para el autor del estudio, uno de los motivos de la falta de escepticismo en la sociedad latinoamericana es que pocos políticos o expertos cuestionan el cambio climático.

Por el contrario, varios científicos que comparten el consenso en este tema tienen un alto perfil en los medios, como Mario Molina en México, Premio Nobel de Química que tuvo un papel central en la apertura de la cumbre de Cancún en 2010.

En Brasil, Carlos Nobre, uno de los principales expertos en ciencia climática en el país, es actualmente secretario nacional del Ministerio de Ciencia y Tecnología.

Las muchas caras del escepticismo

Uno de los principales aportes del estudio del Instituto Reuters es intentar aclarar la confusión en torno a las distintas formas que puede asumir el escepticismo sobre el cambio climático.

Aunque se suele usar indistintamente el término “escéptico”, puede referirse a cuatro grupos diferentes: -aquellos que cuestionan que el planeta se esté calentando -los que no aceptan que el calentamiento global se deba en parte a la acción humana -quienes dudan sobre la velocidad y amplitud de los impactos del cambio climático -y por último quienes no creen que sea necesario actuar en forma urgente o invertir recursos gubernamentales a gran escala para combatirlo.

La distinción es fundamental para una cobertura precisa del debate en torno al cambio climático, ya que muchas veces lo que se cuestiona no es la veracidad de la ciencia sino la urgencia o clase de medidas a tomar.

Para Chris Rapley, profesor de ciencia climática de University College en Londres, el debate sobre las acciones de respuesta al cambio climático no debe girar en torno a si el conocimiento del calentamiento global es 100% cierto, ya que la ciencia siempre maneja grados de incertidumbre. Un mejor planteo, para Rapley, es cuantificar el riesgo de no actuar.

Los autores del estudio del Instituto Reuters reconocen las limitaciones de su investigación, que sólo incluye prensa escrita y se centra en seis países.

El trabajo, que será presentado en la cumbre de cambio climático que comienza el 28 de noviembre en Durban, Sudáfrica, será ampliado en el futuro a otras naciones.

Pero el estudio muestra la diferencia abismal en la forma en que los medios reflejan posiciones críticas del calentamiento global y realiza una recomendación clave para la cobertura del cambio climático en el futuro: no puede hablarse de escepticismo sin aclarar, con exactitud, qué es lo que se está cuestionando.
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Contener el cambio climático, un deber de toda la sociedad

CANCÚN, Q.Roo.- Especialistas mexicanos y de Panamá participan en la mesa de trabajo "El Cambio Climático y el Caribe".

Los expertos coincidieron en señalar que es el propio hombre quien causa más del 80 por ciento del efecto invernadero.
En el marco del Festival de Cultura del Caribe, se llevó a cabo la mesa de trabajo "El Cambio Climático y el Caribe" que fue un llamado a la sociedad en general para una mayor conciencia, a fin de reducir de manera sustancial las emisiones de gases de efecto invernadero en todas las actividades humanas, un cambio total de actitud en los patrones de consumo y mayor respeto a los ecosistemas, como soluciones viables para enfrentar los retos del cambio climático, señala un boletín de Comunicación Social.

En la mesa de debate estuvieron presentes los especialistas mexicanos Ignacio March Mifsut, Roberto Iglesias Prieto, Susana Enríquez Martínez, de la Universidad Autónoma de México (UNAM); así como José Roch, director de Cambio Climático y Gestión Ambiental de la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente de Quintana Roo (SEMA) y el representante de Panamá, Freddy Picado Traña, del Centro del Agua del Trópico Húmedo para América Latina y el Caribe (CATHALAC).

Los especialistas reunidos en la Universidad del Caribe, coincidieron en señalar que es el propio hombre quien causa más del 80 % de los efectos de invernadero que han acelerado el proceso del cambio climático, mismo que se ha dado en toda la historia de la humanidad, pero no a ritmos tan acelerados como en el presente siglo.

March Mifsut, afirmó que se requiere un cambio totalmente de actitud y de los patrones de consumo por parte del hombre, así como la adaptación con base en los ecosistemas, además de desarrollar tecnología apropiada de adaptación al cambio climático.

Por su parte, Iglesias Prieto, jefe de Unidad del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM, en Puerto Morelos, destacó que los arrecifes de coral son base fundamental para el éxito económico de Quintana Roo: genera la blanca arena de las playas, así como el azul turquesa de las aguas en esta parte del país, lo que atrae a millones de turistas año con año. De ahí la importancia de preservar esta parte del ecosistema sumamente sensible a toda actividad humana y afectaciones climatológicas.

La doctora, Susana Enríquez Martínez, destacó que existe una simbiosis entre tres ecosistemas fundamentales para esta parte del Caribe, como son las zonas de corales, las praderas submarinas y las zonas de manglares, los cuales demandan un cuidado y programas de manejo integrales para evitar continuar con su afectación generada por el principal motor económico en el Caribe, como es el turismo.

Por su parte, Picado Traña, expuso que como efectos del cambio climático, en los últimos diez años se ha registrado un incremento en huracanes y la intensidad de los mismos en la región caribeña afectando las zonas costeras y arrecifes. Ante ello, dijo, se requiere contar con mecanismos y programas para evitar los asentamientos humanos en zonas vulnerables, así como códigos de construcción para áreas costeras.

Lo que se haga por el bien del medio ambiente entre 10 y 20 años próximos, sin escatimar el costo que ello implique, permitirá aspirar a mejores condiciones de vida ante el cambio climático y ahorrarse miles de millones de dólares a nivel global, concluyó.
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