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lunes, 7 de noviembre de 2011

Se frena el decreto eólico, ¿un cambio de rumbo en la energía renovable?

Mientras Miguel Sebastián toma posiciones coincidentes con las de George Osborne, el gobierno de Zapatero está muy lejos de emular al gobierno verde de David Cameron
Dos visiones contrapuestas de las renovables.


Mientras en el Reino Unido, dentro del Gobierno, se desatan acaloradas discusiones, en nuestro país, sin apenas discusión política, se frena una nueva propuesta de real decreto de la eólica. Afirmaba, el ministro de Clima y Energía de Reino Unido, el liberal Chris Huhne: “Quiero denunciar a los cascarrabias y criticones que disertan sobre la imposibilidad de las energías renovables; los escépticos del cambio climático e ingenieros de salón están invirtiendo ingenio en una economía a corto plazo”.

“Reino Unido representa el 2% de las emisiones globales de CO2 a la atmósfera”-señalaba el ministro de Hacienda, el conservador George Osborne- “no vamos a salvar el planeta poniendo el país en la quiebra”. Chris Huhne replicaba: “No vamos a salvar nuestra economía dando la espalda a las renovables”. Una escalada de presión verbal sobre colegas de gabinete a los que calificaba de “negadores de la economía verde, que socavan la creación de empleo, el crecimiento y la innovación tecnológica”.
El antiguo ministro y actual portavoz tory, Tim Yeo, comparaba el recorte de las renovables con cortar los presupuestos en 1939 por Spitfires; calificaba de locura reducir la inversión verde. Se mostró preocupado por la posibilidad de que el Departamento de Chris Huhne excluya de los recortes “a la nuclear y el carbón”, que representan el 40% del presupuesto.

Ante la Confederación de la Industria Británica (CBI) el ministro dijo “tenemos que asegurar que los inversores en economías verdes renovables elijan al Reino Unido para hacer negocio”. Huhne ha logrado crear el fondo de inversión verde, un plan de estímulo a las energías renovables, etc.; pero George Osborne rechaza las renovables “por su coste inaccesible”, y culpa las políticas verdes de la subida de la factura energética.

El “Estudio del impacto macroeconómico de los costes de las energías renovables en España” de la APPA nos da una visión más amplia de los costes de las energías renovables. No sólo resalta los beneficios en empleo, I+D+i, exportaciones, impuestos, sino que afirma que las energías renovables abaratan el precio de la energía. Esta reducción de costes, según Deloitte -elaboradora del estudio-, ascendió a 4.847,6 millones de euros en 2010.

Es un enfoque sumamente conservador. En ausencia de energías renovables, se observa, esta tecnología sería sustituida por otras con costes marginales más elevados. En Italia, sin energía eólica, el precio medio del pool, fijado por las centrales térmicas, está en 64,09 euros el MWh (en el mercado español están son desplazadas por renovables). Por eso en España el precio, gracias a la entrada de las renovables, es de 36,95 euros el MWh en 2010. En Francia -con más nuclear ¿no era la más barata?- está a 47,47 euros el MWh.

La nueva propuesta de Real Decreto de la eólica, ante el poco respaldo del anterior, sigue, según el sector de renovables, sin abordar los problemas de fondo. Mientras Miguel Sebastián toma posiciones coincidentes con las de George Osborne, el gobierno de Zapatero está muy lejos de emular al gobierno verde de David Cameron, cuyos miembros discrepan de la política de recortes que amenaza con destruir 25.000 puestos de trabajo en el sector renovable.

Ni de forma velada se critica la destrucción de 15.000 empleos, la cifra que el sector calcula como consecuencia del decreto. ¿Cuál es la razón que un gobierno renuncie defender uno de sus mayores éticos reconocidos a nivel internacional? Contrasta con el gobierno alemán que se siente orgulloso de los 370.000 empleos creados (dos tercios gracias a la ley de renovables), o las inversiones asociadas de 27.000 millones de euros que reactivan su economía.

Realpolitik contra el pragmatismo

Las energías renovables no forman parte del altruismo alemán. Su realpolitik le hace apto para desarrollar un buen olfato con el que identificar oportunidades de una eficaz política industrial que impulse nuevas tecnologías verdes. El pragmatismo anglosajón, siendo imaginativo y creativo, en cambio, está demasiado pegado a los costes para olfatear las ventajas que suponen las energías renovables.

En la narración habitual las energías renovables requieren una ayuda para ser competitivas. Es, sin embargo, un error pensar las ayudas en forma de “subsidios”. ¿Si fueran ayudas estatales, cómo luego decir que generan “déficit de la tarifa”? Los subsidios al carbón y la obligación de consumir éste sí tienen un efecto sobre el precio del pool y el déficit de la tarifa. Que una parte de la tarifa sirva para pagar precios regulados (la prima de las renovables y cogeneración) no supone un sobrecoste para el consumidor. ¿Dónde está el problema? Una mayor presencia de renovables supone que la industria tradicional ver que ha de repartir con estas el pastel de las rentas energéticas, que además se encoge -consecuencia de un menor consumo, por la crisis- y un menor precio al quedar fuera del mercado tecnologías menos eficientes que elevaban el precio de pool. Ahora comprendemos que las renovables sean atizadas con falaces argumentos sobre costes.

En el marco de un mercado liberalizado, el margen del Ministerio para ajustar costes es ajustar tarifas reguladas, aquellas que fija: las renovables. ¿Y si el problema no fuera de costes sino de normas y dogmas a partir de los que se reconoce determinados costes? Dos años tarde, el Gobierno ha descubierto que las subastas de la Tarifa de Último Recursos son inflacionistas. Alemania ideó un modelo que ha impulsado el desarrollo del mercado de las tecnologías renovables de una forma espectacular. ¿A qué se debe este éxito? A un modelo basado en cuatro principios: (i) prioridad de las energías renovables frente a las convencionales en la red eléctrica, (ii) tarifa razonable y predecible garantizada durante un periodo de tiempo (que es la forma de obtener recursos financieros privados para el éxito de unas políticas que no le cuesta nada al contribuyente), (iii) establecer tarifas decrecientes, paulatinas y sincronizadas, que permita una reducción de costes (la remuneración no ha de ser para el fabricante sino para el productor, permitiendo incentivo para que el sector sea el que más invierte en I+D+i -cuatro veces por encima de la media), (iv) no existan límites en la entrada de renovable en el mercado. Cuando en Alemania las energías renovables alcancen la paridad de costes con los de la red el país tendrá un clúster industrial bien posicionado, con acceso a una energía no dependiente del exterior, muy eficiente, limpia y segura, obteniendo los retornos de haber tomado posiciones de ventaja en los nuevos mercados de estas tecnologías.

No se trata de malentendidos psicológicos. Detractores como paladines de las renovables utilizan los mismos datos, pero interpretan éstos de forma contrapuesta conforme sus intereses. Unos miran costes, otros asumen los retos del siglo XXI, como reducir el déficit exterior energético, que lleva a objetivos de ahorro y eficiencia energética, y un cambio tecnológico para garantizar el suministro con fuentes renovables. Detrás de las estrategias de comunicación de energéticas tradicionales está el miedo de enfrentarse a los retos y desafíos de un cambio de paradigma forzando en los datos.

Exceso de intervencionismo gubernamental

Entre 2007 al 2010 se dictaron por “extraordinaria y urgente necesidad” 23 reales decretos (el artículo 97 de la Constitución establece que las Cortes Generales “ejercer la función ejecutiva y la potestad reglamentaria”), lo que supone un abuso de la capacidad de la “delegación administrativa” (que fija el artículo 86), que limite aprobar “disposiciones legislativas provisionales que tomarán la forma de decreto ley”). Miguel Sebastián ha cubierto de gloria al Gobierno.

La revolución del modelo de las renovables es que sólo requiere de una decisión política: establecer una tarifa decreciente (la prima) y dejar que el mercado actúe. El Gobierno, acostumbrado a no alcanzar las metas propuestas, se encontró el boom de renovable que había previsto en su plan 2005-2010. El RD 661/2007 intentaba poner coto a sus éxitos. La generación de renovables primada pasó del 5% al 20%, acaparando una parte mayor de las rentas del mercado mientras éste menguaba por la crisis. ¿Qué hacer? Establecer un registro de asignación de retribución; así evitar que la parte de la tarifa destinada a cubrir renovables generase “déficit”. Se trasladar inseguridad jurídica al mercado y los inversores, en lugar de optar, por gestionar el riesgo de déficit con tarifas decrecientes (como hace Alemania, que ajusta posibles desvíos de los objetivos).

El anuncio de la creación del registro provocó un tsunami de proyectos fotovoltaicos. España consumió hasta octubre del 2008 la mitad de las fotovoltaicas vendida en el mundo. ¿Qué provocó la burbuja fotovoltaica? Se ha de ser ciego para no ver que el RD 661 un “efecto llamada”; incluso, considerar que llego demasiado tarde para evitar este boom contemplado en la política del gobierno. Es un gobierno que no ha parado de lucha contra él mismo.

Los llamados concursos eólicos autonómicos, es otra muestra de intervención gubernamental, ideando “limbos legales” que permiten la intervención en el mercado de renovables a las autoridades autonómicas. ¿Quién renuncia a decidir quiénes son los ganadores y los perdedores del sector? Explica que líderes del sector, cuando actuaba la fuerza del mercado, quedan ahora excluidos de este por decisiones políticas.

Resulta irónico recordar argumentos que consideran que este modelo de prima es una violación de la ley de mercado; cuando está generando una fuerte competencia que explica que las inversiones en I+D estén cuatro veces por encima de la media. Lo satírico es reclamen concursos quienes considera que la magia del mercado es el que debe decidir.

El PSOE paraliza el decreto eólico de Sebastián

En nuevo real decreto eólico del Ministro de Industria pretende convencer al sector con el argumento que la Comisión Nacional de la Energía (CNE) considera la “rentabilidad suficiente”. El anterior borrador la CNE lo consideraba “razonable”. Alfredo Pérez Rubalbaca manifestaba que no habría Real Decreto “sin acuerdo”.

La respuesta de la patronal eólica es una contrapropuesta rechazada por Miguel Sebastián. Prefiere un vacío legal. En el fondo el ministerio de Industria mal interpretó de forma premeditada las energías renovables. Cuanto mayor recorrido tenga la curva de aprendizaje una tecnología más sentido tiene apoyarla; en su lugar –como hace el ministro de Industria- las pone todas en el mismo saco valorando los costes.

La CNE propuso eliminar la preferencia de la red de las renovables (con el voto de la mitad de consejeros). Energéticas con tecnologías tradicionales y renovables, optan por reducir la oferta de renovables en el mercado para que se contrate energía de tecnologías convencionales -lo que supone un sobrecoste para el consumidor, al tener que indemnizar por romper contratos al entrar al final las renovables con prioridad. La CNE justifica eliminar este privilegio a las renovables para reducir costes. ¿Tiene sentido desaprovechar una energía autóctona, gratuita, para importar una energía sucia, cara, contaminante?

Las energías renovables se enfrentan con la resistencia organizada del sector energético tradicional. Que las energéticas tradicionales cuenten con una división de renovables no evita, sino agrava, el conflicto con el desarrollo de las renovables. Alfredo Pérez Rubalcaba debe de renunciar a puentes frágiles hacia las renovables (la energía nuclear no es un puente sino un peligro inaceptable). Se echa en falta músculo político para ser capaz de tomar decisiones que cambien el rumbo de las cosas. No basta reclamar “acuerdo” con el sector eólico, o hacer hincapié especial en las nuevas tecnologías y energía verdes mientras Miguel Sebastián dinamita su discurso verde ridiculizando su programa.

El real decreto es sincero, el sector eólico deberá de “especialice en los mecanismos de asignación de precios y coberturas de mercado… los mecanismos de protección irán desapareciendo”. Se pretende que las renovables se sometan al antiguo paradigma regulador, basado en separación y liberalización, que privilegia las tecnologías tradicionales. Una mezcla de argumentos simplistas y tendenciosos; todo depende de qué componentes se incluya en el análisis y cuáles se discriminen. La propuesta de Sebastián era una tarifa de 55 euros MWh a la eólica (corregida a 60 euros); un precio por debajo del que ofrecen los mercados mayoristas. ¿De qué mercado nos hablan? No basta que Rubalcaba paralizar el decreto haciendo un giño al sector de las renovables, mientras el sector espera que sea el nuevo gobierno el que cree el nuevo marco prefiriendo un vacío legal. Protagonizando un trágico final. Los errores del gobierno no han sido económicos sino ideológicos. Tiene la última oportunidad de evitar el ridículo abandonar el viejo paradigma al que se aferra Miguel Sebastián incapaz de reconocer los retos y desafíos del siglo XXI. Otra vez vuelve a ser valido aquello de “es la economía estúpido”.
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Científicos miden por primera vez la velocidad del cambio climático

PUB Foto: NASA
Entre los cambios hallados, los científicos han cronometrado la precocidad de la primavera, cuya ´señal térmica´ se adelanta entre uno y dos días cada diez años.
Un grupo de científicos internacionales, entre los que se encuentran investigadores españoles, ha medido en 37 kilómetros por década en el hemisferio norte y 17 en el sur el desplazamiento medio con el que el cambio climático traslada a latitudes más altas los regímenes térmicos.

El análisis, que cuantifica de forma global la velocidad del cambio climático y establece el avance de los regímenes térmicos en una velocidad media de 27 km/década, ha sido publicado en la revista "Science".

El investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España Carlos Duarte, uno de los integrantes del estudio, explicó a Efe que el análisis fija a su vez la velocidad de "las variaciones en la distribución de especies" debidas al cambio climático.

Duarte señaló que "conocer la velocidad del cambio climático y no la tasa de aumento de la temperatura es lo relevante para predecir los cambios en la biodiversidad", lo que constituye, en opinión del experto, la conclusión más relevante del estudio.

Entre los cambios hallados, los científicos han cronometrado la precocidad de la primavera, cuya "señal térmica" se adelanta entre uno y dos días cada diez años.

Al igual que en el hemisferio Norte el cambio climático desplaza los regímenes climáticos y sus especies hacia latitudes más septentrionales, en el hemisferio meridional ocurre el mismo fenómeno, alejándolos del Ecuador hacia el Polo Sur, pero a una velocidad menor, de 17 kilómetros por década.

Tras el desplazamiento de los regímenes climáticos ya existentes hacia el norte y sur, Duarte apunta que están apareciendo otros nuevos, más calurosos, en el paralelo 0, donde no se sabe si "los organismos pueden tolerarlos".

Según se ha analizado en el periodo de estudio, de 50 años, los ecosistemas terrestres se han calentado el triple que los marinos, obligando a las especies a alterar su ciclo reproductivo o a desplazarse para sobrevivir.

"Cuando la velocidad del cambio climático supera la velocidad de dispersión de los organismos, o cuando existen barreras que impidan esa dispersión, las especies sólo pueden adaptarse o extinguirse", explica Duarte en un comunicado.

El articulo equipara la gravedad del impacto del calentamiento global sobre la biodiversidad marina y terrestre en latitudes similares.

La falta de continuidad de los océanos impide que las especies puedan migrar hacia el norte, como es el caso del mar Mediterráneo, cerrado por la placa euroasiática, explica la investigadora del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados, Johanna Holding, indica el CSIC en una nota.

En el caso del Ártico, "las especies no tienen sitios más fríos a los que migrar", apunta la coautora del estudio.

En el océano, las conclusiones del análisis subrayan que las zonas de mayor biodiversidad son también las más afectadas.

Cuando las especies del Ártico se topan con que no existen lugares más fríos a los que trasladarse, en el Ecuador, el velocímetro del cambio climático se acelera hasta superar los 200 kilómetros por década.
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Fuerteventura impulsa el Observatorio de la Sostenibilidad y el Cambio Global de la Reserva de la Biosfera

PUERTO DEL ROSARIO (FUERTEVENTURA), 7 Nov.
La Reserva de la Biosfera de Fuerteventura ha impulsado el Observatorio de la Sostenibilidad y el Cambio Global, que ha presentado en una conferencia realizada por el vicepresidente del Consejo Científico de la Reserva, Cipriano Marín.
Asimismo, se presentó el sistema de indicadores de sostenibilidad y la base de datos del Observatorio, según informó el Cabildo de Fuerteventura en nota de prensa.
En cuanto al Observatorio surge para estimular el cambio social "hacia la sostenibilidad y mejorar" la gestión de recursos y la conservación del medio natural, siguiendo las recomendaciones del Programa MaB en el Plan de Acción de Madrid.
Además, abarca dos ámbitos generales de actuación, tales como son la isla de Fuerteventura, apoyando su estrategia de sostenibilidad, y el trabajo en red con otros territorios sobre retos emergentes como la estrategia turística, el cambio climático, el binomio agua-energía, así como la desertización y la conservación del medio marino.
Respecto al objetivo, el Observatorio de la Sostenibilidad y el Cambio Global (OSGC) tiene como objetivo aportar información a la sociedad insular para contribuir a la "mejora en los procesos de toma de decisiones, participación pública y contribución efectiva" de la comunidad científica en relación a los retos emergentes en torno al desarrollo sostenible, la conservación de la biodiversidad y el patrimonio cultural.
El OSGC es el instrumento científico y técnico de evaluación y seguimiento del desarrollo sostenible y los efectos del cambio global en la Reserva de la Biosfera de Fuerteventura. Entre las funciones "más destacadas" están garantizar un seguimiento integrado de los parámetros de sostenibilidad y cambio global; prestar apoyo a los procesos de toma de decisiones públicas y privadas; o fortalecer la participación pública en la estrategia de desarrollo sostenible, a través del conocimiento y difusión de sus indicadores.
Finalmente, el Observatorio aspira a convertirse en miembro de la red de Observatorios de la Sostenibilidad de España y uno de los puntos focales de la red de observatorios del cambio global de la Unesco.
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