En la actualidad, el calentamiento global y el cambio climático son temas recurrentes en los medios de comunicación.
Se ha convertido en un campo en el que todo el mundo, sea o no experto, tiene su propia opinión y lo aborda entre sus conversaciones habituales.
Cuando hace mucho calor o cuando llegan noticias de catástrofes naturales se tiende a atribuir la causa, directamente, al cambio climático, sin que exista una justificación científica.
En opinión del físico y divulgador Manuel Toharia, quien ha abierto en Zamora (España) un ciclo de conferencias en torno a temas científicos de actualidad, éste uno de los muchos mitos que existen en estos momentos en torno al fenómeno del cambio climático.
“El cambio climático es a la vez mito y realidad, mito porque prácticamente todo lo que pasa de bueno, malo o regular en la atmósfera parece que tiene que ver con el cambio climático, y tampoco es eso.
La realidad es que inevitablemente los países ricos nos hemos hecho ricos a base de consumir una enorme cantidad de combustibles fósiles. El 80 por ciento de la energía que utilizamos en los últimos siglos procede del carbón y del petróleo, combustibles fósiles que al quemarlos emiten mucha contaminación y es muy preocupante porque hace daño a los seres vivos. También emiten dos gases que son gases de la vida, el dióxido de carbono y el vapor de agua, que contribuyen al efecto invernadero”, resume Toharia en declaraciones a DiCYT.
El efecto invernadero es responsable de que la Tierra sea habitable.
Sin él, sería un planeta congelado a 18 grados bajo cero.
No obstante, si emitimos mucho CO2 y mucho vapor de agua, junto con la contaminación derivada de los combustibles fósiles, el efecto invernadero se puede intensificar y, por tanto, incrementar las temperaturas globales promedio.
“Esto es lo que dice la teoría y lo que de alguna manera justifica la preocupación de mucha gente en torno al cambio climático”, asegura el divulgador, quien explica que en los últimos mil años las temperaturas han tenido alternativas “muy curiosas”.
“Solo tenemos buenos datos desde hace 30 o 40 años, desde que tenemos satélites, pero en promedio parece ser que la Tierra pasó por un periodo de calentamiento muy fuerte en la Edad Media, concretamente en el siglo XI. Después, hubo un periodo de enfriamiento hasta el siglo XVII y desde entonces hasta ahora las temperaturas han vuelto a subir. Se trata de cambios naturales en los que el hombre no ha tenido parte”, recuerda.
Ya en el siglo pasado, las temperaturas fueron descendiendo hasta el año 70, y a partir de esa fecha, y hasta finales de los noventa, ascendieron muy rápido.
“Desde entonces se mantienen altas pero han dejado de subir”, agrega.
Según Toharia, esa subida de los años setenta hasta finales de los noventa fue atribuida a los gases de efecto invernadero, cuyas emisiones se habían incrementado mucho a causa de las actividades industriales.
“Desde entonces existe la preocupación del cambio climático”, concluye. Manuel Toharia.
Uno de los mayores mitos que existe en torno al fenómeno, es la creencia de que ahora se producen más catástrofes naturales.
A juicio de Manuel Toharia, director científico de la Ciudad de las Artes y las Ciencias y del Museo de las Ciencias Príncipe Felipe de Valencia, todo esto es “falso”.
En cuanto a potencia física, que es lo que en Ciencia importa, en ningún momento se han incrementado las catástrofes naturales. Es más, los ciclones tropicales han disminuido levemente y las catástrofes naturales en conjunto, son más o menos las mismas que hace un siglo”, subraya.
Otro mito, en su opinión, es el relacionado con que el calentamiento afecta a todas las partes del mundo.
“El cambio climático y el calentamiento global significan promedio. Las temperaturas han subido en algunos sitios y han disminuido en otros. De hecho, el 2012 ha sido el año más caluroso, hasta donde se sabe, en Estados Unidos, pero para Alaska ha sido el año más frío de toda su historia. Si eso ocurre en el mismo continente y en el mismo año, no se puede pensar que el calentamiento global afecta a todos por igual”, añade.
Del mismo modo, “se dice que el nivel del mar Mediterráneo está subiendo, pero la realidad es que está bajando. Precisamente es Baleares el sitio del Mediterráneo donde más ha descendido el nivel del mar en los últimos 20 años, porque en verano el mar está muy caliente y se evapora mucha agua, y los ríos que desembocan en él no la compensan”, detalla.
Sin embargo, Manuel Toharia apoya las soluciones que aportan los informes sobre cambio climático. De este modo, “tanto si el cambio climático es catastrófico como si no lo es habría que hacer lo mismo, ser más eficientes y conseguir lo mismo gastando menos”.
Lo segundo, asegura, es “ahorrar”. “Somos una civilización basada en el desperdicio, dejamos luces encendidas, grifos corriendo… un desastre”.
La tercera, ir reduciendo el uso de carbón y petróleo, muy contaminantes, en beneficio de las energías renovables. “Estas son las conclusiones que preconizan los informes más alarmistas y yo, que no soy nada alarmista en este asunto, haría exactamente lo mismo”, apostilla.
(Fuente: Cristina G. Pedraz/DICYT)
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