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jueves, 26 de enero de 2012

Sequía afectará a 2.5 millones de mexicanos: UNAM

Una mujer en la comunidad mixteca de Cochoapa, Guerrero. 
Foto: Miguel Dimayuga

La sequía que afecta a gran parte del país provocará que alrededor de 2.5 millones de mexicanos corran el riesgo de padecer hambruna si no se toman medidas para contrarrestar la pérdida de productos agrícolas y ganaderos, advirtió un experto de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Emilio Romero Polanco, del Instituto de Investigaciones Económicas (IIE), indicó que el cambio climático es en este momento el factor decisivo en el déficit de la producción nacional de granos básicos, por lo que consideró urgente monitorear la gravedad del problema y atenderlo en el corto plazo para evitar la falta de alimentos.
En un comunicado, el experto señaló que 50% de los municipios están afectados por la sequía, y se calcula que 1.4 millones de hectáreas padecieron los daños provocados por las condiciones climáticas adversas.
Tan solo el año pasado, recordó, se perdieron 3.2 millones de toneladas de maíz, 600 mil de frijol y 60 mil cabezas de ganado debido a la escasez de agua, por lo que advirtió que “de no aplicar medidas para contrarrestar la pérdida de productos agrícolas y de ganadería, esta población corre el riesgo de padecer hambruna”.
El experto criticó que a pesar de la situación que enfrenta el país, el Estado haya tardado tanto en atender la contingencia, no obstante que cuenta con 147 mil millones de dólares en reservas internacionales.
Apenas hace dos días, el presidente Felipe Calderón ordenó liberar 33 mil 827 millones de pesos, alrededor de dos mil 500 millones de dólares, para atender la sequía que afecta a gran parte del país, sobre todo en la región norte y centro. Incluso calificó como histórico el monto de recursos destinado para este fin.
Dichos recursos serán destinados principalmente a la rehabilitación y reforzamiento de infraestructura para el suministro de agua para consumo humano, así como para garantizar el abasto de alimentos a las poblaciones afectadas.
Romero Polanco, integrante de la Unidad de Investigación de Economía Mundial del IIE, destacó que es necesario replantear la importancia estratégica del agro y de la autosuficiencia alimentaria.
En 2011, explicó, México registró ventas por más de 10 mil millones de dólares por la exportación de productos agrícolas, “sin embargo esto no detuvo el incremento de la importación de alimentos, rubro al que se destinaron 21 mil millones de dólares en el mismo año”, dijo.
Ante esa situación, el especialista en desarrollo rural consideró fundamental consolidar la producción de autoconsumo, y aclaró que si bien no abastecería a las zonas urbanas e industriales, sí facilitaría el acceso a maíz, frijol y pequeña ganadería de traspatio, “recursos indispensables” para afrontar la desnutrición entre la población marginal.
El experto afirmó que al no impulsar la producción local de alimentos, México recurre a los mercados internacionales y termina comprando a precios altos dada la coyuntura mundial, marcada por la escalada de precios en granos básicos y cereales.
Esa tendencia, dijo, continuará este año, pues de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y el Desarrollo (FAO, por sus siglas en inglés), el costo de maíz se incrementará 45% y el del trigo 35%.
En ese sentido, Romero Polanco sostuvo que es necesario rediseñar las políticas de ciencia y tecnología, así como reubicar las regiones de producción tradicionales, trasladarlas del centro y noreste al sur del territorio nacional.
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Cambio... Climático ¿Nos sirve la ciencia actual?

Hace unos días estuvimos debatiendo, un grupo de físicos del clima, por un lado, y miembros de una empresa, por otro, sobre el problema del cambio de estaciones, derivado, sin lugar a dudas, del aumento de la temperatura media global del planeta producido por el aumento de la concentración de CO2 en la atmósfera. Este aumento de temperaturas, asimétrico, mayor en el Polo Norte que en los trópicos, ha causado ya un cambio del clima de la Tierra, un cambio que se acentuará a lo largo del siglo XXI.
¿Cómo entiende la ciencia este problema? 
Por un lado utiliza las leyes básicas de la termodinámica, perfectamente conocidas. Por otro lado, utiliza las leyes del movimiento de los fluidos que, desde hace 150 años, carecen de solución general.
Como herramienta, utiliza modelos numéricos que generan campos de cifras en los ordenadores, lo que se denominan modelos (similares, pero infinitamente más complejos y detallados que los modelos económicos que nos han traído a esta crisis económica). Los ordenadores son herramientas magníficas pero, cómo cualquier herramienta, solo hacen aquello para lo que están programados.
Hemos llegado, o estamos llegando, al límite de lo que los modelos numéricos del clima pueden realizar, porque con ordenadores cada vez mayores, más rápidos y más potentes, lo que podemos modelar es el mismo caos matemático que es el sistema climático.
Si no conseguimos entender mejor como funciona realmente el conjunto de aire/agua/hielo en el planeta, nuestro conocimiento del clima avanzará muy poco sobre lo que conocemos hoy.
La realidad del clima es que éste funciona como una esfera de gelatina que oscila con una considerable variedad de frecuencias fuera de fase. Es un problema equivalente al de entender la música de diez mil pianos que tocan cada uno una melodía distinta y que además no están afinados por igual. Se puede hacer, pero es preciso dejar los grandes sistemas de cálculo (las pirámides modernas) y ponerse, humildemente, a pensar.
Me escribía un joven físico que estos días ha cobrado cierta fama, que hoy la ciencia se ''tiene que hacer en equipo y con grandes máquinas''. Es posible que sí. Pero consideremos, en buena forma de enseñar, un ejemplo.
Se ha diseñado (como reliquia de una etapa de superabundancia de energía barata, es decir, de su icono, el dinero) una máquina gigantesca, el LHC en Ginebra. ¿Cual es su objetivo? Uno muy concreto y simple:

Encontrar una partícula denominada bosón de Higgs que completaría el modelo estándar de como están formados los protones y, supuestamente, el 'origen' de la masa, es decir, de la resistencia a la aceleración de todos los entes del universo que no son campos. Se supone que la aparición y desaparición de este Higgs nos explicará la existencia de esa resistencia a la aceleración de la masa. 
Pero, si encontramos el Higgs, ¿por qué aparece y desaparece? No tenemos si siquiera indicaciones de la respuesta a esta pregunta.
El problema es mucho más grave. El modelo estándar de partículas elementales nos puede dar respuesta a como están formados los protones y como se forman y deshacen los neutrones. Pero, por definición, este modelo no llega más acá que los protones y neutrones. Y, ¿Tiene que ver cómo esté formado un protón para explicar cómo funciona el mundo a nuestra escala humana? ¿Nos puede explicar el modelo estándar cómo interaccionan entre sí los entes del Universo?¿Como nos organizamos lo seres vivos? ¿Los astros? ¿Las galaxias? No.
Para explicar lo que realmente nos interesa, como va a ser el clima, como lo podríamos controlar, como hacernos ricos todos, como avanzar de verdad contra la enfermedad, etc. etc., lo que hay que entender es la interacción múltiple de todos los entes del universo a todas las escalas. La interacción entre ellos, no cómo es cada uno de ellos independientemente de los demás.
Se da considerable importancia al descubrimiento de las secuencias genéticas de plantas y animales. Se nos dice muy contentos: Nuestro código genético es, en un 50%, idéntico al de alguna forma primitiva de vida y es, en un noventa y pico por ciento, igual al de los chimpancés y los bonobos.
Y con eso, ¿qué sabemos? Casi nada, porque el código genético solo se expresa en interacción y realimentación con otras muchísimas cosas del organismo. De hecho, entender qué seamos los seres humanos solo es posible si entendemos las interacciones de todas las partes que nos conforman.
¿Por qué un único gen, o muy pocos genes, que nos diferencian tantísimo de los primates más próximos a nosotros, por ejemplo, en la capacidad sintáctica en el manejo del lenguaje? La respuesta solo es posible si entendemos las interacciones de los genes entre sí y con el resto del organismo.
Y el estudio de las interacciones exige nuevas formas de pensar. La ciencia que tenemos es incapaz de trabajar las interacciones, e insiste en esquemas deterministas y lineales, por ejemplo, en el principio de superposición lineal de estados.
Necesitamos una ciencia sintética, no lineal, capaz, no de aislar frecuencias de oscilación, sino de comprender cómo cien frecuencias interaccionan entre sí.
El objetivo de las pirámides de Egipto era enterrar a una persona. El objetivo del LHC es encontrar una partícula. Ninguno de los dos objetivos nos enseña nada que sea útil para entender el mundo que nos rodea, con sus miríadas de interacciones. Son objetivos digamos, estáticos, identificativos, pero carecen de la dinámica de la evolución, de la organización de los sistemas.
Así como añadir detalles a lo que ya sabemos, cómo añadir objetos a las tumbas de las pirámides, puede exigir enormes equipos de personas y máquinas, encontrar una nueva ciencia es una labor que deberá realizarse de manera individual, por alguna persona o personas no viciadas por las formas tradicionales de pensar.
Los cambios que nos han hecho pasar de cazadores/recolectores a agricultores, a ciudadanos, a ser entes capaces de utilizar máquinas energizadas a niveles al menos un factor 10 por encima de lo que proporciona la agricultura, han sido cambios de formas de pensar, no han sido producto del desarrollo de las formas antiguas.
Un desarrollo gigantesco de la capacidad de cazar no nos lleva a la agricultura, y la mejora infinita de ésta no nos pone en marcha un esquema industrial.
Necesitamos una nueva revolución, como la agrícola y la industrial. Algo que nos saque del atolladero. Un atolladero que se describe hoy en El Mundo en Orbyt,en la página 52. Un atolladero que abre las carnes. Solo quedaba una pesquería abundante en el mundo, en las costas del sur de Chile. Y estamos acabando con ella. Lean, si pueden el artículo. Y la población humana creciendo sin parar. Necesitamos algo nuevo.
Podemos buscar nuevas ideas, nuevas formas de pensar. Es posible y es barato.
¿Lo hacemos?

Antonio Ruiz de Elvira
El catedrático de Física Aplicada de la Universidad de Alcalá de Henares vigila de cerca los síntomas del cambio climático que está poniendo en riesgo el futuro de la Humanidad.

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