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viernes, 9 de diciembre de 2011
Newmont defendió el Proyecto Conga y aseguró que agua está garantizada
La accionista mayoritaria de Yanacocha aseguró que el plan ambiental tiene el visto bueno del gobierno y dijo que cuatro reservorios proveerán de agua a agricultores
Jueves 08 de diciembre de 2011 - 08:52 pm
(Reuters). Newmont Mining Corp, accionista mayoritaria de Yanacocha, dijo este jueves que su proyecto de oro de 4.800 millones de dólares en nuestro país incluye reservorios de agua para reemplazar los lagos que ambientalistas temen se afecten con las operaciones mineras en el lugar, donde recientes protestas llevaron al Gobierno a declarar el estado de emergencia.
La estadounidense Newmont, el segundo productor mundial de oro, destacó también los alcances del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto Minas Conga, que fue aprobado en octubre del 2010 por el Ministerio de Energía y Minas de Perú. La minera dijo que el EIA de Minas Conga fue revisado por 12 agencias antes de ser aprobado por el Gobierno e involucró a 13.000 personas de las comunidades vecinas en Cajamarca y otras localidades.
“El EIA de Conga siguió el proceso diseñado por el Gobierno de Perú en lo que fue uno de los proyectos mineros más rigurosamente estudiados en el país“, dijo Richard O’Brien, presidente ejecutivo de Newmont, en un comunicado. “Los análisis de impacto ambiental y social se basaron en estudios exhaustivos que abarcaron hasta 13 años y fueron realizados por firmas reconocidas internacionalmente”, agregó.
O’Brien refirió además que el proceso de participación pública fue transparente y que estará abierto a cualquiera que quiera ofrecer aportes o exponer preocupaciones durante un periodo de tres años.
CUATRO RESERVORIOS
Newmont dijo que el plan para proteger el agua de Conga incluye cuatro reservorios con la capacidad de almacenar más de dos veces el agua de las lagunas afectadas. El agua de los reservorios estará disponible todo el año para las necesidades de los agricultores, que actualmente enfrentan un suministro poco fiable en las épocas de sequía, según la empresa.
El plan de gestión ambiental de Conga incluye la protección de la calidad del agua durante la construcción y operación del proyecto, dijo la compañía. El presidente peruano Ollanta Humala declaró estado de emergencia el fin de semana en algunas localidades de Cajamarca para disipar las fuertes protestas en contra del proyecto, que se mantenían pese a que la minera anunció su suspensión a pedido del Gobierno.
Perú, el segundo mayor productor mundial de cobre, plata y zinc, y el sexto de oro, tiene a la minería como uno de los motores de su economía porque sus exportaciones representan el 60 por ciento de los envíos totales.
Fuente
Jueves 08 de diciembre de 2011 - 08:52 pm
(Reuters). Newmont Mining Corp, accionista mayoritaria de Yanacocha, dijo este jueves que su proyecto de oro de 4.800 millones de dólares en nuestro país incluye reservorios de agua para reemplazar los lagos que ambientalistas temen se afecten con las operaciones mineras en el lugar, donde recientes protestas llevaron al Gobierno a declarar el estado de emergencia.
La estadounidense Newmont, el segundo productor mundial de oro, destacó también los alcances del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto Minas Conga, que fue aprobado en octubre del 2010 por el Ministerio de Energía y Minas de Perú. La minera dijo que el EIA de Minas Conga fue revisado por 12 agencias antes de ser aprobado por el Gobierno e involucró a 13.000 personas de las comunidades vecinas en Cajamarca y otras localidades.
“El EIA de Conga siguió el proceso diseñado por el Gobierno de Perú en lo que fue uno de los proyectos mineros más rigurosamente estudiados en el país“, dijo Richard O’Brien, presidente ejecutivo de Newmont, en un comunicado. “Los análisis de impacto ambiental y social se basaron en estudios exhaustivos que abarcaron hasta 13 años y fueron realizados por firmas reconocidas internacionalmente”, agregó.
O’Brien refirió además que el proceso de participación pública fue transparente y que estará abierto a cualquiera que quiera ofrecer aportes o exponer preocupaciones durante un periodo de tres años.
CUATRO RESERVORIOS
Newmont dijo que el plan para proteger el agua de Conga incluye cuatro reservorios con la capacidad de almacenar más de dos veces el agua de las lagunas afectadas. El agua de los reservorios estará disponible todo el año para las necesidades de los agricultores, que actualmente enfrentan un suministro poco fiable en las épocas de sequía, según la empresa.
El plan de gestión ambiental de Conga incluye la protección de la calidad del agua durante la construcción y operación del proyecto, dijo la compañía. El presidente peruano Ollanta Humala declaró estado de emergencia el fin de semana en algunas localidades de Cajamarca para disipar las fuertes protestas en contra del proyecto, que se mantenían pese a que la minera anunció su suspensión a pedido del Gobierno.
Perú, el segundo mayor productor mundial de cobre, plata y zinc, y el sexto de oro, tiene a la minería como uno de los motores de su economía porque sus exportaciones representan el 60 por ciento de los envíos totales.
Fuente
Una visión compartida ante el cambio climático
Recientemente, el término "visión compartida" ha comenzado a ser utilizado en determinados procesos que buscan encontrar un acuerdo para enfrentar una problemática, debiendo considerarse el espíritu que guía ese acuerdo, y por tanto que cruza y articula todos sus componentes y alcances.
por Francisco Soto
Para enfrentar el cambio climático, y para las negociaciones que se rigen bajo la institucionalidad de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), y específicamente para el momento crucial que se ha vivido en las últimas dos semanas de la Conferencia de las Partes 17 (COP-17), en Durban, Sudáfrica; dicha visión compartida debería basarse en la intención de los gobiernos que nos representan, por lograr un acuerdo mundial que frene la intensidad de las manifestaciones del cambio climático, mediante una estabilización de las emisiones de gases de efecto invernadero que causan el calentamiento de la atmósfera, y los efectos adversos consecuentes expresados como eventos climáticos extremos y adversos.
En otras palabras, la manera de prevenir que eventos climáticos extremos sigan causando desastres en países tan pobres y vulnerables como el nuestro, no sólo comprende la reducción de la vulnerabilidad socio-económica, ambiental e institucional que el país acontece; ni sólo las acciones de petición de auxilio financiero a la cooperación internacional para la recuperación de las pérdidas económicas, ambientales y humanas después que un desastre ya haya sucedido; si no que incluye ineludiblemente, y debe fundamentarse, en la visión que la mitigación de las causas del cambio climático es la única manera como se puede impedir que eventos extremos incrementen aún más su intensidad y frecuencia, y por tanto, reducir el riesgo de desastres. La mitigación efectiva del cambio climático significa la intervención de acciones reales, permanentes, sostenibles y adicionales de reducción de emisiones, especialmente de dióxido de carbono del sector energético de los países industrializados.
Lo anterior requiere el establecimiento de varios "números" que garanticen la consecución de la mitigación efectiva del cambio climático dentro de la visión compartida entre los gobiernos que discuten y deciden sobre el clima. Lo primero es establecer el nivel de temperatura máximo al que se puede llegar con base en el nivel de contaminación de la atmósfera que ya se ha alcanzado y que de cierta manera es irreversible. Ese nivel de aumento de temperatura, establecido hace un año en la COP-16 de Cancún, es de 2°C, con una visión optimista que ese nivel pudiese no sobrepasar 1.5°C. Nos preguntamos ¿qué hay de malo con un aumento de 2°C?. La respuesta es fácil: si el cambio climático que experimentamos actualmente es debido a un aumento de aproximadamente 0.8°C de la temperatura superficial promedio, respecto al valor promedio en 1750 (cuando inició la revolución industrial); podemos imaginar entonces la clase de eventos meteorológicos extremos y desastres que nos esperan, con una desestabilización energética del sistema climático equivalente a 2°C.
No obstante, en Cancún, el establecimiento de los 2°C como límite máximo de aumento de la temperatura promedio superficial mundial para finales de siglo, no se acompañó por otros números que deben garantizar que dicho umbral no sea sobrepasado. Más bien, en Cancún se firmó un acuerdo que permitió a los países industrializados colocar metas de reducción de emisiones de manera voluntaria, y en el cual sólo se aceptó que el año en que las emisiones deben formar un pico máximo, debería alcanzarse "lo antes posible".
Obligatoriamente, y según los hallazgos y recomendaciones de la ciencia y de los expertos en el tema alrededor del mundo; para que el aumento de la temperatura no sobrepase los 2°C, se necesita que dicho año pico de las emisiones sea antes de 2015, para luego comenzar a descender hasta alcanzar reducciones de entre 40 y 45% respecto de las emisiones de 1990 en el año 2020, y reducciones de hasta el 90% respecto de las emisiones de 1990 en el año 2050.
Las metas fijadas arbitrariamente por los países desarrollados hace un año en Cancún, y que no han tenido ninguna variación beneficiosa para el clima durante las reuniones de Bangkok, Bonn y Panamá en 2011; siguen apuntando hacia un aumento de la temperatura de más de 4°C; un aumento bajo el cual, los sistemas naturales y humanos, incluidos todos y cada uno de los sectores socio-económicos imperantes (agricultura, seguridad alimentaria, recursos hídricos, infraestructura, vivienda, salud, biodiversidad, energía y turismo), no podrían implementar ningún tipo de adaptación que fuere posible.
En Cancún, todos los países, incluido el nuestro y todos los centroamericanos, y excepto Bolivia, se sumaron al Acuerdo que apunta a ese aumento de más de 4°C, y que abrió una puerta para que el Protocolo de Kioto, que es el único instrumento legalmente vinculante para la reducción de las emisiones, pueda ser prácticamente demolido en Durban. Quizás el Acuerdo de Cancún y las negociaciones durante 2011 hasta antes de la de Durban, han tratado de salvaguardar el proceso multilateral de negociaciones de la CMNUCC, que ya había sido bastante afectado desde la reunión de Copenhague en 2009; pero no han salvaguardado lo más importante, que es la protección de la integridad del sistema climático del planeta, y por tanto de todos los seres que en él habitamos.
Nos encontramos a la espera de los resultados de la reunión de Durban; la cual se inauguró bajo una sombrilla de pronósticos apuntando a la eliminación del Protocolo de Kioto. De hecho, en Durban se han escuchado beligerantes dudas de si en realidad es el momento para establecer los números que identifiquen la meta global de reducción de emisiones y el calendario para el pico máximo de las mismas, y que garanticen un aumento máximo de 2°C; o de si este es un tema que debería abortarse y dejarse para después, por falta de preparación y consenso, y en realidad por falta de una visión compartida. Pareciera que se está hablando de otra cosa que no es el sistema climático y la vida que en él habita.
Durante la reunión de las negociaciones del clima, en 2008, realizadas en Poznán, Polonia; un activista se disfrazó de un oso polar refugiado climático, y portaba un rótulo que decía "NO COINS IT´S CHANGE WHAT WE NEED"; lo cual debo traducir como "no es limosna lo que necesitamos, si no un cambio", un cambio hacia un estilo de vida menos consumista y dependiente de los combustibles fósiles.
Hoy me doy cuenta que aquella leyenda concuerda exactamente y en pocas palabras con lo que debería ser una visión compartida para enfrentar el cambio climático actual y futuro; a la salida de una reunión en la que los países industrializados han llegado a buscar una mayor flexibilización del cumplimiento de sus compromisos para evitar lo más posible reducir sus niveles de contaminación de la atmósfera, y en la que muchos países en desarrollo sólo han llegado a pedir limosna para recuperarse de los desastres provocados por el cambio climático, sin el espíritu necesario para salvaguardar la vida de La Tierra, y sin la visión de que no habrá ningún monto financiero, ni tecnologías, que ayuden a un país como el nuestro a recuperarse de desastres causados por un cambio climático abrupto de más de 2°C.
MÁS
http://www.lapagina.com.sv/editoriales/59612/Una-vision-compartida-ante-el-cambio-climatico
por Francisco Soto
Para enfrentar el cambio climático, y para las negociaciones que se rigen bajo la institucionalidad de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), y específicamente para el momento crucial que se ha vivido en las últimas dos semanas de la Conferencia de las Partes 17 (COP-17), en Durban, Sudáfrica; dicha visión compartida debería basarse en la intención de los gobiernos que nos representan, por lograr un acuerdo mundial que frene la intensidad de las manifestaciones del cambio climático, mediante una estabilización de las emisiones de gases de efecto invernadero que causan el calentamiento de la atmósfera, y los efectos adversos consecuentes expresados como eventos climáticos extremos y adversos.
En otras palabras, la manera de prevenir que eventos climáticos extremos sigan causando desastres en países tan pobres y vulnerables como el nuestro, no sólo comprende la reducción de la vulnerabilidad socio-económica, ambiental e institucional que el país acontece; ni sólo las acciones de petición de auxilio financiero a la cooperación internacional para la recuperación de las pérdidas económicas, ambientales y humanas después que un desastre ya haya sucedido; si no que incluye ineludiblemente, y debe fundamentarse, en la visión que la mitigación de las causas del cambio climático es la única manera como se puede impedir que eventos extremos incrementen aún más su intensidad y frecuencia, y por tanto, reducir el riesgo de desastres. La mitigación efectiva del cambio climático significa la intervención de acciones reales, permanentes, sostenibles y adicionales de reducción de emisiones, especialmente de dióxido de carbono del sector energético de los países industrializados.
Lo anterior requiere el establecimiento de varios "números" que garanticen la consecución de la mitigación efectiva del cambio climático dentro de la visión compartida entre los gobiernos que discuten y deciden sobre el clima. Lo primero es establecer el nivel de temperatura máximo al que se puede llegar con base en el nivel de contaminación de la atmósfera que ya se ha alcanzado y que de cierta manera es irreversible. Ese nivel de aumento de temperatura, establecido hace un año en la COP-16 de Cancún, es de 2°C, con una visión optimista que ese nivel pudiese no sobrepasar 1.5°C. Nos preguntamos ¿qué hay de malo con un aumento de 2°C?. La respuesta es fácil: si el cambio climático que experimentamos actualmente es debido a un aumento de aproximadamente 0.8°C de la temperatura superficial promedio, respecto al valor promedio en 1750 (cuando inició la revolución industrial); podemos imaginar entonces la clase de eventos meteorológicos extremos y desastres que nos esperan, con una desestabilización energética del sistema climático equivalente a 2°C.
No obstante, en Cancún, el establecimiento de los 2°C como límite máximo de aumento de la temperatura promedio superficial mundial para finales de siglo, no se acompañó por otros números que deben garantizar que dicho umbral no sea sobrepasado. Más bien, en Cancún se firmó un acuerdo que permitió a los países industrializados colocar metas de reducción de emisiones de manera voluntaria, y en el cual sólo se aceptó que el año en que las emisiones deben formar un pico máximo, debería alcanzarse "lo antes posible".
Obligatoriamente, y según los hallazgos y recomendaciones de la ciencia y de los expertos en el tema alrededor del mundo; para que el aumento de la temperatura no sobrepase los 2°C, se necesita que dicho año pico de las emisiones sea antes de 2015, para luego comenzar a descender hasta alcanzar reducciones de entre 40 y 45% respecto de las emisiones de 1990 en el año 2020, y reducciones de hasta el 90% respecto de las emisiones de 1990 en el año 2050.
Las metas fijadas arbitrariamente por los países desarrollados hace un año en Cancún, y que no han tenido ninguna variación beneficiosa para el clima durante las reuniones de Bangkok, Bonn y Panamá en 2011; siguen apuntando hacia un aumento de la temperatura de más de 4°C; un aumento bajo el cual, los sistemas naturales y humanos, incluidos todos y cada uno de los sectores socio-económicos imperantes (agricultura, seguridad alimentaria, recursos hídricos, infraestructura, vivienda, salud, biodiversidad, energía y turismo), no podrían implementar ningún tipo de adaptación que fuere posible.
En Cancún, todos los países, incluido el nuestro y todos los centroamericanos, y excepto Bolivia, se sumaron al Acuerdo que apunta a ese aumento de más de 4°C, y que abrió una puerta para que el Protocolo de Kioto, que es el único instrumento legalmente vinculante para la reducción de las emisiones, pueda ser prácticamente demolido en Durban. Quizás el Acuerdo de Cancún y las negociaciones durante 2011 hasta antes de la de Durban, han tratado de salvaguardar el proceso multilateral de negociaciones de la CMNUCC, que ya había sido bastante afectado desde la reunión de Copenhague en 2009; pero no han salvaguardado lo más importante, que es la protección de la integridad del sistema climático del planeta, y por tanto de todos los seres que en él habitamos.
Nos encontramos a la espera de los resultados de la reunión de Durban; la cual se inauguró bajo una sombrilla de pronósticos apuntando a la eliminación del Protocolo de Kioto. De hecho, en Durban se han escuchado beligerantes dudas de si en realidad es el momento para establecer los números que identifiquen la meta global de reducción de emisiones y el calendario para el pico máximo de las mismas, y que garanticen un aumento máximo de 2°C; o de si este es un tema que debería abortarse y dejarse para después, por falta de preparación y consenso, y en realidad por falta de una visión compartida. Pareciera que se está hablando de otra cosa que no es el sistema climático y la vida que en él habita.
Durante la reunión de las negociaciones del clima, en 2008, realizadas en Poznán, Polonia; un activista se disfrazó de un oso polar refugiado climático, y portaba un rótulo que decía "NO COINS IT´S CHANGE WHAT WE NEED"; lo cual debo traducir como "no es limosna lo que necesitamos, si no un cambio", un cambio hacia un estilo de vida menos consumista y dependiente de los combustibles fósiles.
Hoy me doy cuenta que aquella leyenda concuerda exactamente y en pocas palabras con lo que debería ser una visión compartida para enfrentar el cambio climático actual y futuro; a la salida de una reunión en la que los países industrializados han llegado a buscar una mayor flexibilización del cumplimiento de sus compromisos para evitar lo más posible reducir sus niveles de contaminación de la atmósfera, y en la que muchos países en desarrollo sólo han llegado a pedir limosna para recuperarse de los desastres provocados por el cambio climático, sin el espíritu necesario para salvaguardar la vida de La Tierra, y sin la visión de que no habrá ningún monto financiero, ni tecnologías, que ayuden a un país como el nuestro a recuperarse de desastres causados por un cambio climático abrupto de más de 2°C.
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El cambio climático no se puede detener, sólo mitigar sus efectos: científico
Chihuahua, Chih.- El cambio climático es una modificación del clima con respecto al historial climático a una escala global o regional atribuido directa o indirectamente, a la actividad humana o a cambios naturales que altera la composición de la atmósfera mundial. Además del calentamiento global, implica también cambios en otras variables como las lluvias y sus patrones, la cobertura de nubes y todos los demás elementos del sistema atmosférico.
A nivel mundial, y en Chihuahua específicamente, los efectos del cambio climático crecen paulatinamente originando graves problemas socio-ambientales.
Según el doctor José Ávalos Lozano, investigador de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, el cambio climático no se puede detener, no es algo que “vaya a ser, sino que ya es” y los seres humanos ya estamos sufriendo sus efectos deletéreos.
Ante esto, dice el especialista, lo único que puede hacerse es mitigar sus efectos y adaptarnos a vivir con ellos.
Ávalos Lozano señala que lo que actualmente se está viviendo es una crisis de carácter socio-ambiental que se expresa de muchas formas y el cambio climático es solo una de ellas; hay otras que tienen que ver con factores como el cambio de uso de la tierra y la sobreexplotación de la misma.
Todos esos fenómenos, dice el científico, tienen que ver algunos con cuestiones de carácter natural y otros con actividades antropógenas, pero todos en general están representando una amenaza para la civilización actual.
Lo medida que se debe tomar de manera inmediata, dice el entrevistado, es que, como nación se empiece a tener una aproximación hacia los problemas ambientales y eso permita mitigar los efectos de un problema que ya está dejando graves consecuencias.
Consecuencias en la salud…..
El doctor Ávalos señala que el problema de la crisis socio- ambiental es que se manifiesta de formas diferentes y afecta prácticamente todos los sectores y recursos, y en consecuencia a los elementos más relevantes de una civilización.
La salud del ser humano, se ve afectada de muchas formas, agrega, ya que ahora se están presentando enfermedades que se pensaba estaban erradicadas o que incluso, no eran propias de determinadas regiones y ya están llegando.
En el caso específico de San Luis Potosí, ejemplifica, el Dengue nunca había rebasado las fronteras de la sierra madre oriental, estando confinado a comunidades de la parte baja del estado y a la llanura costera de Veracruz y Tamaulipas; sin embargo, los cambios ambientales, le han permitido al vector brincar la sierra madre y encontrar las condiciones propicias para su desarrollo y proliferación.
En el caso particular del estado de Chihuahua, dice Ávalos Lozano, es muy posible y sin las condiciones ambientales negativas continúan como hasta ahora, que en el lapso del 2018 al 2020, el dengue esté aquí de manera endémica.
Por todo ello, dice el especialista, es importante, necesario y urgente, tomar medidas inmediatas tomando en cuenta, que todo lo que se haga hoy empezaría a surtir efectos quizá en 10 años.
Ver más
A nivel mundial, y en Chihuahua específicamente, los efectos del cambio climático crecen paulatinamente originando graves problemas socio-ambientales.
Según el doctor José Ávalos Lozano, investigador de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, el cambio climático no se puede detener, no es algo que “vaya a ser, sino que ya es” y los seres humanos ya estamos sufriendo sus efectos deletéreos.
Ante esto, dice el especialista, lo único que puede hacerse es mitigar sus efectos y adaptarnos a vivir con ellos.
Ávalos Lozano señala que lo que actualmente se está viviendo es una crisis de carácter socio-ambiental que se expresa de muchas formas y el cambio climático es solo una de ellas; hay otras que tienen que ver con factores como el cambio de uso de la tierra y la sobreexplotación de la misma.
Todos esos fenómenos, dice el científico, tienen que ver algunos con cuestiones de carácter natural y otros con actividades antropógenas, pero todos en general están representando una amenaza para la civilización actual.
Lo medida que se debe tomar de manera inmediata, dice el entrevistado, es que, como nación se empiece a tener una aproximación hacia los problemas ambientales y eso permita mitigar los efectos de un problema que ya está dejando graves consecuencias.
Consecuencias en la salud…..
El doctor Ávalos señala que el problema de la crisis socio- ambiental es que se manifiesta de formas diferentes y afecta prácticamente todos los sectores y recursos, y en consecuencia a los elementos más relevantes de una civilización.
La salud del ser humano, se ve afectada de muchas formas, agrega, ya que ahora se están presentando enfermedades que se pensaba estaban erradicadas o que incluso, no eran propias de determinadas regiones y ya están llegando.
En el caso específico de San Luis Potosí, ejemplifica, el Dengue nunca había rebasado las fronteras de la sierra madre oriental, estando confinado a comunidades de la parte baja del estado y a la llanura costera de Veracruz y Tamaulipas; sin embargo, los cambios ambientales, le han permitido al vector brincar la sierra madre y encontrar las condiciones propicias para su desarrollo y proliferación.
En el caso particular del estado de Chihuahua, dice Ávalos Lozano, es muy posible y sin las condiciones ambientales negativas continúan como hasta ahora, que en el lapso del 2018 al 2020, el dengue esté aquí de manera endémica.
Por todo ello, dice el especialista, es importante, necesario y urgente, tomar medidas inmediatas tomando en cuenta, que todo lo que se haga hoy empezaría a surtir efectos quizá en 10 años.
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