Es una de las líneas de investigación que analizará el proyecto “Acuicultura y cambio climático”, impulsado por la Fundación Observatorio Español de Acuicultura (OESA)
• La Fundación OESA desarrollará el proyecto que cuenta con la colaboración de la Fundación Biodiversidad a través de la convocatoria de ayudas 2012
• El proyecto también estudiará el impacto del cambio climático en la acuicultura y la implementación del cálculo de huella de carbono y el análisis del ciclo de vida en el sector
• Cuenta con la participación de la Universidad de Santiago de Compostela, Algaenergy y APROMAR
Los moluscos bivalvos, como el mejillón, y las algas pueden jugar un papel destacado en la mitigación de los efectos del cambio climático como sumideros de dióxido de carbono.
Es una de las líneas de investigación que analizará el proyecto “Acuicultura y cambio climático”, impulsado por la Fundación Observatorio Español de Acuicultura (OESA) y que cuenta con la colaboración de la Fundación Biodiversidad a través de la convocatoria de ayudas 2012 para la realización de actividades en el ámbito de la Biodiversidad, el Cambio Climático y el Desarrollo Sostenible.
Esta iniciativa tratará de sentar las bases acerca de las interacciones entre la actividad acuícola y el cambio climático a partir de diversas acciones. En una primera fase, se estudiará cómo la acuicultura puede mitigar los efectos del cambio climático a partir del papel de las conchas de los moluscos bivalvos y las algas en la captación de CO2 .
En esta primera etapa, también se impulsará un estudio sobre la incidencia del cambio climático en la actividad acuícola en España.
En paralelo, se coordinará con el sector la adopción de estrategias que puedan tener un impacto ambiental positivo a través de la implementación del cálculo de la huella de carbono, el análisis del ciclo de vida y la tasa de retorno energético. La aplicación de estos tres indicadores se estudiará en especies de crianza tanto de sistemas de producción intensivos como extensivos.
Estos trabajos se reforzarán con la edición de una guía para el cálculo de huella de carbono en las empresas acuícolas, que permitirá que los más de 5.500 establecimientos del sector puedan hacer una estimación de su huella de carbono y proponer las medidas necesarias para su reducción.
Para su desarrollo, el proyecto “Acuicultura y Cambio Climático” contará con la participación del Grupo de Investigación de Ingeniería Ambiental y Bioprocesos del Departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Santiago, la empresa Algaenergy y la Asociación Empresarial de Productores de Cultivos Marinos (APROMAR).
Esta iniciativa, que se ejecutará en el transcurso del 2013, ha sido beneficiaria de una ayuda de 65.000 euros por parte de la Fundación Biodiversidad, equivalente al 50% de la totalidad del presupuesto.
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martes, 11 de septiembre de 2012
El mejillón y las algas y su papel para mitigar el cambio climático
La Fundación Observatorio Español para la Acuicultura (OESA) ha impulsado una investigación para estudiar el papel que pueden tener los moluscos bivalvos, como el mejillón, y las algas para mitigar el cambio climático, como sumideros de dióxido de carbono.
Algas azules
¿Los mejillones pueden evitar el cambio climático?
¿Y las algas?
El último estudio que está realizando la Fundación Observatorio Español para la Acuicultura (OESA) se centra en el papel que los moluscos bivalvos y alguna clase de algas puedan tener para mitigar el cambio climático, como sumidero de dióxido de carbono.
El proyecto "Acuicultura y cambio climático" se realizará en 2013 y contará con la participación de la Universidad de Santiago de Compostela, la empresa Algaenergy y Apromar, la asociación que agrupa a las empresas de acuicultura marina, según ha informado hoy la Fundación Oesa, en un comunicado.
El presupuesto de esta iniciativa ascenderá a unos 130.000 euros, de los que la mitad, 65.000 euros, estarán financiados por la Fundación Biodiversidad (presidida por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente).
El objetivo del proyecto es "sentar las bases" acerca de las interacciones entre la actividad acuícola y el clima, según la misma fuente.
En una primera etapa, los investigadores estudiarán cómo la acuicultura puede paliar el cambio climático a partir de las conchas de los moluscos bivalvos y de las algas en la captación de CO2.
En paralelo y en coordinación con el sector, está prevista la adopción de estrategias que puedan tener un impacto ambiental positivo mediante el cálculo de la huella de carbono, el análisis del ciclo de vida y la tasa de retorno energético, tanto en especies de crianza intensivas como en las extensivas.
Los trabajos se reforzarán con la edición de una guía para el cálculo de huella de carbono en las empresas acuícolas, que permitirá que los más de 5.500 establecimientos del sector puedan hacer una estimación y proponer las medidas necesarias para reducirla, según la Fundación Oesa.
Algas azules
¿Los mejillones pueden evitar el cambio climático?
¿Y las algas?
El último estudio que está realizando la Fundación Observatorio Español para la Acuicultura (OESA) se centra en el papel que los moluscos bivalvos y alguna clase de algas puedan tener para mitigar el cambio climático, como sumidero de dióxido de carbono.
El proyecto "Acuicultura y cambio climático" se realizará en 2013 y contará con la participación de la Universidad de Santiago de Compostela, la empresa Algaenergy y Apromar, la asociación que agrupa a las empresas de acuicultura marina, según ha informado hoy la Fundación Oesa, en un comunicado.
El presupuesto de esta iniciativa ascenderá a unos 130.000 euros, de los que la mitad, 65.000 euros, estarán financiados por la Fundación Biodiversidad (presidida por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente).
El objetivo del proyecto es "sentar las bases" acerca de las interacciones entre la actividad acuícola y el clima, según la misma fuente.
En una primera etapa, los investigadores estudiarán cómo la acuicultura puede paliar el cambio climático a partir de las conchas de los moluscos bivalvos y de las algas en la captación de CO2.
En paralelo y en coordinación con el sector, está prevista la adopción de estrategias que puedan tener un impacto ambiental positivo mediante el cálculo de la huella de carbono, el análisis del ciclo de vida y la tasa de retorno energético, tanto en especies de crianza intensivas como en las extensivas.
Los trabajos se reforzarán con la edición de una guía para el cálculo de huella de carbono en las empresas acuícolas, que permitirá que los más de 5.500 establecimientos del sector puedan hacer una estimación y proponer las medidas necesarias para reducirla, según la Fundación Oesa.
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