Nada teme perder quien nada tiene. No es el caso de Trujillo, con sus variados ecosistemas (lomas costeras, humedales, monte ribereño y bocana del río Moche, etc.), sus tesoros arquitectónicos y su economía en expansión, que atrae a trabajadores de muchos otros lugares. Con el fin de proteger y preservar las muchas riquezas de esta ciudad, y de encaminarla hacia el desarrollo sostenible, nace el informe “Perspectivas del Ambiente y Cambio Climático en el Medio Urbano: ECCO Trujillo”. El estudio, presentado este miércoles, 17 de agosto, en la Municipalidad Provincial de Trujillo, recoge los múltiples desafíos a los que se enfrenta la ciudad, algunos causados o espoleados por la actividad humana, y otros desencadenados por procesos naturales. Es mucho lo que están haciendo las autoridades para mejorar las condiciones del terreno, del aire y del agua, pero el esfuerzo debe ser aún mayor para evitar, o al menos mitigar, los graves riesgos ambientales a los que se expone la zona.
Para la elaboración de este informe, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) ha contado con la colaboración La Municipalidad Provincial de Trujillo, a través del recién creado Servicio de Gestión Ambiental de Trujillo (SEGAT), y de la Universidad César Vallejo.
Una herramienta útil y participativaLa metodología participativa aplicada por el PNUMA favoreció la inclusión de aportaciones de representantes de los distintos sectores públicos y privados, de organizaciones no gubernamentales, expertos, y de la ciudadanía en general.
El ECCO Trujillo no es un mero estudio, sino una herramienta que, en manos de los tomadores de decisiones, puede mejorar la ciudad, su entorno, y la vida de sus habitantes. Se trata, asimismo, de un análisis pionero, ya que es el segundo informe ECCO (Evaluación Ambiental y de Cambio Climático, por sus siglas en inglés). En otras palabras, es el segundo estudio ambiental de la serie GEO (Evaluación Ambiental Integrada, por sus siglas en inglés) en el que se aplican mecanismos para evaluar la vulnerabilidad y adaptación de los asentamientos humanos frente al cambio climático.
Precisamente, si no se combaten y previenen adecuadamente, los efectos de este fenómeno pueden ser devastadores en una ciudad especialmente vulnerable.
Trujillo, vulnerable frente al cambio climático
El Continuo Urbano de Trujillo está ubicado en la costa, en la zona baja de la cuenca del río Moche. En los últimos años, se ha observado el incremento de los oleajes, la crecida del nivel del mar y la erosión de las playas. El aumento de las precipitaciones, debido al fenómeno de “El Niño”, ha elevado el riesgo de inundaciones.
Otro efecto del cambio climático, la desglaciación, tendrá, según las previsiones, consecuencias palpables en el abastecimiento de agua en el futuro, con el agravante de que la mayor parte del agua que consume Trujillo, de origen glaciar, proviene de otro departamento.
Además de las consecuencias directas en los ecosistemas, la previsible escasez de agua tendrá impacto en la agricultura, la energía (el 60 por ciento de la producción es hidroeléctrica) y el empleo.
El aumento de la temperatura, unido a la presencia de lluvias y al inadecuado almacenamiento de agua, favorece la propagación de los vectores del dengue, la malaria y la peste bubónica.
Como siempre, los más vulnerables ante estas amenazas, por lo delicado de sus condiciones de vida y por su falta de información y menor capacidad de adaptación, son las personas más pobres.
Según el estudio El cambio climático y sus efectos en el Perú (Vargas, 2009)[1], el aumento de 2°C en la temperatura y la variación en las precipitaciones del 20 por ciento para 2050, podrían suponer pérdidas superiores al 20 por ciento del Producto Bruto Interno de Perú.
Y a estos riesgos se suma la probabilidad de terremotos y tsunamis de gran intensidad, debido a las características tectónicas y sismológicas de la costa local.
Problemas y soluciones
Más allá de los riesgos naturales, la actividad humana contribuye a la degradación del entorno de diversas formas, desde el propio crecimiento urbano hasta el aumento del parque automotor, pasando por los vertidos por relaves mineros al río Moche. No son los únicos problemas: en la ciudad no existe una red de monitoreo de gases; la mitad del sistema de alcantarillado de Trujillo es obsoleto y está subdimensionado; no existen plantas de tratamiento de residuos sólidos ni relleno sanitario; casi el 20 por ciento de la población no cuenta con agua potable en sus hogares; y el 44 por ciento de la producción de agua se pierde en el sistema de conducción y distribución.
El análisis de los problemas y las necesidades va acompañado en el ECCO Trujillo de una batería de prioridades de acción, algunas de las cuales ya se han iniciado. Entre ellas, el despliegue de medidas de prevención en zonas de riesgo, la construcción de una planta de tratamiento de residuos sólidos, la mejora del tratamiento de las aguas residuales, o la expansión de la red de agua potable. El informe también apuesta por el transporte público, el control de las emisiones contaminantes, la protección y restauración de ecosistemas, la creación de viveros y de un refugio de fauna y la promoción de la inversión privada en proyectos de viviendas ecoeficientes, sin olvidar el trabajo en la concienciación de los ciudadanos.
El esfuerzo que ya realizan las autoridades nacionales, regionales y locales, en forma de leyes, creación de instituciones ambientales y aplicación de medidas, debe aumentar para avanzar hacia una ciudad sostenible, verde y eficiente, pero de nada servirá si no se redobla también la colaboración de la iniciativa privada y de la sociedad en su conjunto.
El fin es común, y lo que está en juego no es, ni más ni menos, que el presente y el futuro de Trujillo, la ciudad de la eterna primavera.
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[1] Vargas, P (2009). El cambio climático y sus efectos en el Perú. Banco Central de Reservas del Perú. Lima, PE.
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jueves, 18 de agosto de 2011
Nace el Instituto Universitario de Oceanografía y Cambio Global de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 18 Ago. (EUROPA PRESS) -
Nace el Instituto Universitario de Oceanografía y Cambio Global de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), tras dictar decreto la Consejería de Educación, Universidades y Sostenibilidad del Ejecutivo autonómico.
Este Instituto surge "ante la necesidad de estructurar y coordinar un conjunto de grupos interdisciplinares de investigación consolidados" de la ULPGC para contribuir, así, al estudio de la actuación del océano sobre el cambio climático e investigar cómo afecta al planeta, así como al ecosistema marino y costero en particular, según recoge Europa Press del Boletín Oficial de Canarias (BOC).
Asimismo, el objetivo de este centro es la unificación de estos grupos de investigación, que a través del nuevo Instituto "potenciará el trabajo de cada uno de los grupos integrantes, favorecerá la creación de las sinergias adecuadas" para afrontar retos y proyectos comunes de "mayor envergadura" porque afirman que "sólo así será posible dar un salto cuantitativo y cualitativo" en la proyección científica, tecnológica y social de sus respectivos estudios.
Para ello, el centro estará dividido en cuatro áreas de investigación, desarrollo e innovación, tales como Oceanografía, Biotecnología Marina, Modelos y Predicción Climática y Teledetección, y Desarrollo Tecnológico.
Asimismo, en BOC se matiza que la creación del Instituto Universitario de Oceanografía y Cambio Global de la ULPGC "no supone coste para la administración de la Comunidad Autónoma de Canarias".
Finalmente, se indicó que el centro comenzará a funcionar el 1 de septiembre de 2011.
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