Keith no es un improvisado, no solo trabaja hace años el tema en Calgary, es además profesor en Harvard y Cambridge. Varios de los temas que se tocan son importantes y merecen atención, por ejemplo el costo implicado es tan bajo, que algún millonario podría inyectar azufre en la atmósfera cuando le parezca, ya que no hay impedimento legal para ello.  Señala también que se trata de un juego peligroso que puede terminar en una catástrofe, y por ello debe ser cuidadosamente realizado. Tampoco es la solución a todo, por ejemplo la acidificación de los mares no se vería corregida. Finalmente habla sobre los que se denomina el “riesgo moral” de la propuesta, en la medida que permite a los escépticos decir que si pasa algo ya se tiene la solución, y en consecuencia continuar contaminando.
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Aquí algunos de sus artículos. http://www.keith.seas.harvard.edu/allpublications/
Aquí la entrevista:
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