Soy un ciudadano que anda preocupado por eso que ustedes llaman “crisis” y por los “ajustes” que le acompañan. Me he estado informando estos meses sobre la manera en que podríamos, entre todos, intentar que la “crisis” y los “ajustes” fuesen menos dolorosos para ustedes (no les gusta tomar estas decisiones) y para nosotros (no nos gusta que las tomen).
Estimado Sr. Mariano Rajoy, presidente del Gobierno.
La solución parcial, pero de gran importancia, estaría en la lucha contra el CAMBIO CLIMÁTICO. Ya sé que ese concepto está anticuado, incluso que usted, como su familia no creen ni que exista ("Si nadie garantiza ni qué tiempo hará mañana en Sevilla ¿Cómo van a decir lo que va a pasar dentro de 300 años?”). Pero es que están sucediendo una serie de cosas que parecen indicar que no tendremos que esperar 300 años para ver sus consecuencias.
En Filipinas ha pasado un ciclón, Haiyan lo han llamado, que ha mostrado una fiereza desconocida hasta la fecha causando millares de muertos y millones de damnificados. Pues, según la ONU, el cambio climático estaría implicado en la inusual potencia que ha tenido (lea este artículo, “La ONU vincula el ciclón Haiyan con el cambio climático”).
Se está comprobando como el nivel de los océanos está subiendo a razón de 3,2 mm por año, pero con la amenaza de aumentar drásticamente pues se espera un incremento de estos fenómenos en los próximos tiempos. No le voy a poner de ejemplo Bangladesh, ni Holanda, pero sí España. ¿Qué pasaría con la industria del turismo? ¿Ha pensado en el coste que supondría? (puede leer el caso para el Delta del Ebro – UAB)
De forma más general, le reseñaré unos datos que aparecen en el informe que el Global Humanitarian Forum publicó en el 2009. Dicen que unas 300.000 personas cada año mueren por causa directa del fenómeno, pero que 325 millones de personas están afectadas de una u otra forma. Económicamente, suponen unas pérdidas de 125.000 millones de dólares americanos.
Podría pensar que las empresas van a ser la solución. En principio, también lo pensé, aunque parece que no. Se están pasando el tiempo discutiendo de qué forma podemos solucionar con el mercado, algo que es consecuencia de un error en el mismo, una locura. Lea el siguiente artículo “Tracing anthropogenic carbon dioxide and methane emissions to fossil fuel and cement producers, 1854–2010”, que además de confirmar lo dicho antes, también dejaría claro que es la mano del hombre la causante de gran parte del cambio climático. Además, en su lucha por erradicar la pobreza del tercer mundo, están generando más daños al medio ambiente. Habrá que limitar su poder.
Pero, el cambio climático puede suponer una oportunidad, para ustedes y para nosotros. A ustedes no les gusta “ajustar” y a nosotros que nos “ajusten”. Luchar contra los males del cambio climático puede suponernos ahorros muy importantes en nuestras cuentas:
a. Ahorro en políticas sociales: Se producirían grandes migraciones causadas por la búsqueda de zonas en las que poder vivir, huyendo de la miseria que el cambio climático provocaría. Evitar estas migraciones nos podría evitar gastos en políticas sociales que no podríamos acometer.
b. Podríamos quitar las concertinas de las fronteras del Sur, pues la gente no tendría por qué viajar al Norte.
c. Ahorros notables en sanidad. No sólo las enfermedades directas producidas por este fenómeno, sino también enfermedades que los migrantes pudiesen traer consigo.
d. Ahorraríamos en gastos militares, pues no tendríamos que pelear por los escasísimos recursos para poder sobrevivir.
Estoy convencido que me estoy dejando más ventajas en la lucha contra el cambio climático, pero ahí tiene algunos ejemplos.
Sr. Presidente, siendo usted un hombre de palabra, no creo que pretenda defraudar a todo el mundo, pues somos firmantes de los Objetivos del Milenio. Entre los ocho, se encuentra la lucha por el desarrollo sostenible y la lucha contra muchas de las consecuencias malignas del cambio en el clima.
Usted, Sr. Presidente, como líder mundial podría convencer a representantes de naciones que se muestran reacias a ceder por el Bien Común. Soy consciente de la dificultad de convencer a tantos agentes, pero si no dispone de tanto tiempo, al menos podría decirle al Sr. Miguel Ángel García que introdujera en el borrador del Plan Nacional sobre RSE algo relacionado con lo que le acabo de escribir.
Espero tenga en cuenta lo que le acabo de escribir, aunque sé que es un líder muy ocupado solucionando lo que “otros” han provocado, pero confío en usted.
Reciba un cordial saludo de un ciudadano con demasiado tiempo libre.
Atentamente,