Las reservas de granos del mundo son tan peligrosamente bajas que el clima severo en EE.UU. u otros países exportadores de alimentos podría provocar una considerable hambruna el próximo año, advirtieron las Naciones Unidas.
Las cosechas fallidas de este año en EE.UU., Ucrania y otros países han reducido las reservas a su nivel más bajo desde 1974.
EE.UU., que ha sufrido olas de calor y sequías récord en 2012, tiene ahora en reserva una cantidad históricamente baja de 6,5% del maíz que espera consumir el próximo año, dice la ONU.
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sábado, 20 de octubre de 2012
Las eternas nieves marcianas
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ESPACIO PROFUNDO, EXPLORACIÓN ESPACIAL
En 2008, nos enteramos por la sonda Phoenix Mars que en el hemisferio norte marciano estaba nevando – tal vez con cierta regularidad- nieve que parecía proceder de las nubes de vapor de agua.
Pero ahora, los datos de la Mars Reconnaissance Orbiter han revelado la más clara evidencia que tenemos hasta ahora de nevadas de dióxido de carbono en Marte.
Los científicos dicen que este es el único ejemplo conocido de nieve de dióxido de carbono cayendo sobre un mundo del sistema solar.
“Estas son las primeras detecciones definitivas de nubes de nieve de dióxido de carbono”, dijo Paul Hayne del Laboratorio de Propulsión a Chorro, autor principal de un nuevo estudio publicado en el Journal of Geophysical Research.
”Estamos convencidos al establecer que las nubes están compuestas de dióxido de carbono -copos de aire marciano- y son lo suficientemente gruesas como para dar lugar a la acumulación de nieve en la superficie”.
Los científicos conocían desde hace décadas que el hielo de dióxido de carbono existe de manera permanente en el casquete polar sur de Marte.
Este dióxido de carbono congelado, el llamado “hielo seco”, requiere temperaturas de unos -125 grados Celsius (- 193 grados Fahrenheit), una temperatura mucho más baja que la que necesita el agua para congelarse.
Aunque nos gusta pensar que Marte es muy similar a la Tierra, hallazgos como éste nos recuerdan que Marte es en realidad muy diferente.
Pero así como la nieve a base de agua cae durante el invierno en el hemisferio norte de Marte, las nevadas de CO2 se producen a partir de nubes en el polo sur del planeta rojo, durante el invierno en el hemisferio sur.
Los componentes del equipo al que pertenecia Hayne analizaron los datos obtenidos por las nubes desde la órbita con la Mars Climate Sounder, uno de los seis instrumentos de la Mars Reconnaissance Orbiter.
Este instrumento registra brillo en nueve bandas de onda de la luz visible e infrarroja como una forma de examinar las partículas y gases en la atmósfera marciana.
Los datos proporcionan información acerca de las temperaturas, los tamaños de las partículas y sus concentraciones.
El nuevo análisis se basa en los datos de observaciones en la región polar sur durante el invierno austral de Marte entre 2006 y 2007, identificando una nube alta de dióxido de carbono de unos 500 kilómetros de diámetro que persiste sobre el polo y otras más pequeñas y de menor duración a menor altitud.
“Una línea de evidencia para la nieve es que las partículas de hielo de dióxido de carbono en las nubes son lo suficientemente grandes como para alcanzar el suelo durante la vida útil de las nubes”, dijo el co-autor del trabajo David Kass, del JPL.
”Otra de las imágenes proviene de las observaciones cuando el instrumento alcanzaba el horizonte, en lugar de mirar directamente hacia abajo, hacia la superficie.
La firma de los espectros de infrarrojo de las nubes vistas desde este ángulo indica claramente que son de dióxido de carbono y que partículas de hielo se extienden hasta la superficie. Mediante este tipo de observaciones, el Mars Climate Sounder es capaz de distinguir las partículas en la atmósfera desde el hielo seco en la superficie.
” El casquete polar sur de Marte es el único hielo que queda de manera estable en la superficie, en él, el dióxido de carbono congelado persiste en la superficie durante todo el año.
Estas nevadas de dióxido de carbono en la atmósfera marciana siempre han sido cuestionadas, no está claro si se presentan en forma de nieve o si simplemente se congela a nivel del suelo como escarcha, pero estas nuevas observaciones señalan que existen nevadas especialmente vigorosas.
“El hallazgo de nieve podría significar que este tipo de depósitos -de nieve o hielo- de alguna manera está ligado a los periodos estacionales”, dijo Haynes.
En 2008, los equipos de científicos de la misión Phoenix pudieron observar nubes de hielo de agua en la atmósfera marciana, así como las precipitaciones durante la noche y la posterior sublimación del agua por la mañana.
El científico de la Phoenix, James Whiteway y sus colegas dijeron que las nubes y las precipitaciones en Marte jugaban un papel en el intercambio de agua entre el suelo y la atmósfera y cuando las condiciones son adecuadas, la nieve cae regularmente en Marte.
“Antes de la existencia de la misión Phoenix no teníamos conocimientos de estas precipitaciones en Marte”, dijo Whiteway.
”Sabíamos que el hielo avanzaba en el polo sur durante el invierno, pero desconocíamos cómo el vapor de agua se movía desde la atmósfera helada hasta el suelo. Ahora sabemos que cae en forma de nieve, y que es parte del ciclo hidrológico en Marte”.
Las observaciones de Marte Reconnaissance Orbiter han detectado nubes de nieve de dióxido de carbono en Marte y la evidencia de nieve de dióxido de carbono que cae a la superficie.
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ESPACIO PROFUNDO, EXPLORACIÓN ESPACIAL
En 2008, nos enteramos por la sonda Phoenix Mars que en el hemisferio norte marciano estaba nevando – tal vez con cierta regularidad- nieve que parecía proceder de las nubes de vapor de agua.
Pero ahora, los datos de la Mars Reconnaissance Orbiter han revelado la más clara evidencia que tenemos hasta ahora de nevadas de dióxido de carbono en Marte.
Los científicos dicen que este es el único ejemplo conocido de nieve de dióxido de carbono cayendo sobre un mundo del sistema solar.
“Estas son las primeras detecciones definitivas de nubes de nieve de dióxido de carbono”, dijo Paul Hayne del Laboratorio de Propulsión a Chorro, autor principal de un nuevo estudio publicado en el Journal of Geophysical Research.
”Estamos convencidos al establecer que las nubes están compuestas de dióxido de carbono -copos de aire marciano- y son lo suficientemente gruesas como para dar lugar a la acumulación de nieve en la superficie”.
Los científicos conocían desde hace décadas que el hielo de dióxido de carbono existe de manera permanente en el casquete polar sur de Marte.
Este dióxido de carbono congelado, el llamado “hielo seco”, requiere temperaturas de unos -125 grados Celsius (- 193 grados Fahrenheit), una temperatura mucho más baja que la que necesita el agua para congelarse.
Aunque nos gusta pensar que Marte es muy similar a la Tierra, hallazgos como éste nos recuerdan que Marte es en realidad muy diferente.
Pero así como la nieve a base de agua cae durante el invierno en el hemisferio norte de Marte, las nevadas de CO2 se producen a partir de nubes en el polo sur del planeta rojo, durante el invierno en el hemisferio sur.
Los componentes del equipo al que pertenecia Hayne analizaron los datos obtenidos por las nubes desde la órbita con la Mars Climate Sounder, uno de los seis instrumentos de la Mars Reconnaissance Orbiter.
Este instrumento registra brillo en nueve bandas de onda de la luz visible e infrarroja como una forma de examinar las partículas y gases en la atmósfera marciana.
Los datos proporcionan información acerca de las temperaturas, los tamaños de las partículas y sus concentraciones.
El nuevo análisis se basa en los datos de observaciones en la región polar sur durante el invierno austral de Marte entre 2006 y 2007, identificando una nube alta de dióxido de carbono de unos 500 kilómetros de diámetro que persiste sobre el polo y otras más pequeñas y de menor duración a menor altitud.
“Una línea de evidencia para la nieve es que las partículas de hielo de dióxido de carbono en las nubes son lo suficientemente grandes como para alcanzar el suelo durante la vida útil de las nubes”, dijo el co-autor del trabajo David Kass, del JPL.
”Otra de las imágenes proviene de las observaciones cuando el instrumento alcanzaba el horizonte, en lugar de mirar directamente hacia abajo, hacia la superficie.
La firma de los espectros de infrarrojo de las nubes vistas desde este ángulo indica claramente que son de dióxido de carbono y que partículas de hielo se extienden hasta la superficie. Mediante este tipo de observaciones, el Mars Climate Sounder es capaz de distinguir las partículas en la atmósfera desde el hielo seco en la superficie.
” El casquete polar sur de Marte es el único hielo que queda de manera estable en la superficie, en él, el dióxido de carbono congelado persiste en la superficie durante todo el año.
Estas nevadas de dióxido de carbono en la atmósfera marciana siempre han sido cuestionadas, no está claro si se presentan en forma de nieve o si simplemente se congela a nivel del suelo como escarcha, pero estas nuevas observaciones señalan que existen nevadas especialmente vigorosas.
“El hallazgo de nieve podría significar que este tipo de depósitos -de nieve o hielo- de alguna manera está ligado a los periodos estacionales”, dijo Haynes.
En 2008, los equipos de científicos de la misión Phoenix pudieron observar nubes de hielo de agua en la atmósfera marciana, así como las precipitaciones durante la noche y la posterior sublimación del agua por la mañana.
El científico de la Phoenix, James Whiteway y sus colegas dijeron que las nubes y las precipitaciones en Marte jugaban un papel en el intercambio de agua entre el suelo y la atmósfera y cuando las condiciones son adecuadas, la nieve cae regularmente en Marte.
“Antes de la existencia de la misión Phoenix no teníamos conocimientos de estas precipitaciones en Marte”, dijo Whiteway.
”Sabíamos que el hielo avanzaba en el polo sur durante el invierno, pero desconocíamos cómo el vapor de agua se movía desde la atmósfera helada hasta el suelo. Ahora sabemos que cae en forma de nieve, y que es parte del ciclo hidrológico en Marte”.
Las observaciones de Marte Reconnaissance Orbiter han detectado nubes de nieve de dióxido de carbono en Marte y la evidencia de nieve de dióxido de carbono que cae a la superficie.
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Cambio climático en la tierra también afecta a Marte
Varios modelos informáticos han calculado con exactitud las condiciones climatológicas de Marte y se han mostrado como indicadores válidos sobre el cambio climático en la Tierra, según dijeron esta semana astrónomos estadunidenses y franceses.
Estos programas informáticos analizaron los glaciares marcianos y otras características del vecino planetario de la Tierra, según los científicos.
"Algunos personajes públicos dan a entender que crear modelos para el cambio climático global en la Tierra es 'ciencia basura', pero si los modelos climáticos pueden explicar rasgos observados en otros planetas, entonces deben tener al menos algo de validez", dijo a través de un comunicado William Hartmann, director de la investigación del Instituto de Ciencias Planetarias.
Los descubrimientos del equipo fueron presentados en el encuentro anual de la división de ciencias planetarias de la Sociedad Astronómica de Estados Unidos, en Reno, Nevada. Algunos escépticos del cambio climático, especialmente el senador republicano del estado de Oklahoma, James Inhofe, rechazó la existencia del cambio climático considerándolo como un invento. Aún así, otros como el propio candidato republicano a las elecciones estadunidenses, Mitt Romney, aceptan la idea del cambio climático, pero mantienen que la ciencia no es concluyente.
La ciencia de la predicción del cambio climático depende en parte de complejos modelos informáticos que tienen en cuenta múltiples factores que influyen en el clima de la Tierra, incluido el nivel de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero en la atmósfera. Muchos de estos modelos han predicho que la temperatura media global aumentará unos 2 grados centígrados este siglo si las emisiones de gases de efecto invernadero continúan en los niveles actuales.
El reciente aumento de la temperatura global apoya estas predicciones.
El lunes la Administración Oceánica Nacional de Estados Unidos informó que el mes de septiembre de 2012 había sido el mes más cálido en la Tierra en los registros modernos y fue el mes número 331 consecutivo con una media de temperatura superior a la del siglo XX.
MODELANDO LAS NIEVES MARCIANAS
Hartmann, un veterano científico de la organización sin ánimo de lucro Instituto de Ciencias Planetarias de Tuscon, Arizona, dijo que él y su equipo confirmaron la efectividad de los modelos informáticos usándolos para prever las condiciones en Marte.
Nuevas observaciones de glaciares por satélite, flujos de hielo y otros rasgos del planeta rojo mostraron que las predicciones de los modelos se correspondían con lo que pasaba en la superficie de Marte, dijo Hartmann en una entrevista telefónica. Una diferencia clave entre la Tierra y Marte es su inclinación, dijo.
El eje de la Tierra está inclinado, con pocas variaciones, a 23,5 grados, se mantiene firme por el peso de la gravedad de la Luna. Esa inclinación es la responsable de las estaciones que se dan en la Tierra durante un año, de forma alternativa en sus hemisferios norte y sur.
Marte carece de un gran satélite que estabilice su inclinación y su eje de rotación puede variar hasta 70 grados respecto al Sol. Cuando esto ocurre el hielo polar se evapora y hace que la humedad se sitúe en la atmósfera marciana y que acabe precipitándose en forma de nieve, hielo y, finalmente, glaciares en las latitudes intermedias de Marte. La última vez que esto ocurrió, según los astrónomos, fue hace entre 5 y 20 millones de años.
Teniendo en cuenta la inclinación, topografía y atmósfera variantes del planeta, los modelos de previsión climática sugieren que hubo nevadas masivas en regiones específicas, y los restos de las nevadas están ahí, dijo Hartmann. Al igual que los flujos de hielo y otras características vistas por la nave Mars Reconnaissance Orbiter de la NASA.
"Tenemos un gran número de personajes públicos, en nuestro país particularmente, que dicen que los modelos de estudio de cambio climático tienen poco valor", dijo Hartmann. "Si la gente que está modelando el cambio climático global puede utilizar estos modelos en Marte y nosotros vemos cosas que se pueden trasladar a otro planeta, será que esta gente debe estar haciendo algo bien".
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