Baltimore • Un nuevo escándalo sobre el cambio climático se desató en Estados Unidos, luego de que salieran a la luz supuestos documentos que muestran que grupos de derecha financiaron una campaña para influenciar la manera en que se enseña la ciencia del clima en las escuelas.
Los archivos sobre la estrategia y el presupuesto interno del Heartland Institute, una organización sin fines lucro con sede en Chicago, Illinois, fueron revelados la semana pasada, en los que destaca que dicho instituto destina 200 mil dólares a un “Proyecto sobre calentamiento global”.
Ese plan pondera que “el hecho de que los humanos están cambiando el clima es una controversia científica” y que es igualmente “debatida la confiablilidad” de los modelos climatológicos, de acuerdo con la documentación que consta de más de 100 hojas.
También se mencionan cientos de miles de dólares en donaciones provenientes de la industria e intereses en combustibles fósiles, un donante anónimo que dio 1.25 millones de dólares y una gratificación de 300 mil para el grupo de científicos que refute los hallazgos de la ONU sobre el cambio climático.Robo de documentos
Después de que se divulgaran los documentos en la red, el instituto admitió que les habían robado archivos, pero aclaró en un comunicado que aún no verificaban que los documentos que circulaban en internet eran los originales o si los alteraron. Sólo aseguraron que el proyecto sobre calentamiento global de 29 páginas era falso, pero no comentó los otros y se negó a responder las solicitudes de entrevista.
Peter Gleick, un científico conocido por luchar contra el cambio climático, confesó que fue él quien se infiltró en el Heartland Institute para obtener los documentos y es acusado de haberlo hecho en forma fraudulenta.
“El crimen de Gleick es grave. Los documentos que robó contenían información sobre los miembros del personal de Heartland, los donantes y aliados; la divulgación ha violado la intimidad de ellos y puesto en peligro su seguridad”, señaló el instituto en un comunicado.
“Estamos consultando a un abogado para determinar los próximos pasos”, abundó la organización tras pedir a los sitios web que divulgaron los archivos que los bajaran inmediatamente, pues están cometiendo un ilícito.
Llega al congresoA pesar de la confesión de robo de Gleick, el escándalo cobró nuevas dimensiones ayer, cuando un congresista pidió que se realice una audiencia para determinar si uno de los científicos que se menciona —empleado del Departamento del Interior de Estados Unidos— recibió indebidas remuneraciones del Heartland Institute.
Según los documentos, Indur Goklany, director asistente en la sección de políticas de proyectos, ciencia y tecnología en el Departamento del Interior, obtuvo mil dólares mensuales para escribir artículos sobre economía y política para dicha organización.
Se supone que los textos aparecerían en un libro del Panel Internacional no Gubernamental sobre el Cambio Climático, un grupo internacional de científicos que critica los reportes de la ONU.
El congresista demócrata de Arizona, Raul Grijalva, solicitó una audiencia del pleno del Comité de Recursos Naturales, mencionando que no es claro si Goklany recibió pagos —lo que es ilegal para los empleados federales— y si otros científicos gubernamentales están involucrados.
“Nuestro comité tiene la obligación de responder a esas interrogantes”, escribió Grijalva, cuya propuesta de audiencia debe ser aprobada por sus pares.
Reacciona Greenpeace
• La filial estadunidense de Greenpeace mandó una serie de cartas al gobierno solicitando una investigación urgente para determinar si los documentos revelan pagos ilegales a científicos federales.
• Kert Davies, director de Investigación de la ONG, dijo que el Heartland Institute lleva a cabo “una campaña multimillonaria de varios años para sembrar la confusión sobre el cambio climático y sobre la ciencia que lo estudia”.
• Sobre el robo de los archivos, el ecologista comentó que “vamos a superar eso (la mala imagen causada) porque se comprobó que los documentos eran reales y provenían de Heartland.