Stephen Hawking en una de sus aplaudidas intervenciones. Aquí, junto al primer ministro canadiense Stephen Harper.
El físico y cosmólogo reveló en una entrevista publicada esta semana en la revista "New Scientist" que, a pesar de su fascinación por los agujeros negros, en lo que más piensa a lo largo del día es en las mujeres, ya que para él son un completo misterio.
La entrevista ha sido publicada para conmemorar el 70 cumpleaños del autor de "A Briefer History of Time" (Brevísima historia del tiempo), que se celebra el 8 de enero.
Hawking, casado y divorciado dos veces, aseguró que su mayor metedura de pata científica fue cuando dijo que la información era destruida en los agujeros negros, algo que más tarde se demostró que no era verdad.
En cuanto al descubrimiento más emocionante en la física, el científico y profesor de la universidad de Cambridge considera que fue cuando el satélite COBE de la NASA descubrió diminutas variaciones de temperatura en las microondas cósmicas de radiación de fondo emanantes del Universo. Además, durante la entrevista, el autor de "El universo en una cáscara de nuez" considera que el Gran Colisionador de Hadrones -el mayor acelerador de partículas del mundo- de Ginebra puede hacer más que cualquier otra cosa por revolucionar el entendimiento científico del Universo.
A pesar de a los 21 años de edad le diagnosticaron una enfermedad neuronal que lo mantiene inmovilizado en una silla de ruedas, Hawking se ha convertido en uno de los grandes físicos de la historia y su 70 cumpleaños va a ser motivo de varios actos y celebraciones.
La Universidad de Cambridge ha organizado, través de su centro de Cosmología teórica, un simposio titulado "El estado del Universo" en el que participarán los físicos más relevantes del mundo, entre ellos el premio Nobel Sauls Perlmutter.
Además, el Museo de la Ciencia de Londres inaugurará el 20 de enero una exposición sobre la vida y los logros científicos del popular físico británico.
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Este satélite (el satélite COBE de la NASA), el “National Polar-orbiting Operational Environmental Satellite System Preparatory Project” o NPP, representa la primera misión concebida con el objetivo de recopilar los datos esenciales para la mejora de las previsiones meteorológicas a corto plazo, al tiempo que permitirá comprender mejor el cambio climático a largo plazo.
El NPP, que ha costado 1.500 millones de dólares, está equipado con cinco instrumentos científicos que podrán analizar la capa de ozono, medir las temperaturas atmosféricas y el movimiento de las placas polares, así como de otros glaciares que son esenciales para la ciencia del cambio climático.
“Las observaciones del NPP (…) nos darán una idea del total de los cambios que están teniendo lugar en nuestro planeta”, explica Jim Gleason, el responsable científico de este satélite basado en el centro Goddard para los vuelos espaciales de la NASA, en Greenbelt (Maryland, este).
“Estos datos nos ayudarán a mejorar nuestros modelos informáticos que predicen la evolución del medio ambiente en el futuro”, añade Gleanson.
“Unas mejores previsiones nos permitirán tomar mejores decisiones tan simples como saber si tenemos que tomar un paraguas por la mañana o tan complejas como responder al cambio climático”, continúa el científico.
Los meteorólogos de la Agencia Oceánica y Atmosférica Estadounidense (NOAA) incorporarán los datos recogidos por el NPP en sus modelos con el objetivo de producir previsiones meteorológicas y de vigilancia que ayuden a los servicios de emergencia en su vigilancia y también a reaccionar frente a la amenaza de diferentes tipos de catástrofes naturales.
El NPP se lanzará en un cohete Delta II de United Lauch Alliance, una sociedad conjunta entre Boeing y Lockheed Martin, desde la base aérea de Vandenberg, en California.
De la talla aproximadamente de un monovolumen y con un peso de 2,13 toneladas, el satélite será puesto en órbita a 824 kilómetros de altitud y orbitará la Tierra alrededor de 14 veces por día.
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