James Hansen, climatólogo |
James Hansen, climatólogo de la NASA y uno de los más veteranos, destacados y controvertidos líderes en la lucha internacional contra el cambio climático, ha anunciado a sus 72 años que dejará sus responsabilidades en la agencia espacial para dedicarse de lleno al activismo político y a contribuir a frenar las emisiones de gases de efecto invernadero.
Hansen era desde hace tres décadas director del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA.
James Hansen. GISS / NASA "Tengo una obligación moral", ha escrito escuetamente en The New York Times. Hansen se retira "para poder vivir a tiempo completo con la ciencia y llamar la atención sobre las consecuencias (del cambio climático) para los jóvenes". Los más críticos lo califican como el "padre del calentamiento" o incluso el "apóstol". Graduado en física y matemáticas, Hansen fue en 1981 uno de los coautores de la primera lista GISS, un recuento de la temperatura media mundial desde 1880. La base de datos, compilada a partir de estaciones repartidas por todo el planeta y numerosas extrapolaciones basadas en modelos informáticos, fue uno de los primeros análisis que mostraba un peligroso aumento de las temperaturas en la Tierra. Con el paso de los años, el recuento se ha ido actualizando y se han añadido nuevas estaciones.
Hansen se hizo popular internacionalmente en 1988 por defender con vehemencia ante el Congreso de EEUU la hipótesis, en aquel entonces balbuciente, de que las emisiones de origen antrópico eran las responsables principales del aumento de las temperaturas.
"Dejémonos de palabrerías.
El cambio climático ya esta aquí", dijo entonces.
El climatólogo también llegó a los medios en el 2006 al trascender que la Administración de Bush había censurado varios de sus estudios por considerarlos demasiado catastrofistas.
Hansen siempre se ha mostrado firme en defender la existencia del cambio climático de origen antrópico. Respecto a la evolución de los últimos años, con un cierto estancamiento del aumento de las temperaturas, el climatólogo lo sigue teniendo claro: ello es debido, dijo en enero, al fenómeno de La Niña y a la presencia de aerosoles en la atmósfera, dos fenómenos que están contrarrestando la influencia humana. El pasado febrero, Hansen fue detenido en Washington en una protesta contra el proyecto de un oleoducto.
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