Escriba el tema que desea buscar en este blog

martes, 25 de agosto de 2015

Día mundial del medio ambiente: Una invitación a consumir con moderación



M. Sc. Raquel Villafrades Torres


Bucaramanga - Colombia


IBERCIENCIA. Comunidad de Educadores para la Cultura Científica. 
Esta nota de divulgación pretende hacer una breve reflexión sobre el impacto que nuestros hábitos de consumo generan sobre el ambiente




Caminamos de la mano por el supermercado 
entre las filas de cereales y detergentes
Avanzamos de estante en estante
hasta llegar a los tarros de conserva
Examinamos el nuevo producto 
anunciado por la televisión
Y de pronto nos miramos a los ojos
y nos sumimos uno en el otro
y nos consumimos

Óscar Hahn Garcés - Sociedad del Consumo, 1981

Uno de los primeros eventos que marcó el origen de la educación ambiental y de las políticas internacionales sobre medio ambiente fue la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, realizada en Estocolmo entre el 5 y el 16 de junio de 1972, en ella se resaltó la responsabilidad de la humanidad frente a sus acciones en las relaciones de interdependencia con el entorno natural. El 15 de diciembre de 1972 la Asamblea general de las Naciones Unidas declaró el 5 de junio como día mundial del medio ambiente (DMMA) en conmemoración al día en que se inauguró la Conferencia antes mencionada y desde entonces diferentes países se han desempeñado como anfitriones con un lema diferente pero que, en todos los casos, pretende concienciar a la población sobre las acciones que se pueden realizar por el cuidado del planeta.
Este año el país sede de las celebraciones globales del DMMA es Italia y el lema “Siete mil millones de sueños. Un solo planeta. Consume con moderación”. Sobre el particular Achim Steiner, subsecretario general de Naciones Unidas, expresó:
(…) El día mundial del medio ambiente proporciona una importante oportunidad para identificar soluciones, regenerar nuestra cultura de consumidores y para crear una sociedad más sostenible donde todo el mundo tenga alimentos para vivir y al mismo tiempo se respete la capacidad regeneradora del planeta. Ha llegado el momento de darse cuenta de lo que “nuestro afán de más” supone para el planeta, salud y el futuro de nuestros hijos
Estas palabras conducen al concepto de huella ecológica como herramienta que ayuda a planificar la sustentabilidad (Wackernagel, 2001) y que se define como el área de tierra (y agua) ecológicamente productiva que se necesita en forma continua para proporcionar todos los recursos energéticos/materiales consumidos y para absorber todos los desechos generados. Karel Mulder (2007), a su vez, expresa que el tamaño de la huella ecológica depende de una cantidad de factores, entre ellos: tipo de desarrollo y estilo de vida del sujeto, la cantidad de recursos utilizados, la tecnología utilizada y la organización social y económica.
Para nadie es un secreto que vivimos en una sociedad consumista y, claramente, inequitativa en la que la huella ecológica de la humanidad, expresada en número de planetas necesarios para sostener la población global si todos lleváramos un mismo estilo de vida, es de 1,4 planetas de acuerdo con los datos de la organización Internacional Global Footprint Network. La huella ecológica global es un 40 por ciento superior de lo que la naturaleza puede sostener, en palabras de Wackernagel (2001)
El consumo actual ya excede el ingreso natural y depende parcialmente del consumo de la riqueza natural. La lujosa fiesta de los ricos de hoy, significa una abultada cuenta para todos en el futuro
Países como Catar o Estados Unidos de tendencias elevadamente consumistas representan un gran aporte en la huella mundial mientras que países como Gabón, con baja huella ecológica, viven con graves carencias en salud y educación a pesar de su riqueza en recursos minerales, así pues, el resumen del Informe Planeta Vivo 2014 señala que los países de ingresos altos parecen presentar un incremento del 10 por ciento en la biodiversidad, los países de ingresos medios presentan una disminución del 18 por ciento y los países de bajos ingresos, una dramática y evidente disminución en su biodiversidad en un 58 por ciento, situación que refleja la forma en que los países de altos ingresos importan sus recursos – en la realidad exportando la pérdida de biodiversidad y su impacto a países de menores ingresos. 
Se debe hacer notar que la biodiversidad y su conservación como fuente de servicios ambientales tiene un valor incalculable para el desarrollo de cualquier sociedad pues los servicios ambientales o ecosistémicos, definidos como los beneficios que las personas obtienen de los ecosistemas y que incluyen aprovisionamiento de agua, alimentos, servicios de regulación hídrica y de soporte como formación de suelos y reciclaje de nutrientes, además de servicios recreativos y espirituales, entre otros (Isch, E., & Gentes, I., 2006), son claves para el bienestar, salud y subsistencia de la humanidad.
Un estilo de vida altamente consumista genera un impacto ambiental elevado mientras que un estilo de vida ecológico reduce el consumo de bienes materiales al mínimo indispensable sin reducir la calidad de vida ni la satisfacción vital (Subirana, 1999). En definitiva, debemos aprender a consumir de manera más inteligente pues como reza el conocido proverbio No hemos heredado la tierra de nuestros ancestros; la hemos tomado prestada de nuestros hijos.
Palabras clave: huella ecológica, consumismo, desarrollo sostenible
Referencias:

  1. Día mundial del medio ambiente – 5 de junio de 2015 (29 de mayo de 2015). Recuperado el 01 de junio de 2015, de http://erenovable.com/dia-mundial-del-medio-ambiente/
  2. 5 de junio: día mundial del medio ambiente. Efeméride dedicada al cuidado y conservación del medio ambiente (s. f.). Recuperado el 01 de junio de 2015, dehttp://www.educarchile.cl/ech/pro/app/detalle?id=130054
  3. Isch, E., & Gentes, I. (2006). Agua y servicios ambientales: visiones críticas desde los Andes. Quito, Ecuador: Ediciones Abya-Yala. Recuperado de: http://goo.gl/LmeKwb
  4. Karel Mulder, Ed. (2007). Desarrollo sostenible para ingenieros. Barcelona: Edicions UPC.
  5. Sánchez, M. Y. y Duarte, C. P. (2009). Educación Ambiental y Calidad de Vida. Bogotá D. C.: UNIVERSIDAD SANTO TOMÁS Editorial y Publicaciones.
  6. Subirana, P. (1999). Ecología para vivir mejor: Respuestas sostenibles a los retos personales y sociales.  Barcelona: Icaria Editorial, S.A.
  7. Wackernagel, M. y Rees, W. (2001). Nuestra Huella Ecológica: Reduciendo el impacto humano sobre la tierra. Santiago de Chile: Editorial LOM.
  8. WWF International, Sociedad Zoológica de Londres, Red de la Huella Global, Agencia Espacial Europea. Informe Planeta Vivo 2014. Resumen. Recuperado el 1 de junio de 2015, de http://goo.gl/JFP0BQ

No hay comentarios:

Entradas (Spots) del Blog