En Galicia, se trabajará principalmente con almejas -fina, babosa y japónica- a través de experimentos de campo y laboratorio en los que se analizarán sus tasas de crecimiento y su comportamiento en diferentes condiciones ambientales y ante cambios fuertes de temperatura y salinidad, informó una nota de la Universidad de Vigo.
La entidad matriz de la investigación será la Universidad de Carolina del Sur, cuyos principales responsables, David Wethey y Sarah Woodin, visitaron recientemente la ciudad olívica, en el marco de la cual firmaron un convenio de colaboración.
A través de este convenio, el investigador Gonzalo Macho, contratado por la Universidad de Carolina del Sur como investigador de posdoctorado, realizará la parte experimental del proyecto en la Estación de las Ciencias Marinas de Toralla y en diversos bancos marisqueros, como los de la cofradía de Redondela.
Los trabajos se prolongarán hasta 2015 y para entonces el objetivo es saber qué especies de almejas se van a adaptar mejor a un cambio climático en el que se esperan temperaturas más extremas, con inviernos más fríos y veranos más cálidos, lluvias más concentradas y periodos de sequía más prolongados.
Carolina del Sur y Vigo, juntos gracias a las almejas. Y es que investigadores de universidades de ambos puntos trabajan de forma conjunta para conocer los efectos del cambio climático en estos bivalbos. Los trabajos están financiados por la agencia de la NASA y la NSF (National Science Foundatio) que se centrará en las especies de interés comercial.
Los investigadores de la University of South Carolina, David Wethey y Sarah Woodin visitaron Galicia para compartir información con el grupo de investigación de la profesora Elsa Vázquez, de la Facultad de Ciencias do Mar. La visita ha servido para firmar un convenio de colaboración, aunque en realidad ya estaban en contacto informal desde hace años. El acuerdo sirve para que el investigador Gonzalo Macho Rivero, contratado en Estados Unidos el pasado año, vuelva a su grupo de investigación.
Su labor consistirá ahora en realizar la parte experimental del proyecto en la estación de Toralla y en diversos bancos marisqueros, como la cofradía de Redondela. Los resultados se podrán conocer a partir del año 2015 y servirán para saber qué especies de almejas se adatpan mejor a las temperaturas extremas, lluvias más concentradas y otras condiciones de un cambio climático.
En el proyecto se incluirá también información histórica recogida por satélites, datos oceanográficos y otros procedentes de capturas. «Desta maneira poderase probar a fiabilidade para poder, a continuación, predicir futuros impactos debidos ao cambio climático na fisioloxía e ecoloxía de especies claves do ecosistema como son os bivalvos», ha explicado la catedrática Elsa Vázquez.
La colaboración se ha extendido también a la Cofradía de Redondela, donde esperan realizar experimentos de crecimiento con las almejas. «Amosou desde o principio o seu interese neste tipo de traballos e colaboracións coas institucións de investigación xa que permiten xuntar o coñecemento local dos mariscadores coas metodoloxías científicas para comprender mellor o comportamento destas especies e achegar solucións ao sector», ha explicado Gonzalo Macho.VER
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