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miércoles, 24 de octubre de 2012

La sustentabilidad y la androginia: la necesidad de nuevas rebeldías y de nuevas utopías

Eloísa Tréllez Solís

Física y ambientalista nacida en Barcelona, con nacionalidad doble hispano-colombiana, de origen gitano, y residente en Perú. 
Cuenta con Maestría en Ciencias, Especialización en Investigación Social y estudios de Doctorado en Educación Ambiental. 
Tiene una amplia trayectoria de trabajo en procesos de educación y gestión ambiental, investigación prospectiva, género y ambiente y participación ambiental comunitaria. 
Es también actriz, declamadora y contadora de cuentos. * * * 

Reflexionar sobre la sustentabilidad desde el género, implica un reto apasionante y a la vez un ejercicio para remirarnos a nosotros y nosotras mismas, intentando algo más que un recuento, más bien un re-encuentro, de lo que otros y otras dijeron sabiamente en relación con estos importantes temas. 
Posiblemente sea interesante sondear horizontes, buscar una reconsideración de algunos elementos del pensamiento y de la acción que nos han venido acompañando sin que sintamos muchas veces su presencia, ya que han sido sutilmente ocultados o fieramente descalificados a lo largo de la historia. 
En este artículo se busca realizar una reflexión sobre algunas facetas de la descalificación continuada del pensamiento libre y sus enlaces con la discriminación de género y de los saberes, como una manera de poner en debate algunos de los aspectos que nos pueden impedir avanzar hacia la sustentabilidad y plantear algunos de los procesos que pueden apoyar las nuevas rebeldías y la construcción de nuevas utopías. 

 El pensamiento libre y las descalificaciones “El mundo llevo en mi mano de mujer. Tiempo del Cosmos” 
E.T. 

Es tiempo del Cosmos.
 Este es un tiempo de avance hacia el conocimiento universal, hacia el retorno y reencuentro con las miradas integradoras y hacia un futuro interdisciplinario y complejo, comprendiendo y construyendo la sustentabilidad.

Estamos a 40 años de la muerte de Rachel Carson, considerada la primera voz de alerta sobre la problemática ambiental mundial, y a 30 años de la publicación del libro “El feminismo o la muerte”, de Francoise D´Eaubourne, en donde aparece el términoecofeminismo por primera vez. Hitos claves de las reflexiones sobre el género y el ambiente que en estas décadas han ido avanzando de manera natural creándose tendencias, enfoques y percepciones diferentes acerca de las posibles vías de convergencia y articulación. En estos acercamientos hay aún mucho que decir, que pensar y que hacer. Pero el valor de aportar propuestas provenientes de corrientes diversas del pensamiento y de la actividad reivindicativa, es innegable. Por ello, hoy celebramos la apertura a nuevas visiones, a planteamientos innovadores, a señales vitales de renovación, a búsquedas en el pensamiento y en la acción de los hombres y de las mujeres, por una mejor relación entre nosotros y nosotras, y con la Naturaleza.

Pero sabemos que el pensamiento libre ha sido perseguido, ignorado o descalificado, a lo largo de la historia, de manera paralela con las inequidades de género, cuando la mujer ha sido igualmente perseguida, ignorada o descalificada.

María Prophetissa, investigadora de la antigüedad1 conocida por haber aportado el axioma capital de la alquimia (“el uno se convierte en dos, el dos en tres y del tercero sale el uno como cuarto” 2 ) y que propuso y construyó procedimientos y aparatos de laboratorio fundamentales, como el famoso horno Kerotakis (una estufa para obtener aceites vegetales), es hoy mencionada de manera ligera e insustancial por su procedimiento del Baño María, que se traduce como un simple método de aplicación en la cocina. Aunque no parece que quienes hablan hoy del baño maría sepan que se refiere al trabajo de una mujer de alto valor intelectual.

Evidentemente, tampoco hay en la actualidad un reconocimiento a la Alquimia, como escuela de pensamiento y de nuevos saberes. Sus propuestas innovadoras fueron objeto de ataques por grupos de presión y de poder, hasta hacer desaparecer un gran número de los aportes de lo que se conoce como “La Obra” y arrinconar a sus representantes, importantes hombres y mujeres de ciencia. Muchos de los alquimistas fueron condenados o perseguidos, muchas de las alquimistas fueron tildadas de brujas y enviadas a la hoguera, o descalificadas en su labor, que no se consideraba científica sino, en el mejor de los casos, adivinatoria. 

Los trabajos científicos o los aportes intelectuales de las mujeres no han sido del agrado de muchos sectores políticos ni de los circuitos de control del conocimiento, a lo largo de los siglos. Aunque se sabe que Aspasia de Mileto (470 – 410 a.C.) escribía los discursos de Pericles, y reunía a valiosos intelectuales para aportar al avance del pensamiento, la historia la señala como una cortesana de lujo. Aunque la astrónoma Aglaonice de Tesalia en el sigo V a-C. sabía predecir el advenimiento de los eclipses, se la consideraba simplemente una vidente.

Hipatia de Alejandría (370-415), una destacada matemática, astrónoma y filósofa, a cuyas clases asistían estudiantes de Europa, Asia y África, fue violentamente muerta a pedradas por una turba incitada por el Patriarca Cirilo de Alejandría (posteriormente ingresado al santoral, hoy San Cirilo 3), que no podía soportar su liderazgo entre las masas y sentía que su poder político era menoscabado por una mujer que se negó a convertirse al cristianismo. La fórmula de declararla bruja resultó un mecanismo perfecto para eliminar su fuerza y su pensamiento vital y lograr que sus escritos fueran quemados.

La descalificación o la acusación han sido (y tal vez siguen siéndolo hoy, con medios más sutiles) una vía reiterada para anular a quienes intentan abrir nuevas rutas al pensamiento y no quieren ajustarse el corset de las diferentes dictaduras.

La naturaleza también ha sufrido y sigue sufriendo persecuciones y atropellos, desde la codicia o la imposición. Es muy representativa la posición del filósofo y gran cancilleringlés Francis Bacon4 (1561-1626), que señalaba que la naturaleza debe ser perseguida, esclavizada, obligada al servicio, y que indicaba como meta de los científicos “torturar la naturaleza hasta que revele sus secretos”. 5

Exactamente trescientos años después del nacimiento de F. Bacon nació en San Petersburgo Lou Andreas Salomé (1861-1937) eminente psicoanalista y feminista, poetisa y filósofa, cuyo trabajo obtuvo el reconocimiento de Freud, y que fue objeto de persecuciones bastante singulares. Por un lado, por sus estudios y por su acercamiento a las plantas y a la medicina natural se la llamaba la Bruja de Hamberg, y por otra parte, debido a los frustrados intentos de Nietzsche por conquistar su amor, fue perseguida y acusada por él de “ atrofia sexual” , escribiendo artículos en su contra en diversas ocasiones . Varias fuentes indican que la tendencia misógina de este filósofo (y su suicidio) se relaciona directamente con su furia por el rechazo de Lou Andreas Salomé, a la que antes había considerado como uno de los valores principales del psicoanálisis y la filosofía de su época.

El calificativo de bruja ha sido un argumento históricamente eficaz y eficiente. Rápido y significativo. De fácil empleo y resultados variados: desde llevar a la víctima a la hoguera, hasta designar hoy a una mujer que no se enmarque en las características de belleza estándar, o a una mujer que quiere saber más de la cuenta... enseguida se proyecta mentalmente la imagen del sombrero negro y la dama en cuestión volando en una escoba, de modo que resulta un excelente impacto publicitario.

Pero no solo hay acusaciones a las brujas 6 , sino también a nuestros congéneres, los brujos. A aquellos hombres que también quieren abrir su pensamiento a nuevas corrientes, a los alquimistas de ayer y de hoy, que confían en la importancia de contar con su soror mystica, es decir, con su parte femenina, a los que intentan entender fenómenos de la naturaleza y del pensamiento, a los que cruzan las fronteras de las ideas pre-establecidas y valoran los saberes no clásicos de las mujeres y de los hombres, afrontando por ello persecuciones similares, aunque no vuelen en escobas.

Un ejemplo maravilloso en ese sentido es el que nos brindó el muy famoso alquimista, naturista y médico suizo Paracelso (1493-1541), en el momento en que sus libros iban a ser quemados en la plaza pública por mandato de la Inquisición. Paracelso proclamó entonces que “el atropello contra sus obras no tenía importancia ya que todo lo que sabía lo había aprendido de las brujas, es decir, de las mujeres sabias” 7. Las tesis de Paracelso se basaban en la armonización de lo masculino y lo femenino, y consideraba la Naturaleza como un todo vivo, un organismo en el que todas sus partes estaban interrelacionadas, una mirada integradora fundamental para nuestras reflexiones de hoy.

La descalificación del conocimiento o de las actitudes de las mujeres ha transitado por otros caminos, algunos ligados a esquemas increíbles sobre la supuesta naturaleza de lo femenino. El catalogar la histeria, por ejemplo, como una enfermedad exclusivamente femenina (del griego hystera: útero) permitió a lo largo de muchos años la tacha social o la burla a numerosas mujeres, excluyendo de tal afección o calificación a los numerosos neuróticos masculinos que también la padecían. Aún hoy, cuando una mujer se irrita, o contradice a sus colegas, se tiene la tendencia a afirmar que está histérica, descalificando su opinión, o minimizando el problema, pese a que ya en 1885 (hace casi 120 años) Charcot clasificó la histeria como una afección del sistema nervioso y justificó la existencia de una histeria masculina. Aunque algunos justifiquen el uso de la expresión histérica para las mujeres en el habla familiar, cabe pensar en si existe alguna razón por la cual no se encuentra en el diccionario un equivalente para la irritación o la contrariedad de los varones!

La persecución del pensamiento libre ha ocurrido durante siglos, y por supuesto, no ha tenido como único objeto a las mujeres, pero son muchos los ejemplos que nos llevan a pensar que cuando son ellas las atacadas, la descalificación es más intensa y excluyente, y que se emplean, hasta hoy, unos mecanismos diferenciados para acallar o acorralar a aquellas mujeres que tratan de buscar, en sus contextos y con sus posibilidades mayores o menores, vías alternativas al pensamiento y a la acción.

Entre los mecanismos clásicos se encuentran todavía la burla o la minimización, la reducción de su voz autorizada al terreno de la familia, la imposición de roles esquemáticos en los que las mujeres deben elegir entre ser santas o prostitutas, la tendencia vigente a situarlas en trabajos de segunda responsabilidad, las barreras de acceso al poder si no se actúa de manera masculinizante, y otros más.

Al parecer, se mantienen temores en algunos círculos sociales (en los que también se incluyen algunas mujeres machistas) relacionados con la potencial rebelión de las mujeres libertarias. No en vano se acusa a las mujeres de los peores males (desde Eva y la manzana, la caja de Pandora, y otras historias similares), y representan para estos grupos un peligro inminente: destruirán la familia, abortarán, serán lesbianas, una diablesas sueltas, en suma, la catástrofe. Así que se acepta su pensamiento y trabajo mientras sean niñas buenas, se comporten con moderación, estudien y trabajen y sostengan la familia, eduquen solas a los hijos, los alimenten y soporten ser maltratadas, violadas, ser las más pobres entre los pobres, y sigan cuidando lo que de la naturaleza y de los humanos dejan las guerras preventivas, los terrorismos y las injusticias económicas. De lo contrario, vendrán las nuevas hogueras.

El ocultamiento de la mujer no se hace solamente con velos o burkas. También se emplean otros medios más sutiles: ocultar su identidad negándole su propio apellido (Mr. and Mrs. Smith), o citándola como propiedad de otro (señora de...), ocultando el valor económico del trabajo doméstico para la sociedad, colocándola detrás y no al lado de su socio, colega, compañero o amante (detrás de todo gran hombre hay una gran mujer...). Escondiendo o escamoteando su rol protagónico en la historia (ver por ejemplo La Mujer en el Tahuantinsuyo 8 , una presencia ocultada), o bien ocultando su ser interior y su intelecto en forzadas externalidades de Muñeca Barbie, ante la amenaza de ser descalificadas por feas, gordas o viejas.

La descalificación de las mujeres así como la descalificación de otros grupos sociales dominados, como los grupos indígenas, los afroamericanos y otros, y la negación y persecución de los pensamientos libres que no se atan a los cánones muestran el miedo de los descalificadores, que emplean este mecanismo como medio de permanencia en el poder, como forma de cerrar las puertas a las nuevas ideas y a las nuevas rebeliones.

Los hombres y las mujeres unidos por la esperanza y la construcción de un futuro sustentable deben estudiar estos procesos, objetar las descalificaciones y los esquemas, para sustituirlos por premisas de justicia social, de defensa de la naturaleza y de respeto mutuo. El apoyo al pensamiento y la acción de las mujeres, y de otros grupos víctimas de inequidades, a sus reivindicaciones como seres humanos de paz, de fuerza y de lucha, es un paso decisivo para la sustentabilidad. Para construir nuevos escenarios de relación social, para abordar con amor los vínculos entre hombres y mujeres, para enfocar con ese mismo amor la relación con la naturaleza y la permanencia de la vida.

Las formas del conocer

 “Ambos pusimos los ojos a la vez en un extremo del mundo, lo reconocimos y callamos. Es desde ese instante que nos conocemos”. Roberto Juarroz 


 Hay muchas formas de conocer y de hacer ciencia, aunque la ortodoxia diga lo contrario y amenace igualmente con la hoguera y sus versiones contemporáneas a los y las transgresoras. Además del muy reconocido y aplicado método científico, método útil y valioso pero excesivamente sacralizado por el positivismo y por numerosos investigadores, existen métodos que las diversas culturas y los diferentes saberes han venido construyendo, para acercarse al mundo y conocerlo.

Los saberes que podemos llamar dominados, provenientes de culturas ancestrales, son parte importante del conocimiento, pero no se permite que se inserten en los espacios académicos porque no se consideran ciencia, desde la perspectiva de los grupos de poder que manejan el conocimiento. Con todo el respeto y la admiración que merecen los que hoy se consideran científicos, y con el reconocimiento debido al aporte que ha hecho la llamada ciencia a la humanidad, también es importante des-sacralizarla y plantear sus responsabilidades, sus limitaciones y su necesaria apertura a otras formas del conocer, que no obedezcan siempre a un método exclusivo, refrendado por las comunidades científicas.

El conocimiento no es un edificio, formado por ladrillos superpuestos. Es mucho más que una suma de saberes clásicos: muestra su complejidad cada vez con mayor intensidad y nos abre la ruta de las incertidumbres y de la creación. Pero resulta muy fácil aplicar la fórmula excluyente: esto no es científico. Frase lapidaria que recuerda un poco los apedreamientos a los herejes. Así también los alquimistas fueron destruidos por los químicos en la antigüedad y las alquimistas fueron condenadas como brujas. Hoy numerosos estudios muestran la importancia de varios de sus aportes, y vemos con asombro cómo fueron anulados, burlados o tergiversados.

La expresión “cuadratura del círculo” empleada por la Alquimia se ha venido usando como una forma de referirse a lo absurdo, a lo que no tiene ningún sentido. Pero hay que recordar la intención real de esta expresión en las reflexiones alquímicas: se parte de la pareja humana, para incluir las tres dimensiones del pensamiento, y avanzar hacia el cuadrado, los cuatro elementos, y su movimiento permanente, que se traduce en un círculo en el que conocemos de manera superior. Un abordaje del pensamiento que no es tan simple como parece. Hay que buscar signos y facetas para avanzar en las ideas.

Heráclito de Éfeso decía del Oráculo Pítico, “el oráculo no habla, no disimula, pero da un signo”9.

Los procesos de adivinación, de comunicación y de conocimiento, característicos de las mujeres gitanas en todo el mundo, estigmatizados y/o temidos a lo largo de la historia, se sustentan en conocimientos y percepciones heredadas, en visiones grupales y en contactos y observaciones de la naturaleza y del cosmos.

Los Maestros del Zen estudian y desarrollan los koans , frases que constituyen dilemas y sirven como objeto de meditación para anular el simple enfoque analítico y despertar el intuitivo. Son adivinanzas que al mismo tiempo que intentan mover al intelecto pueden provocar satori o iluminaciones, para comprender más allá de lo evidente. Los mantras son también instrumentos del pensamiento, para la meditación y las búsquedas.

Los Maestros Ayahuasqueros de la Amazonía peruana, abordan el conocimiento a través del acercamiento a la naturaleza, que es la que informa al observador sobre sus propiedades específicas. Un investigador suizo que ha profundizado en estas formas del conocimiento, cita las explicaciones de un chamán: “La naturaleza habla dando signos y, para comprenderla hay que estar atento a las semejanzas formales...los espíritus de la naturaleza se comunican con los humanos en las alucinaciones y los sueños, es decir, por imágenes mentales” (Narby, 1995).

Es bien conocido que los alquimistas usaban un lenguaje críptico en sus libros y documentos, lo cual ha sido motivo para incomprensiones o descalificaciones. Pero el uso de un lenguaje cifrado, en cierto sentido circular, refleja también la necesidad de buscar vías para explicar aquello que no es comprensible para nuestro intelecto con el uso simple del lenguaje cotidiano. Las canciones llamadas koshuiti que emplean los chamanes Yaminahua, sirven para acercarse al conocimiento:

“Con mis koshuiti quiero ver, cantando examino las cosas el lenguaje doble y entrelazado me aproxima, pero no demasiado, con palabras normales los golpearía frontalmente, con palabras dobles y entrelazadas les doy vueltas alrededor y puedo verlos claramente” 10 Otro chamán amazónico, Alejandro, entrevistado por una destacada investigadora peruana 11 explica así el acercamiento al conocimiento que le brinda la ayahuasca, en su espíritu dual como mujer y hombre: “El ayahuasca se me presenta en persona y como soga, sube como las grandes sogas, su visión se ve tremenda como los árboles, hacia arriba. Te hace ver todo lo que pides. Su espíritu es de mujer y de hombre. Su espíritu a veces llora como un bebe, es cuando algo quieren conversar con uno, por eso lloran”. Quieren conversar... Efectivamente, otra forma del conocimiento se da a través del habla. “Conversar, dice el físico y pensador español Jorge Wagensberg, es el mejor entrenamiento que tiene el ser humano para navegar por la incertidumbre (...) Investigar es conversar, enseñar es conversar, aprender es conversar, experimentar es conversar, reflexionar es conversar (...). No recuerdo haber conversado mucho durante los veinte años que he pasado como alumno en las aulas de la escuela y la universidad”12. Las mujeres hablan, y según algunos de los críticos que se refieren a esta característica como una de las fallas de la naturaleza femenina, hablan mucho y sin sentido. Pero las mujeres reconocen y aplican en sus charlas una forma de conocimiento circular. Cuando varias mujeres se reúnen para conversar, más allá del repetido esquema de que hablan tonterías (sobre hombres o sobre modas), practican una forma de conocimiento que no es comprensible para muchos, pero que va siendo reconocida y revalorada reformulando y profundizando su uso intuitivo tradicional. Una conversación larga entre mujeres, abre muchas vertientes del saber. Al hablar, se entiende más, en el proceso del intercambio de las palabras es donde se percibe la construcción del saber y el surgimiento de nuevas aproximaciones. No solo consuela hablar con las amigas, este acompañamiento de las palabras compartidas ilumina nuevos caminos. A los hombres les resulta difícil seguir este circuito de pensamiento, al igual que a quienes no son indígenas amazónicos les resulta también difícil entender los giros que armonizan el texto y la música hacia el conocimiento. La aproximación femenina a ciertos conocimientos no quiere decir que existan diferencias rotundas entre el conocimiento femenino y el masculino. Parece, más bien, que se llega al conocimiento aportando algunas características heredadas y otras construidas, una sensibilidad y una vibración que son distintas y similares a la vez y pueden tener evidentemente una muy rica complementariedad. Mis experiencias como estudiante de física en Moscú, con compañeros masculinos en un 99%, me permitieron disfrutar de diferentes aproximaciones a ciertos modos de aprender: ellos me enseñaban algunas rigurosidades aprendidas que yo desconocía y contra las que a veces me rebelaba, y yo los sorprendía con intuiciones o percepciones inexplicables que solucionaban casi sin saberlo algunos problemas de difícil abordaje. Pero armábamos grandes equipos de trabajo y nos queríamos intensamente. Con ese cariño que procede de la búsqueda conjunta del saber. Ante la naturaleza y su diversidad también existen versiones alternativas, hacia metas de conocimiento y aplicabilidad comunes y cambiantes, lo que lleva a prioridades que no siempre coinciden. Entre las conclusiones de la investigación 13 realizada con el Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán, sobre los conocimientos diferenciados entre hombres y mujeres en el campo de la diversidad biológica, en la sierra y selva del Perú, se señala que “aunque varones y mujeres coincidieron en manifestar su preocupación general por la situación de la biodiversidad, expresando como los principales problemas el corte y tala indiscriminada, el quemado de plantas, el mal uso de los terrenos, el deterioro progresivo de los suelos, la baja producción, la desaparición de plantas medicinales, entre otros, se percibió un mayor énfasis en las mujeres por la pérdida de especies de flora y fauna, en tanto que los hombres se centraron en los problemas de la producción”. El nivel del conocimiento manifestado por las mujeres y hombres que participaron en el estudio, respecto a la biodiversidad, fue prácticamente similar en cuanto a número y tipo de especies de flora y fauna que se reconocieron como parte de sus saberes. La diferencia consistió, básicamente, en las aplicaciones de estos conocimientos: las mujeres conocían más especies de flora en sus aplicabilidades a nivel medicinal, alimentario, y artesanal; y los hombres expresaron más conocimientos sobre la fauna silvestre y, en el caso de la flora, sobre las aplicabilidades comerciales o productivas. Hay una diferencia también en cuanto a la relación con la naturaleza: las mujeres se inclinaban más al cuidado, a la conservación, al trabajo con semillas, a la defensa de los bosques. Los hombres lo reconocieron palpablemente en el estudio. Pero también tuvieron que reconocer que a las mujeres no se les valoran efectivamente sus conocimientos o intenciones, en términos sociales y de poder económico o político. Finalmente, lo que ellas saben es para aplicarlo, dicen, en la familia y en la casa. Y el poder, que se encuentra fuera de estos espacios, permanece en manos masculinas. El arte es otra forma de conocimiento en una ruta de conexión con la naturaleza. Un acercamiento extraordinario y envolvente que permite alcanzar nuevas dimensiones. Resulta interesante pensar en algunas imágenes y símbolos, por ejemplo, de pintores y pintoras innovadores, que buscaban expresiones distintas en una vía de pensamiento creativo y libertario sin duda apasionante. Veamos los casos de William Blake, El Bosco y Remedios Varo. William Blake (1757-1827), poeta, pintor y grabador londinense, realizó numerosos grabados, pinturas y trabajos artesanales, y escribió poemas dentro de una visión de libertad e independencia alejada de la sociedad pictórica y literaria de la época (no solo la sociedad científica presiona, también las sociedades de artistas catalogan de arte las obras que consideran adecuadas, excluyendo a otras que no se ajustan a sus márgenes). Sus imágenes libertarias eran de crítica social, de acercamiento al pensamiento alquímico, de rechazo a la sociedad injusta, de rebelión, bajo una mirada andrógina, de relaciones equilibradas entre los géneros, de nexo con lo natural, con profundas preocupaciones ante la voluntad de poder que sustituía al amor. El cuadro llamado El Juicio Final, es una expresión imaginativa y extraordinaria de lo que hoy llamaríamos la insustentabilidad. El mismo Blake, presentando su obra, señalaba 14 : “Cuando la imaginación, las artes y las ciencias y todos los dones se consideren vanos y a los hombres solo les quede competir entre ellos, entonces comenzará el juicio final” (el subrayado es mío). Es famoso el hecho de que Blake solo realizó una exposición en su vida!! Jerónimo Bosch (1450-1516), el pintor holandés conocido como El Bosco, tampoco fue reconocido por su obra en ningún momento de su vida, al contrario, las referencias de sus pinturas a la magia, a las claves de los sueños, a la alquimia, al arte teatral, a las formas de la vida y de la naturaleza, fueron interpretadas como parte de las brujerías que estaban siendo perseguidas, por lo cual sus cuadros no fueron expuestos, y su arte solo se consideró digno de estudio y atención pasados casi tres siglos. Un caso excepcional es el Jardín de las Delicias, donado a Felipe II, que se conserva hoy en el Museo del Prado, en Madrid. Esta obra es significativa por su aporte crítico a la sociedad, por sus reflexiones sobre el génesis, por sus imágenes alucinantes e innovadoras. El centro de este tríptico se dedica a mostrar arquitecturas fantásticas, con un hombre pensativo frente al huevo alquímico, acompañado por una enorme variedad de animales y vegetales, reales o fabulosos, indicadores de lo que hoy llamaríamos la biodiversidad y los saberes relacionados sobre la naturaleza. Remedios Varo, pintora catalana del siglo XX (Gerona 1908-México 1963), pacifista y republicana, es otro caso interesante que revela propuestas innovadoras y búsquedas de nuevos conocimientos. Su obra la realizó en su mayoría en México, país al que se trasladó después de la guerra civil española, en busca de horizontes de libertad para su vida y su creación. “Imaginó una vida secreta que surge del suelo, de los muebles, de los muros... unos colores transparentes y luminosos a los que añadió con la exactitud de un alquimista, una medida de sueños y otra de poesía; una de imaginación, otra de vivencias y también una buena dosis de misterio” 15 . Sus extraordinarios cuadros, referidos sobre todo a la naturaleza y los seres humanos, abren puertas al saber, expresan visiones de nuestra relación cósmica, de la cotidianidad convertida en universal, de los símbolos transferidos a nuestras vidas de todos los días, de la vinculación con lazos de armonía interestelar, con un enfoque que evidencia el poder regenerativo de la conexión con lo natural. Un aporte al conocimiento ambiental y universal. Curiosamente, esta gran pintora no fue reconocida por sus colegas como parte del movimiento surrealista, pese a que su trabajo se vinculó con ellos a lo largo de numerosas experiencias compartidas. La posición excluyente de este grupo frente al trabajo de las mujeres (ninguna mujer fue aceptada en la lista oficial de ese movimiento), es una de las facetas incomprensibles en el mundo de la pintura. Para finalizar este breve circuito de aproximaciones y de re-encuentros con los buscadores y las buscadoras de nuevas formas de conocimiento y de libertad en relación con la naturaleza y la vida, de pensamiento y de creación, en el que cabrían tantos ejemplos importantes, resulta grato concluir con un breve homenaje a una gran artista libertaria en el mundo de la danza: Isadora Duncan (1878-1927) nació en San Francisco, EEUU, y abrió un nuevo mundo en el campo de la danza, rechazando la disciplina rigurosa del ballet clásico y creando nuevos movimientos libres, de expresión vital y renovada. Pero esta propuesta fue rechazada en los medios norteamericanos, por lo que tuvo que emigrar a Londres, donde pudo desarrollar sus propuestas creativas y su carrera profesional. Un aporte innovador de la mayor importancia para el desarrollo futuro de la danza fue la improvisación de bailes con música no escrita para la danza, su expresión corporal, sus pies desnudos en contacto con el suelo, para expresar la relación con la naturaleza. El llamado mundo del arte la persiguió y acusó de irrespetar las reglas de la danza, pese a lo cual logró éxitos en escenarios europeos. Su posición libertaria, como artista y como mujer independiente, fue objeto de censura en los círculos sociales. El conocimiento a través de la innovación en el arte, en los vericuetos de la palabra, de las plantas o de la meditación, las reflexiones que apuestan por nuevas maneras de ver y de conocer el mundo y de re-conocernos a nosotros y nosotras mismas, como parte de la naturaleza y de los demás seres a los que respetamos, desde sus perspectivas, es una de las maneras de encuentro entre los hombres y las mujeres, con bases comunes de libertad y de pensamiento compartido. La apertura a nuevos y antiguos saberes y rebeldías: una visión andrógina hacia la sustentabilidad “Todo ser humano tiene derecho al delirio”. José María Borrero Se requieren puertas abiertas a los nuevos y antiguos saberes, a las nuevas y antiguas rebeldías, superando las compuertas y los cerrojos excluyentes de las ideas renovadoras, cruzando los muros de la inequidad de género, de las injusticias sociales y de los atropellos por razones étnicas, generacionales o económicas. Diluyendo y transformando las actitudes destructoras de la naturaleza y de las culturas. Hay alternativas de futuro que el pensamiento y la acción deben proponerse y construir frente a la crisis. Como se afirma en el Manifiesto por la Vida: “La crisis ambiental es una crisis de civilización. Es la crisis de un modelo económico, tecnológico y cultural que ha depredado a la naturaleza y negado a las culturas alternas. El modelo civilizatorio dominante degrada al ambiente, subvalora la diversidad cultural y desconoce al Otro (al indígena, al pobre, a la mujer, al negro, al Sur), mientras privilegia el modo de producción y un estilo de vida insustentables que se han vuelto hegemónicos en el proceso de globalización” 16. Tenemos derecho a nuestro propio delirio, como afirma Borrero, a nuestra versión de las realidades y de los escenarios futuros que queremos construir, a nuestra obstinada búsqueda de las libertades y de la paz. A diseñar las nuevas utopías. Y tenemos derecho a construir juntos, a pensar juntos, a pensar entre dos, entre los hombres y las mujeres, con una mirada hacia las utopías y hacia las posibles variantes de la sustentabilidad. En ese camino, la comprensión de la complejidad ambiental se abre como una de las opciones de mayor interés: “La complejidad ambiental es un proceso de reconstitución de identidades donde se híbrida lo material y simbólico; es el campo en el que se gestan nuevos actores sociales que se movilizan para la apropiación de la naturaleza; es una nueva cultura en la que se construyen nuevas visiones y se despliegan nuevas estrategias de producción sustentable y democracia participativa. La complejidad ambiental se produce en el entrecruzamiento de saberes y arraiga en nuevas identidades. En el principio de este saber no existe un conocimiento último ni un saber privilegiado”. 17 Se trata de un proceso de construcción colectiva, en el que las mujeres y los hombres tienen un espacio de creación conjunta, y que incluye el pensamiento articulado desde diversas posiciones y saberes: “la complejidad ambiental se va construyendo en una dialéctica de posiciones sociales antagónicas, pero también en el enlazamiento de reflexiones colectivas, de valores comunes y acciones solidarias frente a la reapropiación de la naturaleza”. 18 Los saberes ancestrales tienen también un espacio en este proceso, en consonancia con la construcción de una pedagogía ambiental en la que se avanza a través de un “enlazamiento de prácticas, de identidades y saberes, de conocimientos científicos y saberes populares; es la práctica en la que el ser (individual y colectivo) se forja en el saber”. 19 El ser individual y colectivo, el ser fusionado, el ser hombre y el ser mujer, las posiciones diferentes, como una nueva forma del Hierosgamos. Carl Jung (2003), en su estudio sobre Psicología y Alquimia, afirma: “La problemática de los opuestos invocada desde las sombras, representa en la alquimia un papel importante y decisivo, puesto que es esa problemática la que, en la Obra, termina por conducir a la unión de los opuestos en la forma del Hierosgamos o “bodas químicas”. En estas bodas, los supremos opuestos, en forma de lo masculino y lo femenino, se funden en una unidad que ya no contiene oposición alguna, y que por lo tanto es incorruptible”. 20 Así, el concepto de la Androginia (de andros – hombre, y gyné – mujer), nos indica la fusión de las cualidades femeninas y masculinas, apuntando a la necesidad de que los seres humanos logren reencontrarse con el andrógino primitivo 21 , la ambivalencia universal y fecunda, la conciliación de los contrarios que engendra mejores y mayores logros. No se trata de que la diferenciación entre hombres y mujeres no exista, tampoco es una referencia a las opciones sexuales de cada cual que por cierto deben ser respetadas y comprendidas en la sociedad y no convertirse en otro tema de persecuciones, ni tampoco es referencia a una visión del nuevo hermafrodita 22 , pero sí que se trata de la construcción de acercamientos creativos entre unos y otras. Se trata de una nueva "conjunctio, de la unión de opuestos en un armonioso juego recíproco entre el agua masculina y el fuego femenino”23, dentro de un concepto de integración en función de la naturaleza, que trasciende y puede conducir la fusión de pensamientos y acciones. En los llamados Siete Principios Herméticos del Kybalión aparece como principio séptimo, el Principio de Género: “El género está en todo. Todo tiene su principio masculino y femenino. El género se manifiesta en todos los planos... Hay un género manifestado en toda cosa”.24 Y agregan que estos principios están siempre funcionando, a nivel físico, mental y espiritual, y que el entendimiento de estos procesos podrá arrojar luz sobre muchos temas que han dejado perpleja a la humanidad. Un detalle importante en este documento es la interpretación sobre la forma como funciona el principio de género: “Trabaja siempre en la dirección de la generación, de la regeneración y de la creación... Contiene la solución de muchos misterios de la vida”. 25 Así pues, se precisa trabajar en el sentido de la generación de nuevas ideas, de la regeneración y de la creación innovadora, con el equilibrio y el dinamismo requeridos para un mejor acercamiento a la sabiduría, desde las interpretaciones de unos y otras. “La verdad última consiste en la total penetración de Shiva y Shakti , de la energía masculina y femenina, de Purusha (forma) y Pakriti (materia). Shiva ... es el aspecto estático de la más alta realidad; Shakti ... es la energía cinética del Universo”. 26 Con este simbolismo, el Mandala de Vajravarahí, Tibet, del siglo XIX, explica la interpretación de los Yantras herméticos, en su búsqueda de los saberes universales. Y hoy, los nuevos saberes también abren puertas y construyen espacios para nuevas fusiones y articulaciones. Estamos en una era de imaginación y de apertura que requiere ampliarse y consolidarse, siguiendo la famosa afirmación de Einstein: “En momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento”. Pero al igual que en el caso del equilibrio dinámico de los géneros, de sus fusiones y diferenciaciones, también la imaginación y el conocimiento expresan dialécticas apasionantes hacia la sustentabilidad. Hay dos voces y dos pensamientos (de Él y de Ella), que nos descubren todo un universo de imaginación y conocimiento: “El conocimiento científico, sacado de los sueños de una revelación inspirada, es decir, sobrenatural, puede también descubrirse hoy en día, como una “escucha poética” de la naturaleza”. 27 Efectivamente: Él es Ilya Prigogine; Ella es Isabelle Stengers. Dos científicos y pensadores contemporáneos que nos dan un ejemplo extraordinario de creación y de articulación de saberes, y cuya obra común de mayor envergadura y repercusiones, La Nueva Alianza: Metamorfosis de la Ciencia 28 ha significado un vuelco al pensamiento y una nueva propuesta hacia la ciencia y los saberes. Ilya Prigogine, físico y químico belga, de origen ruso (1917-2002), recibió el Premio Nóbel de Química en 1977 por su aporte con la teoría de las estructuras disipativas y los procesos irreversibles, fue artífice a partir de los años 80 de una nueva revolución conceptual que denominó la tercera concepción de la realidad, después del mecanicismo de Newton y de la versión sobre las realidades cuánticas: el concepto de un Universo en permanente construcción, un Universo más complejo de lo que se creía, al cual le corresponde una formulación diferente de los problemas. El fin de las certezas absolutas se convierte para él, en una nueva certeza: la responsabilidad humana en la construcción del futuro, en la búsqueda de un nuevo desorden, señalaba Prigogine. Sus numerosas obras y su apertura a diversas expresiones del saber son de una magnitud y de una trascendencia tales que todavía requiere ser explorada mucho más profundamente. Sus visitas a América Latina y el interés por los procesos y construcciones en esta parte del mundo, han dejado también la cercanía y el afecto entre quienes pudieron conocerlo. Isabelle Stengers, química, filósofa e historiadora de las ciencias, nacida en Bélgica, profesora de diversas universidades y partícipe de movimientos ambientalistas, constituye actualmente un ejemplo de trabajo continuado y articulador sobre temas y concepciones diversas, creativas, en fusión con otros destacados investigadores 29 de diversas disciplinas y enfoques. Además de los trabajos realizados conjuntamente con Prigogine, Isabelle Stengers es una pensadora rebelde, que ha cruzado y sigue transitando caminos renovadores en el pensamiento pero también en la acción por la defensa del ambiente y de la vida. 30 Su famosa expresión sobre la ecología de los saberes, manifiesta también un esfuerzo hacia la validez y comprensión de todos los saberes y una búsqueda comprehensiva de sus expresiones en la historia y en las culturas. En este campo del pensamiento y de la acción contemporáneas hay numerosas personalidades, grupos humanos y procesos que muestran rutas fascinantes de creatividad, solidaridad, actividad práctica y brillantez intelectual. Un ejemplo de ello se encuentra en Vandana Shiva, física y filósofa nacida en la India, y en el movimiento Chipko, de mujeres en lucha para defender el bosque con su propia vida, bajo la inspiración del pensamiento pacifista de Mahatma Gandhi. Vandana Shiva, quien recibió el llamado Premio Nóbel Alternativo, plantea la recuperación del principio femenino, como una alternativa para revertir el cuadro de violencia y de dominación en el mundo: “La recuperación del principio femenino se basa en la amplitud. Consiste en recuperar la Naturaleza, la mujer, el hombre y las formas creativas de ser y percibir. En lo que se refiere a la Naturaleza, supone verla como un organismo vivo. Con relación a la mujer, supone considerarla productiva y activa. En lo que hace relación con el hombre, la recuperación del principio femenino implica situar de nuevo la acción y la actividad en función de crear sociedades que promuevan la vida y no que la reduzcan o amenacen”. 31 Y en cuanto a los Premios Nóbel, este año 2004 se ha otorgado el Premio Nóbel de la Paz a una mujer ambientalista africana, Wangari Maathai, actual parlamentaria ecologista, premio otorgado como reconocimiento a su larga lucha por la democracia, los derechos de la mujer y la protección de la selva en Kenia. En América Latina hay innumerables ejemplos de la articulación de los saberes, de búsquedas para acercar el enfoque de género y el ambiente, en procesos del pensamiento y de la acción, tratando de re-encontrarnos y de construir redes 32 y puentes para avanzar juntos y juntas. Los nuevos pensamientos, las nuevas rebeldías, la fusión de esfuerzos desde distintos campos del saber, desde diversas percepciones masculinas o femeninas, desde la mirada andrógina, del brazo de Hermes y Afrodita, hasta las alianzas creativas por una nueva sociedad, sustentable y armoniosa, dinámica y vital, integrada respetuosa y cálidamente con las raíces culturales y naturales de todos los pueblos. Una nueva alianza, como la que nos proponen Ilya Progogine e Isabelle Stengers: “Ha llegado el momento de nuevas alianzas, ligadas desde siempre, durante mucho tiempo desconocidas, entre la historia humana, la historia de sus sociedades, de sus conocimientos, y la aventura exploradora de la naturaleza”. 33 Una alianza sobre la que el poeta argentino Roberto Juarroz nos dice: “Pensar entre dos, como si hacer el pensamiento fuera igual a hacer el amor”. Bibliografía 34 Aquino, Santo Tomás de (2001), Sobre la Piedra Filosofal. Sobre el arte de la alquimia, Jorge A. 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Notas 1 Diversos estudios la sitúan en el siglo I, otros en el siglo IV, tampoco hay claridad sobre su lugar de nacimiento. 2 Versión convergente con el símbolo del Ouroborus, el dragón o serpiente que se come su propia cola, símil de la naturaleza cíclica del Universo –desde el uno hasta el uno– que aparece también en cosmovisiones de diversas culturas en el mundo. 3 La festividad de San Cirilo, el 27 de junio, bien podría constituirse en una fecha para revalorar el aporte de las mujeres científicas y denunciar las persecuciones al pensamiento libre. 4 No confundir con el monje franciscano y eminente investigador inglés Roger Bacon (1214-1294), que fue perseguido por sus experimentos y por su posición independiente ante la ciencia de la época por lo que fue acusado de hechicero y llevado a prisión. 5 Ver citas en Capra, F. 1997. 6 Habrán notado que la autora de este artículo se identifica ciertamente como bruja contemporánea, por favor, ¡no la persigan por ello! 7 Citado por Victoria Sendón. 8 En Rostworowski, María (2004), pág. 136 y siguientes. 9 Citado por Jeremy Narby, 1995. 10 Nerby, Jeremy. 1995, pág. 95 11 Pérez, Ana María, 2001. 12 Citado en http://www.menorcaweb.net/perequintana/2003_06_01_blog-arxiu.html 13 Ver Tréllez, E. 2002. Género y Biodiversidad. Págs. 117 y siguientes. 14 Ver Roob, Alexander. 2001. 15 Colección Saber Ver. 1997. Remedios Varo. 16 Ver el texto completo en Leff, Enrique. 2002. O en la página web del PNUMA:http://www.rolac.unep.mx/educamb/esp/mantexto.htm, donde también se reciben adhesiones al Manifiesto. 17 Leff, Enrique. 2000. Prólogo al libro, págs. 1 y 2. 18 Ibid. 19 Ibid. 20 Jung, Carl. 2002. pág. 49. 21 Según los alquimistas, Adan (de Adamah – tierra roja), era hombre y mujer al mismo tiempo, el primer ser humano, dotado de cualidades excepcionales en su relación con la naturaleza, cualidades que fue perdiendo gradualmente. Ver Roob, Alexander. 2001. 22 Por cierto, que la fusión terminológica entre Hermes, el saber, y Afrodita, la pasión, es de por sí ¡muy interesante! 23 Von Franz, Marie-Louise. 1995, pág. 152. 24 Ver Tres Iniciados, Los. 1995. Págs. 26. 25 Ibid, pág. 27. 26 Roob, Alexander. 2001. Pág. 469. 27 Prigogine, Ilya; Stengers, Isabelle. 1997. Pág. 325. 28 Ibid. 29 Pueden consultarse en la bibliografía adjunta, algunas de sus obras conjuntas con otros especialistas y que tratan sobre temas relacionados con la ciencia y el poder, la medicina y los chamanes, las herejías, la hipnosis, y muchas más. 30 Ver por ejemplo la declaración realizada recientemente por Isabelle Stengers, a raíz del juicio que se le siguió por sus protestas ante Monsanto contra los organismos genéticamente modificados, en http://www.lillepop.org/article.php3?id_article=49 31 Fragmento del libro de Vandana Shiva, Abrazar la Vida, citado por Emma Siliprandi (ver en la Bibliografía). 32 Un esfuerzo interesante se ha venido desarrollando a través de la Red Latinoamericana de Género y Ambiente, concebida como una comunidad de aprendizaje, dedicada a la investigación, la sistematización e intercambio de experiencias que promuevan la incorporación de la perspectiva de género en las iniciativas de gestión ambiental, y que está siendo liderada desde Costa Rica por UICN Mesoamérica. Ver: «http://www.generoyambiente.org» 33 Op. Cit. Pág. 325 34 He incluido en la lista de autores y autoras, no solamente las iniciales y el apellido como se usa a menudo, sino también los nombres, que son los que nos identifican como hombres o mujeres. VER Es bien conocido que los alquimistas usaban un lenguaje críptico en sus libros y documentos, lo cual ha sido motivo para incomprensiones o descalificaciones. Pero el uso de un lenguaje cifrado, en cierto sentido circular, refleja también la necesidad de buscar vías para explicar aquello que no es comprensible para nuestro intelecto con el uso simple del lenguaje cotidiano. Las canciones llamadas koshuiti que emplean los chamanes Yaminahua, sirven para acercarse al conocimiento: “Con mis koshuiti quiero ver, cantando examino las cosas el lenguaje doble y entrelazado me aproxima, pero no demasiado, con palabras normales los golpearía frontalmente, con palabras dobles y entrelazadas les doy vueltas alrededor y puedo verlos claramente” 10 Otro chamán amazónico, Alejandro, entrevistado por una destacada investigadora peruana 11 explica así el acercamiento al conocimiento que le brinda la ayahuasca, en su espíritu dual como mujer y hombre: “El ayahuasca se me presenta en persona y como soga, sube como las grandes sogas, su visión se ve tremenda como los árboles, hacia arriba. Te hace ver todo lo que pides. Su espíritu es de mujer y de hombre. Su espíritu a veces llora como un bebe, es cuando algo quieren conversar con uno, por eso lloran”. Quieren conversar... Efectivamente, otra forma del conocimiento se da a través del habla. “Conversar, dice el físico y pensador español Jorge Wagensberg, es el mejor entrenamiento que tiene el ser humano para navegar por la incertidumbre (...) Investigar es conversar, enseñar es conversar, aprender es conversar, experimentar es conversar, reflexionar es conversar (...). No recuerdo haber conversado mucho durante los veinte años que he pasado como alumno en las aulas de la escuela y la universidad”12. Las mujeres hablan, y según algunos de los críticos que se refieren a esta característica como una de las fallas de la naturaleza femenina, hablan mucho y sin sentido. Pero las mujeres reconocen y aplican en sus charlas una forma de conocimiento circular. Cuando varias mujeres se reúnen para conversar, más allá del repetido esquema de que hablan tonterías (sobre hombres o sobre modas), practican una forma de conocimiento que no es comprensible para muchos, pero que va siendo reconocida y revalorada reformulando y profundizando su uso intuitivo tradicional. Una conversación larga entre mujeres, abre muchas vertientes del saber. Al hablar, se entiende más, en el proceso del intercambio de las palabras es donde se percibe la construcción del saber y el surgimiento de nuevas aproximaciones. No solo consuela hablar con las amigas, este acompañamiento de las palabras compartidas ilumina nuevos caminos. A los hombres les resulta difícil seguir este circuito de pensamiento, al igual que a quienes no son indígenas amazónicos les resulta también difícil entender los giros que armonizan el texto y la música hacia el conocimiento. La aproximación femenina a ciertos conocimientos no quiere decir que existan diferencias rotundas entre el conocimiento femenino y el masculino. Parece, más bien, que se llega al conocimiento aportando algunas características heredadas y otras construidas, una sensibilidad y una vibración que son distintas y similares a la vez y pueden tener evidentemente una muy rica complementariedad. Mis experiencias como estudiante de física en Moscú, con compañeros masculinos en un 99%, me permitieron disfrutar de diferentes aproximaciones a ciertos modos de aprender: ellos me enseñaban algunas rigurosidades aprendidas que yo desconocía y contra las que a veces me rebelaba, y yo los sorprendía con intuiciones o percepciones inexplicables que solucionaban casi sin saberlo algunos problemas de difícil abordaje. Pero armábamos grandes equipos de trabajo y nos queríamos intensamente. Con ese cariño que procede de la búsqueda conjunta del saber. Ante la naturaleza y su diversidad también existen versiones alternativas, hacia metas de conocimiento y aplicabilidad comunes y cambiantes, lo que lleva a prioridades que no siempre coinciden. Entre las conclusiones de la investigación 13 realizada con el Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán, sobre los conocimientos diferenciados entre hombres y mujeres en el campo de la diversidad biológica, en la sierra y selva del Perú, se señala que “aunque varones y mujeres coincidieron en manifestar su preocupación general por la situación de la biodiversidad, expresando como los principales problemas el corte y tala indiscriminada, el quemado de plantas, el mal uso de los terrenos, el deterioro progresivo de los suelos, la baja producción, la desaparición de plantas medicinales, entre otros, se percibió un mayor énfasis en las mujeres por la pérdida de especies de flora y fauna, en tanto que los hombres se centraron en los problemas de la producción”. El nivel del conocimiento manifestado por las mujeres y hombres que participaron en el estudio, respecto a la biodiversidad, fue prácticamente similar en cuanto a número y tipo de especies de flora y fauna que se reconocieron como parte de sus saberes. La diferencia consistió, básicamente, en las aplicaciones de estos conocimientos: las mujeres conocían más especies de flora en sus aplicabilidades a nivel medicinal, alimentario, y artesanal; y los hombres expresaron más conocimientos sobre la fauna silvestre y, en el caso de la flora, sobre las aplicabilidades comerciales o productivas. Hay una diferencia también en cuanto a la relación con la naturaleza: las mujeres se inclinaban más al cuidado, a la conservación, al trabajo con semillas, a la defensa de los bosques. Los hombres lo reconocieron palpablemente en el estudio. Pero también tuvieron que reconocer que a las mujeres no se les valoran efectivamente sus conocimientos o intenciones, en términos sociales y de poder económico o político. Finalmente, lo que ellas saben es para aplicarlo, dicen, en la familia y en la casa. Y el poder, que se encuentra fuera de estos espacios, permanece en manos masculinas. El arte es otra forma de conocimiento en una ruta de conexión con la naturaleza. Un acercamiento extraordinario y envolvente que permite alcanzar nuevas dimensiones. Resulta interesante pensar en algunas imágenes y símbolos, por ejemplo, de pintores y pintoras innovadores, que buscaban expresiones distintas en una vía de pensamiento creativo y libertario sin duda apasionante. Veamos los casos de William Blake, El Bosco y Remedios Varo. William Blake (1757-1827), poeta, pintor y grabador londinense, realizó numerosos grabados, pinturas y trabajos artesanales, y escribió poemas dentro de una visión de libertad e independencia alejada de la sociedad pictórica y literaria de la época (no solo la sociedad científica presiona, también las sociedades de artistas catalogan de arte las obras que consideran adecuadas, excluyendo a otras que no se ajustan a sus márgenes). Sus imágenes libertarias eran de crítica social, de acercamiento al pensamiento alquímico, de rechazo a la sociedad injusta, de rebelión, bajo una mirada andrógina, de relaciones equilibradas entre los géneros, de nexo con lo natural, con profundas preocupaciones ante la voluntad de poder que sustituía al amor. El cuadro llamado El Juicio Final, es una expresión imaginativa y extraordinaria de lo que hoy llamaríamos la insustentabilidad. El mismo Blake, presentando su obra, señalaba 14 : “Cuando la imaginación, las artes y las ciencias y todos los dones se consideren vanos y a los hombres solo les quede competir entre ellos, entonces comenzará el juicio final” (el subrayado es mío). Es famoso el hecho de que Blake solo realizó una exposición en su vida!! Jerónimo Bosch (1450-1516), el pintor holandés conocido como El Bosco, tampoco fue reconocido por su obra en ningún momento de su vida, al contrario, las referencias de sus pinturas a la magia, a las claves de los sueños, a la alquimia, al arte teatral, a las formas de la vida y de la naturaleza, fueron interpretadas como parte de las brujerías que estaban siendo perseguidas, por lo cual sus cuadros no fueron expuestos, y su arte solo se consideró digno de estudio y atención pasados casi tres siglos. Un caso excepcional es el Jardín de las Delicias, donado a Felipe II, que se conserva hoy en el Museo del Prado, en Madrid. Esta obra es significativa por su aporte crítico a la sociedad, por sus reflexiones sobre el génesis, por sus imágenes alucinantes e innovadoras. El centro de este tríptico se dedica a mostrar arquitecturas fantásticas, con un hombre pensativo frente al huevo alquímico, acompañado por una enorme variedad de animales y vegetales, reales o fabulosos, indicadores de lo que hoy llamaríamos la biodiversidad y los saberes relacionados sobre la naturaleza. Remedios Varo, pintora catalana del siglo XX (Gerona 1908-México 1963), pacifista y republicana, es otro caso interesante que revela propuestas innovadoras y búsquedas de nuevos conocimientos. Su obra la realizó en su mayoría en México, país al que se trasladó después de la guerra civil española, en busca de horizontes de libertad para su vida y su creación. “Imaginó una vida secreta que surge del suelo, de los muebles, de los muros... unos colores transparentes y luminosos a los que añadió con la exactitud de un alquimista, una medida de sueños y otra de poesía; una de imaginación, otra de vivencias y también una buena dosis de misterio” 15 . Sus extraordinarios cuadros, referidos sobre todo a la naturaleza y los seres humanos, abren puertas al saber, expresan visiones de nuestra relación cósmica, de la cotidianidad convertida en universal, de los símbolos transferidos a nuestras vidas de todos los días, de la vinculación con lazos de armonía interestelar, con un enfoque que evidencia el poder regenerativo de la conexión con lo natural. Un aporte al conocimiento ambiental y universal. Curiosamente, esta gran pintora no fue reconocida por sus colegas como parte del movimiento surrealista, pese a que su trabajo se vinculó con ellos a lo largo de numerosas experiencias compartidas. La posición excluyente de este grupo frente al trabajo de las mujeres (ninguna mujer fue aceptada en la lista oficial de ese movimiento), es una de las facetas incomprensibles en el mundo de la pintura. Para finalizar este breve circuito de aproximaciones y de re-encuentros con los buscadores y las buscadoras de nuevas formas de conocimiento y de libertad en relación con la naturaleza y la vida, de pensamiento y de creación, en el que cabrían tantos ejemplos importantes, resulta grato concluir con un breve homenaje a una gran artista libertaria en el mundo de la danza: Isadora Duncan (1878-1927) nació en San Francisco, EEUU, y abrió un nuevo mundo en el campo de la danza, rechazando la disciplina rigurosa del ballet clásico y creando nuevos movimientos libres, de expresión vital y renovada. Pero esta propuesta fue rechazada en los medios norteamericanos, por lo que tuvo que emigrar a Londres, donde pudo desarrollar sus propuestas creativas y su carrera profesional. Un aporte innovador de la mayor importancia para el desarrollo futuro de la danza fue la improvisación de bailes con música no escrita para la danza, su expresión corporal, sus pies desnudos en contacto con el suelo, para expresar la relación con la naturaleza. El llamado mundo del arte la persiguió y acusó de irrespetar las reglas de la danza, pese a lo cual logró éxitos en escenarios europeos. Su posición libertaria, como artista y como mujer independiente, fue objeto de censura en los círculos sociales. El conocimiento a través de la innovación en el arte, en los vericuetos de la palabra, de las plantas o de la meditación, las reflexiones que apuestan por nuevas maneras de ver y de conocer el mundo y de re-conocernos a nosotros y nosotras mismas, como parte de la naturaleza y de los demás seres a los que respetamos, desde sus perspectivas, es una de las maneras de encuentro entre los hombres y las mujeres, con bases comunes de libertad y de pensamiento compartido. La apertura a nuevos y antiguos saberes y rebeldías: una visión andrógina hacia la sustentabilidad “Todo ser humano tiene derecho al delirio”. José María Borrero Se requieren puertas abiertas a los nuevos y antiguos saberes, a las nuevas y antiguas rebeldías, superando las compuertas y los cerrojos excluyentes de las ideas renovadoras, cruzando los muros de la inequidad de género, de las injusticias sociales y de los atropellos por razones étnicas, generacionales o económicas. Diluyendo y transformando las actitudes destructoras de la naturaleza y de las culturas. Hay alternativas de futuro que el pensamiento y la acción deben proponerse y construir frente a la crisis. Como se afirma en el Manifiesto por la Vida: “La crisis ambiental es una crisis de civilización. Es la crisis de un modelo económico, tecnológico y cultural que ha depredado a la naturaleza y negado a las culturas alternas. El modelo civilizatorio dominante degrada al ambiente, subvalora la diversidad cultural y desconoce al Otro (al indígena, al pobre, a la mujer, al negro, al Sur), mientras privilegia el modo de producción y un estilo de vida insustentables que se han vuelto hegemónicos en el proceso de globalización” 16. Tenemos derecho a nuestro propio delirio, como afirma Borrero, a nuestra versión de las realidades y de los escenarios futuros que queremos construir, a nuestra obstinada búsqueda de las libertades y de la paz. A diseñar las nuevas utopías. Y tenemos derecho a construir juntos, a pensar juntos, a pensar entre dos, entre los hombres y las mujeres, con una mirada hacia las utopías y hacia las posibles variantes de la sustentabilidad. En ese camino, la comprensión de la complejidad ambiental se abre como una de las opciones de mayor interés: “La complejidad ambiental es un proceso de reconstitución de identidades donde se híbrida lo material y simbólico; es el campo en el que se gestan nuevos actores sociales que se movilizan para la apropiación de la naturaleza; es una nueva cultura en la que se construyen nuevas visiones y se despliegan nuevas estrategias de producción sustentable y democracia participativa. La complejidad ambiental se produce en el entrecruzamiento de saberes y arraiga en nuevas identidades. En el principio de este saber no existe un conocimiento último ni un saber privilegiado”. 17 Se trata de un proceso de construcción colectiva, en el que las mujeres y los hombres tienen un espacio de creación conjunta, y que incluye el pensamiento articulado desde diversas posiciones y saberes: “la complejidad ambiental se va construyendo en una dialéctica de posiciones sociales antagónicas, pero también en el enlazamiento de reflexiones colectivas, de valores comunes y acciones solidarias frente a la reapropiación de la naturaleza”. 18 Los saberes ancestrales tienen también un espacio en este proceso, en consonancia con la construcción de una pedagogía ambiental en la que se avanza a través de un “enlazamiento de prácticas, de identidades y saberes, de conocimientos científicos y saberes populares; es la práctica en la que el ser (individual y colectivo) se forja en el saber”. 19 El ser individual y colectivo, el ser fusionado, el ser hombre y el ser mujer, las posiciones diferentes, como una nueva forma del Hierosgamos. Carl Jung (2003), en su estudio sobre Psicología y Alquimia, afirma: “La problemática de los opuestos invocada desde las sombras, representa en la alquimia un papel importante y decisivo, puesto que es esa problemática la que, en la Obra, termina por conducir a la unión de los opuestos en la forma del Hierosgamos o “bodas químicas”. En estas bodas, los supremos opuestos, en forma de lo masculino y lo femenino, se funden en una unidad que ya no contiene oposición alguna, y que por lo tanto es incorruptible”. 20 Así, el concepto de la Androginia (de andros – hombre, y gyné – mujer), nos indica la fusión de las cualidades femeninas y masculinas, apuntando a la necesidad de que los seres humanos logren reencontrarse con el andrógino primitivo 21 , la ambivalencia universal y fecunda, la conciliación de los contrarios que engendra mejores y mayores logros. No se trata de que la diferenciación entre hombres y mujeres no exista, tampoco es una referencia a las opciones sexuales de cada cual que por cierto deben ser respetadas y comprendidas en la sociedad y no convertirse en otro tema de persecuciones, ni tampoco es referencia a una visión del nuevo hermafrodita 22 , pero sí que se trata de la construcción de acercamientos creativos entre unos y otras. Se trata de una nueva "conjunctio, de la unión de opuestos en un armonioso juego recíproco entre el agua masculina y el fuego femenino”23, dentro de un concepto de integración en función de la naturaleza, que trasciende y puede conducir la fusión de pensamientos y acciones. En los llamados Siete Principios Herméticos del Kybalión aparece como principio séptimo, el Principio de Género: “El género está en todo. Todo tiene su principio masculino y femenino. El género se manifiesta en todos los planos... Hay un género manifestado en toda cosa”.24 Y agregan que estos principios están siempre funcionando, a nivel físico, mental y espiritual, y que el entendimiento de estos procesos podrá arrojar luz sobre muchos temas que han dejado perpleja a la humanidad. Un detalle importante en este documento es la interpretación sobre la forma como funciona el principio de género: “Trabaja siempre en la dirección de la generación, de la regeneración y de la creación... Contiene la solución de muchos misterios de la vida”. 25 Así pues, se precisa trabajar en el sentido de la generación de nuevas ideas, de la regeneración y de la creación innovadora, con el equilibrio y el dinamismo requeridos para un mejor acercamiento a la sabiduría, desde las interpretaciones de unos y otras. “La verdad última consiste en la total penetración de Shiva y Shakti , de la energía masculina y femenina, de Purusha (forma) y Pakriti (materia). Shiva ... es el aspecto estático de la más alta realidad; Shakti ... es la energía cinética del Universo”. 26 Con este simbolismo, el Mandala de Vajravarahí, Tibet, del siglo XIX, explica la interpretación de los Yantras herméticos, en su búsqueda de los saberes universales. Y hoy, los nuevos saberes también abren puertas y construyen espacios para nuevas fusiones y articulaciones. Estamos en una era de imaginación y de apertura que requiere ampliarse y consolidarse, siguiendo la famosa afirmación de Einstein: “En momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento”. Pero al igual que en el caso del equilibrio dinámico de los géneros, de sus fusiones y diferenciaciones, también la imaginación y el conocimiento expresan dialécticas apasionantes hacia la sustentabilidad. Hay dos voces y dos pensamientos (de Él y de Ella), que nos descubren todo un universo de imaginación y conocimiento: “El conocimiento científico, sacado de los sueños de una revelación inspirada, es decir, sobrenatural, puede también descubrirse hoy en día, como una “escucha poética” de la naturaleza”. 27 Efectivamente: Él es Ilya Prigogine; Ella es Isabelle Stengers. Dos científicos y pensadores contemporáneos que nos dan un ejemplo extraordinario de creación y de articulación de saberes, y cuya obra común de mayor envergadura y repercusiones, La Nueva Alianza: Metamorfosis de la Ciencia 28 ha significado un vuelco al pensamiento y una nueva propuesta hacia la ciencia y los saberes. Ilya Prigogine, físico y químico belga, de origen ruso (1917-2002), recibió el Premio Nóbel de Química en 1977 por su aporte con la teoría de las estructuras disipativas y los procesos irreversibles, fue artífice a partir de los años 80 de una nueva revolución conceptual que denominó la tercera concepción de la realidad, después del mecanicismo de Newton y de la versión sobre las realidades cuánticas: el concepto de un Universo en permanente construcción, un Universo más complejo de lo que se creía, al cual le corresponde una formulación diferente de los problemas. El fin de las certezas absolutas se convierte para él, en una nueva certeza: la responsabilidad humana en la construcción del futuro, en la búsqueda de un nuevo desorden, señalaba Prigogine. Sus numerosas obras y su apertura a diversas expresiones del saber son de una magnitud y de una trascendencia tales que todavía requiere ser explorada mucho más profundamente. Sus visitas a América Latina y el interés por los procesos y construcciones en esta parte del mundo, han dejado también la cercanía y el afecto entre quienes pudieron conocerlo. Isabelle Stengers, química, filósofa e historiadora de las ciencias, nacida en Bélgica, profesora de diversas universidades y partícipe de movimientos ambientalistas, constituye actualmente un ejemplo de trabajo continuado y articulador sobre temas y concepciones diversas, creativas, en fusión con otros destacados investigadores 29 de diversas disciplinas y enfoques. Además de los trabajos realizados conjuntamente con Prigogine, Isabelle Stengers es una pensadora rebelde, que ha cruzado y sigue transitando caminos renovadores en el pensamiento pero también en la acción por la defensa del ambiente y de la vida. 30 Su famosa expresión sobre la ecología de los saberes, manifiesta también un esfuerzo hacia la validez y comprensión de todos los saberes y una búsqueda comprehensiva de sus expresiones en la historia y en las culturas. En este campo del pensamiento y de la acción contemporáneas hay numerosas personalidades, grupos humanos y procesos que muestran rutas fascinantes de creatividad, solidaridad, actividad práctica y brillantez intelectual. Un ejemplo de ello se encuentra en Vandana Shiva, física y filósofa nacida en la India, y en el movimiento Chipko, de mujeres en lucha para defender el bosque con su propia vida, bajo la inspiración del pensamiento pacifista de Mahatma Gandhi. Vandana Shiva, quien recibió el llamado Premio Nóbel Alternativo, plantea la recuperación del principio femenino, como una alternativa para revertir el cuadro de violencia y de dominación en el mundo: “La recuperación del principio femenino se basa en la amplitud. Consiste en recuperar la Naturaleza, la mujer, el hombre y las formas creativas de ser y percibir. En lo que se refiere a la Naturaleza, supone verla como un organismo vivo. Con relación a la mujer, supone considerarla productiva y activa. En lo que hace relación con el hombre, la recuperación del principio femenino implica situar de nuevo la acción y la actividad en función de crear sociedades que promuevan la vida y no que la reduzcan o amenacen”. 31 Y en cuanto a los Premios Nóbel, este año 2004 se ha otorgado el Premio Nóbel de la Paz a una mujer ambientalista africana, Wangari Maathai, actual parlamentaria ecologista, premio otorgado como reconocimiento a su larga lucha por la democracia, los derechos de la mujer y la protección de la selva en Kenia. En América Latina hay innumerables ejemplos de la articulación de los saberes, de búsquedas para acercar el enfoque de género y el ambiente, en procesos del pensamiento y de la acción, tratando de re-encontrarnos y de construir redes 32 y puentes para avanzar juntos y juntas. Los nuevos pensamientos, las nuevas rebeldías, la fusión de esfuerzos desde distintos campos del saber, desde diversas percepciones masculinas o femeninas, desde la mirada andrógina, del brazo de Hermes y Afrodita, hasta las alianzas creativas por una nueva sociedad, sustentable y armoniosa, dinámica y vital, integrada respetuosa y cálidamente con las raíces culturales y naturales de todos los pueblos. Una nueva alianza, como la que nos proponen Ilya Progogine e Isabelle Stengers: “Ha llegado el momento de nuevas alianzas, ligadas desde siempre, durante mucho tiempo desconocidas, entre la historia humana, la historia de sus sociedades, de sus conocimientos, y la aventura exploradora de la naturaleza”. 33 Una alianza sobre la que el poeta argentino Roberto Juarroz nos dice: “Pensar entre dos, como si hacer el pensamiento fuera igual a hacer el amor”. Bibliografía 34 Aquino, Santo Tomás de (2001), Sobre la Piedra Filosofal. Sobre el arte de la alquimia, Jorge A. 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Notas 1 Diversos estudios la sitúan en el siglo I, otros en el siglo IV, tampoco hay claridad sobre su lugar de nacimiento. 2 Versión convergente con el símbolo del Ouroborus, el dragón o serpiente que se come su propia cola, símil de la naturaleza cíclica del Universo –desde el uno hasta el uno– que aparece también en cosmovisiones de diversas culturas en el mundo. 3 La festividad de San Cirilo, el 27 de junio, bien podría constituirse en una fecha para revalorar el aporte de las mujeres científicas y denunciar las persecuciones al pensamiento libre. 4 No confundir con el monje franciscano y eminente investigador inglés Roger Bacon (1214-1294), que fue perseguido por sus experimentos y por su posición independiente ante la ciencia de la época por lo que fue acusado de hechicero y llevado a prisión. 5 Ver citas en Capra, F. 1997. 6 Habrán notado que la autora de este artículo se identifica ciertamente como bruja contemporánea, por favor, ¡no la persigan por ello! 7 Citado por Victoria Sendón. 8 En Rostworowski, María (2004), pág. 136 y siguientes. 9 Citado por Jeremy Narby, 1995. 10 Nerby, Jeremy. 1995, pág. 95 11 Pérez, Ana María, 2001. 12 Citado en http://www.menorcaweb.net/perequintana/2003_06_01_blog-arxiu.html 13 Ver Tréllez, E. 2002. Género y Biodiversidad. Págs. 117 y siguientes. 14 Ver Roob, Alexander. 2001. 15 Colección Saber Ver. 1997. Remedios Varo. 16 Ver el texto completo en Leff, Enrique. 2002. O en la página web del PNUMA:http://www.rolac.unep.mx/educamb/esp/mantexto.htm, donde también se reciben adhesiones al Manifiesto. 17 Leff, Enrique. 2000. Prólogo al libro, págs. 1 y 2. 18 Ibid. 19 Ibid. 20 Jung, Carl. 2002. pág. 49. 21 Según los alquimistas, Adan (de Adamah – tierra roja), era hombre y mujer al mismo tiempo, el primer ser humano, dotado de cualidades excepcionales en su relación con la naturaleza, cualidades que fue perdiendo gradualmente. Ver Roob, Alexander. 2001. 22 Por cierto, que la fusión terminológica entre Hermes, el saber, y Afrodita, la pasión, es de por sí ¡muy interesante! 23 Von Franz, Marie-Louise. 1995, pág. 152. 24 Ver Tres Iniciados, Los. 1995. Págs. 26. 25 Ibid, pág. 27. 26 Roob, Alexander. 2001. Pág. 469. 27 Prigogine, Ilya; Stengers, Isabelle. 1997. Pág. 325. 28 Ibid. 29 Pueden consultarse en la bibliografía adjunta, algunas de sus obras conjuntas con otros especialistas y que tratan sobre temas relacionados con la ciencia y el poder, la medicina y los chamanes, las herejías, la hipnosis, y muchas más. 30 Ver por ejemplo la declaración realizada recientemente por Isabelle Stengers, a raíz del juicio que se le siguió por sus protestas ante Monsanto contra los organismos genéticamente modificados, en http://www.lillepop.org/article.php3?id_article=49 31 Fragmento del libro de Vandana Shiva, Abrazar la Vida, citado por Emma Siliprandi (ver en la Bibliografía). 32 Un esfuerzo interesante se ha venido desarrollando a través de la Red Latinoamericana de Género y Ambiente, concebida como una comunidad de aprendizaje, dedicada a la investigación, la sistematización e intercambio de experiencias que promuevan la incorporación de la perspectiva de género en las iniciativas de gestión ambiental, y que está siendo liderada desde Costa Rica por UICN Mesoamérica. Ver: «http://www.generoyambiente.org» 33 Op. Cit. Pág. 325 34 He incluido en la lista de autores y autoras, no solamente las iniciales y el apellido como se usa a menudo, sino también los nombres, que son los que nos identifican como hombres o mujeres.


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