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viernes, 30 de noviembre de 2012
Las aves son capaces de modificar su canto para adaptarse al ruido urbano
Las aves son capaces de modificar y elegir el canto que mejor se oye para adaptarse al ruido urbano, según la investigación dirigida por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España, que estudió a 28 poblaciones de 21 especies distintas en Brasil y México.
Foto: twobirdersandbinoculars.com
Los resultados de este trabajo, publicado en la revista Journal of Evolutionary Biology, apoyan la hipótesis de que el aprendizaje del canto es un mecanismo que les permite a las aves usar el más apropiado para los hábitats en los que viven.
El responsable de la investigación y especialista en comportamiento de aves y ornitología, Diego Gil, que desarrolló el estudio junto al mexicano Constantino Macías, explicó que "eligen el canto que mejor se oye y se transmite, y el que menos se deteriora en ese ambiente".
Trabajos previos habían demostrado que las aves modifican su canto en hábitats urbanos, haciéndolo más agudo, para que pueda percibirse sobre el ruido continuo de las ciudades.
Ahora, los investigadores han visto que esa modificación resulta más sencilla para aquellas que necesitan aprender de sus semejantes el canto de su especie (denominadas oscinas), frente a las que están "genéticamente programadas" para realizar un tipo concreto de canto, más simple (las suboscinas).
Según Gil, las aves suboscinas podrían ser más vulnerables a la contaminación acústica y menos capaces de colonizar ciudades o nuevos hábitats acústicos.
Esta diferencia entre los dos grupos es relevante para la planificación de la conservación biológica ya que ofrece información acerca de las desigualdades que existen entre las especies en cuanto al grado de resiliencia a las condiciones urbanas, destaca el investigador.
Financiado por la Fundación BBVA, el estudio ha durado 4 años y también han participado investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Se ha desarrollado en las ciudades brasileñas de Curitiba, Brasilia, Manaos y Sao Paulo, por la diversidad especies, así como en México D.F.
Algunas de estas especies investigadas son el Chingolo,
el Bienteveo y
el Zorzal.
FUENTE
Foto: twobirdersandbinoculars.com
Los resultados de este trabajo, publicado en la revista Journal of Evolutionary Biology, apoyan la hipótesis de que el aprendizaje del canto es un mecanismo que les permite a las aves usar el más apropiado para los hábitats en los que viven.
El responsable de la investigación y especialista en comportamiento de aves y ornitología, Diego Gil, que desarrolló el estudio junto al mexicano Constantino Macías, explicó que "eligen el canto que mejor se oye y se transmite, y el que menos se deteriora en ese ambiente".
Trabajos previos habían demostrado que las aves modifican su canto en hábitats urbanos, haciéndolo más agudo, para que pueda percibirse sobre el ruido continuo de las ciudades.
Ahora, los investigadores han visto que esa modificación resulta más sencilla para aquellas que necesitan aprender de sus semejantes el canto de su especie (denominadas oscinas), frente a las que están "genéticamente programadas" para realizar un tipo concreto de canto, más simple (las suboscinas).
Según Gil, las aves suboscinas podrían ser más vulnerables a la contaminación acústica y menos capaces de colonizar ciudades o nuevos hábitats acústicos.
Esta diferencia entre los dos grupos es relevante para la planificación de la conservación biológica ya que ofrece información acerca de las desigualdades que existen entre las especies en cuanto al grado de resiliencia a las condiciones urbanas, destaca el investigador.
Financiado por la Fundación BBVA, el estudio ha durado 4 años y también han participado investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Se ha desarrollado en las ciudades brasileñas de Curitiba, Brasilia, Manaos y Sao Paulo, por la diversidad especies, así como en México D.F.
Algunas de estas especies investigadas son el Chingolo,
el Bienteveo y
el Zorzal.
FUENTE
jueves, 29 de noviembre de 2012
Japón mantiene su rechazo a prolongar los compromisos del Protocolo de Kioto
La UE, Australia, Noruega, Suiza y Catar, en cambio, se han manifestado a favor
Día 28/11/2012 La XVIII Cumbre de Naciones Unidas sobre Cambio Climático de Doha es la primera sobre cambio climático que se celebra en Oriente Medio
La XVIII Cumbre de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP18) arrancó el lunes en Doha (Catar). La primera jornada se centró en analizar la situación de los países menos desarrollados frente al aumento de la temperatura global, a partir de un informe realizado por la Universidad de la ONU. «Las aguas de Bangladesh han visto incrementada su salinidad, lo que ha provocado que las plantas de arroz tradicionales no crezcan a los ritmos habituales.
En Bután han cambiado los patrones de los monzones.Gambia sufre sequías. Kenia, inundaciones. Y Micronesia, la erosión en sus costas», explicó Koko Warner, experta en vulnerabilidad social y adaptación. Otras naciones objeto de estudio han sido Etiopía, Burkina Faso, Mozambique y Nepal, que también se enfrentan a inundaciones y sequías que dificultan la habitabilidad y el cultivo.
Protocolo de Kioto
En 2010, último año del que se tienen datos completos, las emisiones de los principales gases causantes del efecto invernadero -principal acelerador del cambio climático- fueron de 50.100 millones de toneladas. A este ritmo llegarán a 58.000 millones de toneladas en 2020, frente a los 44.000 millones que se consideran aceptables para poder afrontar mayores reducciones a costos razonables. Por tanto, uno de los desafíos en Doha consistirá en que los países reconozcan el desfase entre las emisiones a las que se comprometieron y lo que en realidad se requiere para mantener la temperatura en el máximo fijado. Para los expertos de la ONU la urgencia de tomar acciones es cada vez más evidente si no se quiere llegar al escenario probable que plantea un documento hecho público recientemente por el Banco Mundial: un aumento de la temperatura media del planeta de 4 grados centígrados para finales de siglo.
Tal coyuntura acarrearía «consecuencias devastadoras», con olas de calor extremas y la subida de nivel mar de hasta un metro en ciertas zonas. Anticipando esos peligros reales, de la COP18 deberían surgir los detalles de la extensión del Protocolo de Kioto, así como los parámetros de un nuevo acuerdo universal vinculante sobre cambio climático, más claro y ambicioso, cuya negociación comenzó en mayo de 2012.
El grupo de trabajo Plataforma de Acción de Durban (ADP, en su siglas en inglés) tiene el mandato de elaborar el citado instrumento legal antes del año 2015, para que entre en vigor en 2020. Kioto, firmado en 1997 y cuyo primer periodo de aplicación culmina en 2012, solo obliga a las naciones desarrolladas -excepto EE.UU.-. Rusia, Japón y Canadá se han desmarcado del tratado. La Unión Europea, Australia, Noruega y Suiza ya han confirmado que dirán que sí al nuevo período de compromiso de Kioto, así como Catar.Japón, en cambio, ha asegurado en Doha que no se sumará si China, EE.UU. e India no están sujetos a restricciones similares. El Gobierno canadiense, por su parte, ha anunciado nuevas normas para reducir las emisiones de los automóviles una media de un 5% al año durante 2017 y 2025, e igualarán las correcciones previstas por el sector automovilístico estadounidense.
FUENTE
Día 28/11/2012 La XVIII Cumbre de Naciones Unidas sobre Cambio Climático de Doha es la primera sobre cambio climático que se celebra en Oriente Medio
La XVIII Cumbre de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP18) arrancó el lunes en Doha (Catar). La primera jornada se centró en analizar la situación de los países menos desarrollados frente al aumento de la temperatura global, a partir de un informe realizado por la Universidad de la ONU. «Las aguas de Bangladesh han visto incrementada su salinidad, lo que ha provocado que las plantas de arroz tradicionales no crezcan a los ritmos habituales.
En Bután han cambiado los patrones de los monzones.Gambia sufre sequías. Kenia, inundaciones. Y Micronesia, la erosión en sus costas», explicó Koko Warner, experta en vulnerabilidad social y adaptación. Otras naciones objeto de estudio han sido Etiopía, Burkina Faso, Mozambique y Nepal, que también se enfrentan a inundaciones y sequías que dificultan la habitabilidad y el cultivo.
Protocolo de Kioto
En 2010, último año del que se tienen datos completos, las emisiones de los principales gases causantes del efecto invernadero -principal acelerador del cambio climático- fueron de 50.100 millones de toneladas. A este ritmo llegarán a 58.000 millones de toneladas en 2020, frente a los 44.000 millones que se consideran aceptables para poder afrontar mayores reducciones a costos razonables. Por tanto, uno de los desafíos en Doha consistirá en que los países reconozcan el desfase entre las emisiones a las que se comprometieron y lo que en realidad se requiere para mantener la temperatura en el máximo fijado. Para los expertos de la ONU la urgencia de tomar acciones es cada vez más evidente si no se quiere llegar al escenario probable que plantea un documento hecho público recientemente por el Banco Mundial: un aumento de la temperatura media del planeta de 4 grados centígrados para finales de siglo.
Tal coyuntura acarrearía «consecuencias devastadoras», con olas de calor extremas y la subida de nivel mar de hasta un metro en ciertas zonas. Anticipando esos peligros reales, de la COP18 deberían surgir los detalles de la extensión del Protocolo de Kioto, así como los parámetros de un nuevo acuerdo universal vinculante sobre cambio climático, más claro y ambicioso, cuya negociación comenzó en mayo de 2012.
El grupo de trabajo Plataforma de Acción de Durban (ADP, en su siglas en inglés) tiene el mandato de elaborar el citado instrumento legal antes del año 2015, para que entre en vigor en 2020. Kioto, firmado en 1997 y cuyo primer periodo de aplicación culmina en 2012, solo obliga a las naciones desarrolladas -excepto EE.UU.-. Rusia, Japón y Canadá se han desmarcado del tratado. La Unión Europea, Australia, Noruega y Suiza ya han confirmado que dirán que sí al nuevo período de compromiso de Kioto, así como Catar.Japón, en cambio, ha asegurado en Doha que no se sumará si China, EE.UU. e India no están sujetos a restricciones similares. El Gobierno canadiense, por su parte, ha anunciado nuevas normas para reducir las emisiones de los automóviles una media de un 5% al año durante 2017 y 2025, e igualarán las correcciones previstas por el sector automovilístico estadounidense.
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Se desinfla cumbre de cambio climático en Doha
Se presumía que no iba a ser trascendental, pero no se contemplaban síntomas de fracaso tan pronto.
La Cumbre de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 18), que se desarrolla en Doha (Catar), completará este jueves cuatro días de unas discusiones que se prolongarán hasta el próximo 7 de diciembre.
Y sin completar una semana, la reunión, que busca lograr un acuerdo para reducir las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero, con tal de que el cambio climático no consiga aumentar la temperatura promedio global por encima de los dos grados centígrados, ya muestra síntomas de fracaso.
Se presumía que la Cumbre de Doha no iba a ser trascendental, pero tampoco estaba en los planes que se desinflara tan pronto.
Frente al reto de extender el Protocolo de Kioto, que expira el 31 de diciembre, y que obligaría a los países desarrollados a reducir bajo normas legales sus emisiones contaminantes, sólo la Unión Europea, Suiza y Noruega expresaron su intención de participar en una extensión de este acuerdo.
Pero otros países clave, como Canadá, Japón, Rusia, China y EE. UU, ya anunciaron que no firmarán compromisos nuevos a partir de esa fecha. China y Japón llegaron incluso con posiciones enfrentadas, porque mientras el gigante asiático defiende que los países desarrollados, Japón entre ellos, deben tener obligaciones concretas de reducción de emisiones, Japón reniega del Protocolo que lleva el nombre de su antigua capital imperial (Kioto), al que no considera justo ni efectivo, y está en Catar diciendo que no aceptará propuestas de reducción.
Esta falta de intenciones implica que, por el momento, los países que tomarían parte en una potencial extensión de un Protocolo de Kioto, o de un Kioto 2 como algunos lo han bautizado, sólo generan un 15 por ciento del total de emisiones contaminantes mundiales.
En medio de esa falta de interés, justificada en el caso de EE. UU. por la crisis económica, que según sus representantes no da margen de maniobra para que la industria invierta en soluciones sostenibles, aparecen África y América Latina, cuya función en esta reunión, en la que participan delegados de casi 200 países, se ha limitado a pedirles a las naciones desarrolladas y causantes del cambio climático, apoyo para adaptarse. Precisamente, Doha tendrá al menos que definir la captación de fondos para sustentar el Fondo Verde para el Clima, creado en la cumbre del año pasado en Durban (Suráfrica) y que pretende proporcionar 100.000 millones de euros a países pobres, a partir del 2020, para afrontar los estragos del cambio climático. Esta falta de determinación y de resultados se produce en medio de informes de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) que advierten que el 2012 será nuevamente uno de los años más cálidos desde el siglo XIX. "El cambio climático se proyecta ante nuestros ojos" dijeron hoy voceros de la organización, que destacaron hechos como el derretimiento del Ártico, eventos climáticos extremos como el Niño o la Niña (que se repiten con frecuencia) y el crecimiento del nivel del mar, que ha hecho que huracanes como Sandy sean mucho más impactantes, como algunos de lo principales ejemplos de que la Tierra se ha vuelto un lugar cada vez más vulnerable.
Fuente
La Cumbre de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 18), que se desarrolla en Doha (Catar), completará este jueves cuatro días de unas discusiones que se prolongarán hasta el próximo 7 de diciembre.
Y sin completar una semana, la reunión, que busca lograr un acuerdo para reducir las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero, con tal de que el cambio climático no consiga aumentar la temperatura promedio global por encima de los dos grados centígrados, ya muestra síntomas de fracaso.
Se presumía que la Cumbre de Doha no iba a ser trascendental, pero tampoco estaba en los planes que se desinflara tan pronto.
Frente al reto de extender el Protocolo de Kioto, que expira el 31 de diciembre, y que obligaría a los países desarrollados a reducir bajo normas legales sus emisiones contaminantes, sólo la Unión Europea, Suiza y Noruega expresaron su intención de participar en una extensión de este acuerdo.
Pero otros países clave, como Canadá, Japón, Rusia, China y EE. UU, ya anunciaron que no firmarán compromisos nuevos a partir de esa fecha. China y Japón llegaron incluso con posiciones enfrentadas, porque mientras el gigante asiático defiende que los países desarrollados, Japón entre ellos, deben tener obligaciones concretas de reducción de emisiones, Japón reniega del Protocolo que lleva el nombre de su antigua capital imperial (Kioto), al que no considera justo ni efectivo, y está en Catar diciendo que no aceptará propuestas de reducción.
Esta falta de intenciones implica que, por el momento, los países que tomarían parte en una potencial extensión de un Protocolo de Kioto, o de un Kioto 2 como algunos lo han bautizado, sólo generan un 15 por ciento del total de emisiones contaminantes mundiales.
En medio de esa falta de interés, justificada en el caso de EE. UU. por la crisis económica, que según sus representantes no da margen de maniobra para que la industria invierta en soluciones sostenibles, aparecen África y América Latina, cuya función en esta reunión, en la que participan delegados de casi 200 países, se ha limitado a pedirles a las naciones desarrolladas y causantes del cambio climático, apoyo para adaptarse. Precisamente, Doha tendrá al menos que definir la captación de fondos para sustentar el Fondo Verde para el Clima, creado en la cumbre del año pasado en Durban (Suráfrica) y que pretende proporcionar 100.000 millones de euros a países pobres, a partir del 2020, para afrontar los estragos del cambio climático. Esta falta de determinación y de resultados se produce en medio de informes de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) que advierten que el 2012 será nuevamente uno de los años más cálidos desde el siglo XIX. "El cambio climático se proyecta ante nuestros ojos" dijeron hoy voceros de la organización, que destacaron hechos como el derretimiento del Ártico, eventos climáticos extremos como el Niño o la Niña (que se repiten con frecuencia) y el crecimiento del nivel del mar, que ha hecho que huracanes como Sandy sean mucho más impactantes, como algunos de lo principales ejemplos de que la Tierra se ha vuelto un lugar cada vez más vulnerable.
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Qatar un anfitrión con poca conciencia ecológica
VÍCTIMAS. En 2009, el huracán “Ida” causó estragos en Verapaz, en El Salvador. Según expertos de la organización Germanwatch, los países pobres han sido los más afectados por el cambio climático en los últimos 20 años.
El emirato encabeza la lista de países con más emisión de dióxido de carbono per cápita del mundo ESTAMBUL/DOHA.— El anfitrión de la Conferencia de Naciones Unidas (ONU) sobre Cambio Climático, que comenzó el lunes, se presenta en general como un ejemplo.
Pero Qatar contradice desde la primera impresión todos los ideales de los defensores del medio ambiente. El árido paisaje desértico es surcado por autopistas, por las que se desplazan enormes camiones que gastan grandes cantidades de combustible.
La gasolina es aquí particularmente barata: un litro cuesta apenas 20 centavos de dólar. Pero la protección del medio ambiente no tiene ningún valor para la población.
Potentes equipos de aire acondicionado funcionan en todas partes al máximo.
En las viviendas, así como en centros comerciales y deportivos, bajan las agobiantes temperaturas típicas de la región hasta un nivel que uno comienza a tiritar.
Y pese a que aquí brilla el sol más de 350 días al año, resulta difícil ver paneles solares en las casas, ni siquiera en las construcciones nuevas.
Al analizar las estadísticas ambientales de este pequeño país de unos 1.8 millones de habitantes, a los amigos de la naturaleza se le ponen los pelos de punta: el emirato encabeza la lista de países con más emisión de dióxido de carbono per cápita del mundo, con unas 40 toneladas, ante todo debido a la enorme industria gasífera. Y es que Qatar es el mayor productor del mundo de gas natural licuado, una tecnología que genera una gran emisión de dióxido de carbono, el principal gas de efecto invernadero. Sin embargo, para este país del Golfo, la escasa conciencia ecológica se está convirtiendo gradualmente en un problema.
La contaminación del aire, la salinización del agua, la amenaza del aumento del nivel del mar, todo esto le está causando cada vez más dolores de cabeza al emir, el jeque Hamad bin Jalifa al Thani. A raíz de esto, en 2008 fue creado el Ministerio de Medio Ambiente.
Un año después, el gobierno organizó una conferencia, en la que se discutieron estrategias para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, responsables del calentamiento global de la Tierra. En 2022, Qatar quiere organizar el primer Mundial de Futbol con “una emisión neutra de dióxido de carbono”.
Otro objetivo del gobernante es crear en el pueblo una nueva conciencia del uso del agua y otros recursos.
El consumo de agua en Qatar asciende actualmente a los 310 litros por persona por día, más del doble que en los países de Europa occidental.
En la industria de la energía solar el país también quiere distinguirse, para lo cual tiene previsto comenzar en 2013 con la producción de silicio en una fábrica.
En el pasado, Qatar demostró ser muy ambicioso con sus proyectos, tanto en la política, en el sector energético, en el área de medios, en los deportes o en la cultura.
Y no puede fracasar por falta de dinero, ya que es uno de los países con el mayor ingreso per cápita del mundo.
Por este motivo se espera que Qatar, como anfitrión de la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático, intensifique sus esfuerzos por defender el medio ambiente y arrastre en esta tendencia a otros países que tienen altos niveles de emisión de dióxido de carbono.
FUENTE
El emirato encabeza la lista de países con más emisión de dióxido de carbono per cápita del mundo ESTAMBUL/DOHA.— El anfitrión de la Conferencia de Naciones Unidas (ONU) sobre Cambio Climático, que comenzó el lunes, se presenta en general como un ejemplo.
Pero Qatar contradice desde la primera impresión todos los ideales de los defensores del medio ambiente. El árido paisaje desértico es surcado por autopistas, por las que se desplazan enormes camiones que gastan grandes cantidades de combustible.
La gasolina es aquí particularmente barata: un litro cuesta apenas 20 centavos de dólar. Pero la protección del medio ambiente no tiene ningún valor para la población.
Potentes equipos de aire acondicionado funcionan en todas partes al máximo.
En las viviendas, así como en centros comerciales y deportivos, bajan las agobiantes temperaturas típicas de la región hasta un nivel que uno comienza a tiritar.
Y pese a que aquí brilla el sol más de 350 días al año, resulta difícil ver paneles solares en las casas, ni siquiera en las construcciones nuevas.
Al analizar las estadísticas ambientales de este pequeño país de unos 1.8 millones de habitantes, a los amigos de la naturaleza se le ponen los pelos de punta: el emirato encabeza la lista de países con más emisión de dióxido de carbono per cápita del mundo, con unas 40 toneladas, ante todo debido a la enorme industria gasífera. Y es que Qatar es el mayor productor del mundo de gas natural licuado, una tecnología que genera una gran emisión de dióxido de carbono, el principal gas de efecto invernadero. Sin embargo, para este país del Golfo, la escasa conciencia ecológica se está convirtiendo gradualmente en un problema.
La contaminación del aire, la salinización del agua, la amenaza del aumento del nivel del mar, todo esto le está causando cada vez más dolores de cabeza al emir, el jeque Hamad bin Jalifa al Thani. A raíz de esto, en 2008 fue creado el Ministerio de Medio Ambiente.
Un año después, el gobierno organizó una conferencia, en la que se discutieron estrategias para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, responsables del calentamiento global de la Tierra. En 2022, Qatar quiere organizar el primer Mundial de Futbol con “una emisión neutra de dióxido de carbono”.
Otro objetivo del gobernante es crear en el pueblo una nueva conciencia del uso del agua y otros recursos.
El consumo de agua en Qatar asciende actualmente a los 310 litros por persona por día, más del doble que en los países de Europa occidental.
En la industria de la energía solar el país también quiere distinguirse, para lo cual tiene previsto comenzar en 2013 con la producción de silicio en una fábrica.
En el pasado, Qatar demostró ser muy ambicioso con sus proyectos, tanto en la política, en el sector energético, en el área de medios, en los deportes o en la cultura.
Y no puede fracasar por falta de dinero, ya que es uno de los países con el mayor ingreso per cápita del mundo.
Por este motivo se espera que Qatar, como anfitrión de la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático, intensifique sus esfuerzos por defender el medio ambiente y arrastre en esta tendencia a otros países que tienen altos niveles de emisión de dióxido de carbono.
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Las empresas ante el COP
La 18a Cumbre Mundial sobre Sostenibilidad y Cambio Climático (COP 18) ha comenzado en Doha (Catar).
Las decisiones que allí se tomen cobran más importancia que nunca, ya que no hay más aplazamientos posibles. Como en otras ocasiones, en esta cumbre se juega la credibilidad del proceso, tras años convulsos en los que del fracaso anticipado de Copenhague'09 se pasó a lentos progresos en Cancún'10, y a un acuerdo en los minutos finales de Durban'11 que abrieron la esperanza al logro de objetivos sólidos para 2020.
El reciente estudio de Ernst & Young Bridging the gap. Climate finance in the lead up to Doha COP 18 revela dos tendencias que consideramos cruciales para entender la situación actual.
La primera es una mayor implicación del sector empresarial en el proceso; la segunda, menos positiva, es el incremento de la brecha entre las necesidades de financiación y el presupuesto dispuesto a tal efecto.
Desde la anterior conferencia en Durban se observa una creciente participación del sector privado.
De hecho, en Río+20 del pasado junio se significó por su éxito a nivel empresarial y sus propuestas en esta materia fueron incluso más allá que las de los Gobiernos.
También resulta más que simbólico que la cumbre se celebre en una región que ha construido su progreso económico sobre el comercio de combustibles fósiles y con las economías dependientes en graves dificultades.
En realidad, Oriente Medio también ha emprendido el camino de las energías renovables como indica el impulso de los estados miembros del Consejo de Cooperación del Golfo potenciando, incluso, la diversificación energética y la reducción del consumo interno de combustibles, liberando, así, producción para su exportación.
En Doha no debemos esperar una representación empresarial tan destacada como en anteriores cumbres pero el sector privado debería seguir con atención las decisiones sobre los Mecanismos de Desarrollo Limpio, las oportunidades dentro del Fondo Verde para el Clima y la extensión del Protocolo de Kioto. Por otro lado, la carga que supone financiar la lucha contra el cambio climático es cada vez más pesada. A los 100.000 millones de dólares anuales que se calcula serán necesarios a partir de 2020 a nivel global para esta partida hay que añadir dificultades como la obtención de esta financiación, la falta de objetivos claros en el horizonte o cómo contar con un modelo de gestión definido. Además, según una investigación de Oxford Economics para E&Y, 6 de 10 economías clave (Alemania, Italia, Japón, Australia, Corea y España) proyectaron un descenso del presupuesto contra el cambio climático entre 2010 y 2011.
Francia presenta cambios mínimos para esta partida, y EE UU, Reino Unido y Sudáfrica, ligeros incrementos. Variaciones que representarán un impacto importante en cinco años. España es el país que más incrementa su brecha presupuestaria.
Con una partida de entre 4.000 y 5.000 millones en 2016 -según el escenario considerado-, estaría entre un 0,73% y un 1,13% por debajo del presupuesto. Este gap hace que muchas empresas sufran las consecuencias de la restricción de recursos y las de fenómenos medioambientales extremos que podrían condicionar operaciones.
Riesgos que son también económicos y que deben prevenirse y evitarse. En esto las empresas pueden tener un papel fundamental y su primer rol debería ser ayudar a las instituciones a que el acuerdo en Doha sea posible. Así lo ha hecho la industria británica con su Gobierno para desarrollar el Green Investment Bank, iniciativa que ayudará en la financiación de una economía baja en carbono, tanto mediante mitigación como mediante adaptación.
Hay otros ejemplos, como la firma por parte de 39 bancos, aseguradoras o fondos de inversión de la Natural Capital Declaration, para reflejar su actividad en sostenibilidad y transmitir responsabilidad y transparencia; o la iniciativa lanzada por Ban Ki-Moon en 2011 para el compromiso por parte del sector privado de más de 50.000 millones de dólares para cumplir los objetivos de la Energía Sostenible para Todos (SE4AII). O el anuncio del Foro Consumer Goods Food de EE UU, de 400 distribuidores y fabricantes para lograr la deforestación neta cero en 2020, con cadenas de suministro sostenibles.
En España también es necesario un gran acuerdo público-privado en materia de sostenibilidad que nos deje fuera de este particular ranking negativo.
Y ello a pesar de que hay ejemplos de compañías reconocidas globalmente por sus prácticas pioneras o por su posición en los índices globales de sostenibilidad.
Es preciso trabajar en una dirección conjunta que evite que, si no cubrimos el gap de inversión, tengamos que invertir con posterioridad hasta 10 veces más para afrontar las consecuencias de no prevenir.
Ello nos abrirá más posibilidades en sectores de la economía verde que reduzcan nuestra independencia energética, nos ayuden a generar más valor a nuestra economía y a generar empleo.
Ya contamos con entre 400.000 y 500.000 empleos verdes, un 2,2% del total, en una actividad que genera el 2,4% de nuestro PIB, según datos de Sustainlabour, con la asistencia de la OIT. Y más de 1 millón de nuevos empleos verdes podrían crearse de aquí a 2020.
Tomás Pastor es Director de Sostenibilidad y Cambio Climático de Ernst & Young
FUENTE
Las decisiones que allí se tomen cobran más importancia que nunca, ya que no hay más aplazamientos posibles. Como en otras ocasiones, en esta cumbre se juega la credibilidad del proceso, tras años convulsos en los que del fracaso anticipado de Copenhague'09 se pasó a lentos progresos en Cancún'10, y a un acuerdo en los minutos finales de Durban'11 que abrieron la esperanza al logro de objetivos sólidos para 2020.
El reciente estudio de Ernst & Young Bridging the gap. Climate finance in the lead up to Doha COP 18 revela dos tendencias que consideramos cruciales para entender la situación actual.
La primera es una mayor implicación del sector empresarial en el proceso; la segunda, menos positiva, es el incremento de la brecha entre las necesidades de financiación y el presupuesto dispuesto a tal efecto.
Desde la anterior conferencia en Durban se observa una creciente participación del sector privado.
De hecho, en Río+20 del pasado junio se significó por su éxito a nivel empresarial y sus propuestas en esta materia fueron incluso más allá que las de los Gobiernos.
También resulta más que simbólico que la cumbre se celebre en una región que ha construido su progreso económico sobre el comercio de combustibles fósiles y con las economías dependientes en graves dificultades.
En realidad, Oriente Medio también ha emprendido el camino de las energías renovables como indica el impulso de los estados miembros del Consejo de Cooperación del Golfo potenciando, incluso, la diversificación energética y la reducción del consumo interno de combustibles, liberando, así, producción para su exportación.
En Doha no debemos esperar una representación empresarial tan destacada como en anteriores cumbres pero el sector privado debería seguir con atención las decisiones sobre los Mecanismos de Desarrollo Limpio, las oportunidades dentro del Fondo Verde para el Clima y la extensión del Protocolo de Kioto. Por otro lado, la carga que supone financiar la lucha contra el cambio climático es cada vez más pesada. A los 100.000 millones de dólares anuales que se calcula serán necesarios a partir de 2020 a nivel global para esta partida hay que añadir dificultades como la obtención de esta financiación, la falta de objetivos claros en el horizonte o cómo contar con un modelo de gestión definido. Además, según una investigación de Oxford Economics para E&Y, 6 de 10 economías clave (Alemania, Italia, Japón, Australia, Corea y España) proyectaron un descenso del presupuesto contra el cambio climático entre 2010 y 2011.
Francia presenta cambios mínimos para esta partida, y EE UU, Reino Unido y Sudáfrica, ligeros incrementos. Variaciones que representarán un impacto importante en cinco años. España es el país que más incrementa su brecha presupuestaria.
Con una partida de entre 4.000 y 5.000 millones en 2016 -según el escenario considerado-, estaría entre un 0,73% y un 1,13% por debajo del presupuesto. Este gap hace que muchas empresas sufran las consecuencias de la restricción de recursos y las de fenómenos medioambientales extremos que podrían condicionar operaciones.
Riesgos que son también económicos y que deben prevenirse y evitarse. En esto las empresas pueden tener un papel fundamental y su primer rol debería ser ayudar a las instituciones a que el acuerdo en Doha sea posible. Así lo ha hecho la industria británica con su Gobierno para desarrollar el Green Investment Bank, iniciativa que ayudará en la financiación de una economía baja en carbono, tanto mediante mitigación como mediante adaptación.
Hay otros ejemplos, como la firma por parte de 39 bancos, aseguradoras o fondos de inversión de la Natural Capital Declaration, para reflejar su actividad en sostenibilidad y transmitir responsabilidad y transparencia; o la iniciativa lanzada por Ban Ki-Moon en 2011 para el compromiso por parte del sector privado de más de 50.000 millones de dólares para cumplir los objetivos de la Energía Sostenible para Todos (SE4AII). O el anuncio del Foro Consumer Goods Food de EE UU, de 400 distribuidores y fabricantes para lograr la deforestación neta cero en 2020, con cadenas de suministro sostenibles.
En España también es necesario un gran acuerdo público-privado en materia de sostenibilidad que nos deje fuera de este particular ranking negativo.
Y ello a pesar de que hay ejemplos de compañías reconocidas globalmente por sus prácticas pioneras o por su posición en los índices globales de sostenibilidad.
Es preciso trabajar en una dirección conjunta que evite que, si no cubrimos el gap de inversión, tengamos que invertir con posterioridad hasta 10 veces más para afrontar las consecuencias de no prevenir.
Ello nos abrirá más posibilidades en sectores de la economía verde que reduzcan nuestra independencia energética, nos ayuden a generar más valor a nuestra economía y a generar empleo.
Ya contamos con entre 400.000 y 500.000 empleos verdes, un 2,2% del total, en una actividad que genera el 2,4% de nuestro PIB, según datos de Sustainlabour, con la asistencia de la OIT. Y más de 1 millón de nuevos empleos verdes podrían crearse de aquí a 2020.
Tomás Pastor es Director de Sostenibilidad y Cambio Climático de Ernst & Young
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miércoles, 28 de noviembre de 2012
Nicaragua, tercer país más afectado mundialmente por eventos climáticos extremos
En la lista de los 10 países más afectados a nivel mundial por eventos climáticos extremos (inundaciones, huracanes, tormentas) ocurridos entre 1992-2011, Nicaragua ocupa el tercer lugar, mientras que Honduras aparece como el primer país más afectado mundialmente.
Así mismo, Haití es el 5to país más afectado y República Dominicana el décimo, dejando como resultado, 4 países de Centroamérica y el Caribe entre los más afectados mundialmente durante un período de 20 años. Germanwatch clasifica a estos países sobre la base de las cifras proporcionadas por el /NatCatSERVICE/, una de las fuentes de datos más fidedignas a nivel mundial, por su amplia base de datos sobre catástrofes.
“En los últimos años, hemos profundizado el entendimiento del vinculo entre los eventos climáticos extremos y el cambio climático. Los países más afectados son países en desarrollo, con ingresos bajos y bajos-medios”, explicó Sven Harmeling, autor del Índice Global.
En el caso de Nicaragua fueron monitoreados 44 eventos extremos que ya han generando pérdidas para el país estimadas en 1.89% del PIB nacional.
Por su parte, Saleemul Huq, Director del /International Centre for Climate Change and Development/ (ICCCAD) en Bangladesh, señaló que “la composición de países que están el top de la lista refleja la conjunción de los impactos ocasionados por los eventos climáticos, así como de las carencias y debilidades existentes en los países para prepararse frente a esos eventos”.
En la información presentada sobre los países más afectados durante el año 2011, El Salvador ocupa el 4to lugar y Guatemala el 9no lugar por huracanes y deslaves ocurridos durante ese año, habiendo ocasionado pérdidas de US$ 1,000 millones y US$500 millones respectivamente.
Para Mónica López Baltodano, delegada de Centro Humboldt (Nicaragua) y observadora de sociedad civil en la COP 18 de Catar, explicó que “estas son razones suficientes para demandar que Centroamérica sea reconocida oficialmente en la Convención de Cambio Climático de Naciones Unidas como región altamente vulnerable a los impactos del cambio climático”.
“Estamos exigiendo que los países industrializados, llamados desarrollados, cumplan con sus responsabilidades globales, garantizando la correspondiente transferencia de tecnología, financiamiento climático sustantivo y compensación por pérdidas y daños sufridos por nuestros países, a causa de sus emisiones excesivas de gases que calientan el planeta, dejándonos catástrofes y sufrimiento a los países más empobrecidos” destacó López Baltodano. De acuerdo a los datos proporcionados por Germanwatch, 530,000 personas han muerto a nivel mundial por consecuencia directa de los 15,000 eventos climáticos extremos monitoreados, con pérdidas estimadas en US$ 3.5 trillones de dólares por eventos ocurridos entre 1992-2011.
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Honduras y Nicaragua, entre los países más afectados por el cambio climático
Honduras y Nicaragua son dos de los países que más han sido afectados por el cambio climático entre 1990 y 2010, según un estudio difundido hoy en Managua por un organismo ambientalista local.Managua, 28 de noviembre de 2012
La organización no gubernamental Centro Humboldt presentó el Índice Global de Riesgo Climático 2013, elaborado por el organismo ecologista alemán Germanwatch, que estudió los eventos climáticos extremos de la última década del siglo XX y la primera del presente en 179 países.
Honduras aparece como el país más impactado por el cambio del clima con un promedio de 329 personas muertas por año, mientras Nicaragua es el tercero con 160 fallecidos cada año en las últimas dos décadas, según el estudio de la organización alemana divulgado este martes en Managua. Haití, en la quinta posición, y la República Dominicana, en la décima, son los otros países latinoamericanos más afectados por el cambio climático, de acuerdo al estudio.
El Centro Humboldt, basado en el estudio de Germanwatch, indicó que "ocho de los diez países más afectados tienen renta baja o renta media", incluido Honduras, Nicaragua, Haití y la República Dominicana. La lista la completan Birmania (2), Bangladesh (4), Vietnam (6), Corea del Norte (7), Pakistán (8) y Tailandia (9).
Durante las dos décadas, un total de 15.000 eventos climáticos extremos, como huracanes, inundaciones y tormentas, causaron la muerte de 530.000 personas a nivel global, según el informe.
Germanwatch calculó las pérdidas materiales en 2,5 billones de dólares y advirtió que los impactos seguirán siendo "potencialmente peligrosos" si no se realizan acciones para mitigar y adaptarse al cambio climático.
El estudio incluye una lista de los diez países más afectados por el cambio climático en 2011, en la que aparecen El Salvador, Brasil y Guatemala, además de Tailandia, Camboya, Pakistán, Filipinas, Estados Unidos, Laos y Sri Lanka. Germanwatch explicó que ambas listas reflejan que existen dos maneras en que el cambio climático afecta a los países. La primera es continua, como el caso de Honduras, que cada año sufre impactos negativos.
La segunda es por casos excepcionales, como Birmania, que en un año (2008) sufrió el 87 % de sus afectaciones históricas
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La organización no gubernamental Centro Humboldt presentó el Índice Global de Riesgo Climático 2013, elaborado por el organismo ecologista alemán Germanwatch, que estudió los eventos climáticos extremos de la última década del siglo XX y la primera del presente en 179 países.
Honduras aparece como el país más impactado por el cambio del clima con un promedio de 329 personas muertas por año, mientras Nicaragua es el tercero con 160 fallecidos cada año en las últimas dos décadas, según el estudio de la organización alemana divulgado este martes en Managua. Haití, en la quinta posición, y la República Dominicana, en la décima, son los otros países latinoamericanos más afectados por el cambio climático, de acuerdo al estudio.
El Centro Humboldt, basado en el estudio de Germanwatch, indicó que "ocho de los diez países más afectados tienen renta baja o renta media", incluido Honduras, Nicaragua, Haití y la República Dominicana. La lista la completan Birmania (2), Bangladesh (4), Vietnam (6), Corea del Norte (7), Pakistán (8) y Tailandia (9).
Durante las dos décadas, un total de 15.000 eventos climáticos extremos, como huracanes, inundaciones y tormentas, causaron la muerte de 530.000 personas a nivel global, según el informe.
Germanwatch calculó las pérdidas materiales en 2,5 billones de dólares y advirtió que los impactos seguirán siendo "potencialmente peligrosos" si no se realizan acciones para mitigar y adaptarse al cambio climático.
El estudio incluye una lista de los diez países más afectados por el cambio climático en 2011, en la que aparecen El Salvador, Brasil y Guatemala, además de Tailandia, Camboya, Pakistán, Filipinas, Estados Unidos, Laos y Sri Lanka. Germanwatch explicó que ambas listas reflejan que existen dos maneras en que el cambio climático afecta a los países. La primera es continua, como el caso de Honduras, que cada año sufre impactos negativos.
La segunda es por casos excepcionales, como Birmania, que en un año (2008) sufrió el 87 % de sus afectaciones históricas
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martes, 27 de noviembre de 2012
CEPAL División de Desarrollo Sostenible y Asentamientos Humanos
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Comenzó la Cumbre sobre el Cambio Climático en Qatar
El encuentro, organizado por la ONU, busca que los 195 países participantes arriben un acuerdo para frenar la emisión de gases de efecto invernadero
La Cumbre de la ONU sobre el Cambio Climático, en Qatar.
Con gran expectativa por parte de los delegados de 195 países del mundo participantes, arrancó hoy en
Doha, Qatar, la Cumbre de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, con el objetivo de avanzar en las complejas negociaciones sobre la limitación de los gases con efecto invernadero (GEI), responsables del calentamiento global y las alteraciones bruscas en el clima de la Tierra.
De la conferencia, que se prolongará hasta el 7 de diciembre en la capital de Qatar, participan unas 17.000 personas, pero recién a partir del día 4 del mes próximo, unos 100 ministros de medio ambiente y los negociadores de los países se sumarán para cerrar un acuerdo y cumplir una nueva etapa en el difícil proceso de negociaciones de la ONU lanzado en 1995 que buscó, con la elaboración del Protocolo de Kyoto de 1997, reducir las emisiones de GEI en un cinco por ciento respecto a los niveles registrados en 1990.
En la apertura de la Cumbre Mundial, Qatar llamó hoy a los 195 países que participan en la reunión de las Naciones Unidas sobre cambio climático a cooperar "en esta histórica conferencia".
"En los próximos días tenemos frente a nosotros una oportunidad de oro. Tenemos que aprovecharla ya que es un desafío y un punto de inflexión en las negociaciones sobre cambio climático", afirmó en la apertura de la reunión el viceprimer ministro de Qatar, Abdullah bin Hamad Al Attiyah.
Asimismo, la secretaria ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (Cmnucc), Christiana Figueres, remarcó que el encuentro de Doha representa un desafío único: mirar hacia el presente y el futuro".
"El presente son los medios de aumentar el nivel de ambición en forma urgente, es decir, que los países asuman compromisos más fuertes en materia de reducción de los GEI. Y el futuro es el marco que se impondrá a todos, con equidad y en conformidad con lo que requiere la ciencia", explicó Figueres.
El encuentro denominado "Conferencia de las Partes de la Convención de la ONU sobre Cambio Climático (COP18)" tiene como objetivo acelerar las iniciativas para reducir los gases de efecto invernadero a nivel mundial, que generan el cambio climático y afectan a millones de personas.
La primera jornada del debate por el cambio climático, en Qatar.
REUNIONES PREVIAS SIN ÉXITO
En las 17 reuniones anteriores, las iniciativas adoptadas por los 195 países para reducir sus GEI no lograron un acuerdo efectivo para permitir reducir el calentamiento global a sólo dos grados centígrados, el objetivo de la comunidad internacional y el límite más allá del cual el sistema climático podría alterarse y generar efectos incontrolables en el planeta.
En el último informe de Organización Meteorológica Mundial (OMM), se supo que la concentración de gases de efecto invernadero -principal impulso del cambio climático- alcanzó un nuevo récord histórico, ya que se batieron todas las marcas de emisión de dióxido de carbono, metano y óxido de nitrógeno. Los niveles del primero -cuyas emisiones son provocadas por la quema de combustibles fósiles o la deforestación- llegaron a 390,9 partes por millón en 2011; es decir, dos partes por millón más que en 2010.
La primera jornada del debate por el cambio climático, en Qatar.
Cuando Figueres se refería buscar un nuevo acuerdo mundial, hablaba de profundizar la Plataforma Durban, el documento elaborado en la última cumbre climática realizada hace un año en Sudáfrica, en donde los países participantes aprobaron una extensión del Protocolo de Kyoto que limita las emisiones de dióxido de carbono y acordaron elaborar hasta el año 2015 un acuerdo vinculante del clima para limitar el calentamiento de la Tierra en máximo dos grados Celsius, que deberá entrar en vigencia a más tardar en 2020. La concentración sin precedentes de gases con efecto de invernadero (GEI) en la atmósfera y el riesgo de un calentamiento de 4 C hacia 2060 ha llevado a que se produjeran llamados de alerta en vísperas de la conferencia de la ONU organizada por Qatar, el país líder en emisiones de GEI por habitante..
Fuente
Con gran expectativa por parte de los delegados de 195 países del mundo participantes, arrancó hoy en
Doha, Qatar, la Cumbre de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, con el objetivo de avanzar en las complejas negociaciones sobre la limitación de los gases con efecto invernadero (GEI), responsables del calentamiento global y las alteraciones bruscas en el clima de la Tierra.
De la conferencia, que se prolongará hasta el 7 de diciembre en la capital de Qatar, participan unas 17.000 personas, pero recién a partir del día 4 del mes próximo, unos 100 ministros de medio ambiente y los negociadores de los países se sumarán para cerrar un acuerdo y cumplir una nueva etapa en el difícil proceso de negociaciones de la ONU lanzado en 1995 que buscó, con la elaboración del Protocolo de Kyoto de 1997, reducir las emisiones de GEI en un cinco por ciento respecto a los niveles registrados en 1990.
En la apertura de la Cumbre Mundial, Qatar llamó hoy a los 195 países que participan en la reunión de las Naciones Unidas sobre cambio climático a cooperar "en esta histórica conferencia".
"En los próximos días tenemos frente a nosotros una oportunidad de oro. Tenemos que aprovecharla ya que es un desafío y un punto de inflexión en las negociaciones sobre cambio climático", afirmó en la apertura de la reunión el viceprimer ministro de Qatar, Abdullah bin Hamad Al Attiyah.
Asimismo, la secretaria ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (Cmnucc), Christiana Figueres, remarcó que el encuentro de Doha representa un desafío único: mirar hacia el presente y el futuro".
"El presente son los medios de aumentar el nivel de ambición en forma urgente, es decir, que los países asuman compromisos más fuertes en materia de reducción de los GEI. Y el futuro es el marco que se impondrá a todos, con equidad y en conformidad con lo que requiere la ciencia", explicó Figueres.
El encuentro denominado "Conferencia de las Partes de la Convención de la ONU sobre Cambio Climático (COP18)" tiene como objetivo acelerar las iniciativas para reducir los gases de efecto invernadero a nivel mundial, que generan el cambio climático y afectan a millones de personas.
La primera jornada del debate por el cambio climático, en Qatar.
REUNIONES PREVIAS SIN ÉXITO
En las 17 reuniones anteriores, las iniciativas adoptadas por los 195 países para reducir sus GEI no lograron un acuerdo efectivo para permitir reducir el calentamiento global a sólo dos grados centígrados, el objetivo de la comunidad internacional y el límite más allá del cual el sistema climático podría alterarse y generar efectos incontrolables en el planeta.
En el último informe de Organización Meteorológica Mundial (OMM), se supo que la concentración de gases de efecto invernadero -principal impulso del cambio climático- alcanzó un nuevo récord histórico, ya que se batieron todas las marcas de emisión de dióxido de carbono, metano y óxido de nitrógeno. Los niveles del primero -cuyas emisiones son provocadas por la quema de combustibles fósiles o la deforestación- llegaron a 390,9 partes por millón en 2011; es decir, dos partes por millón más que en 2010.
La primera jornada del debate por el cambio climático, en Qatar.
Cuando Figueres se refería buscar un nuevo acuerdo mundial, hablaba de profundizar la Plataforma Durban, el documento elaborado en la última cumbre climática realizada hace un año en Sudáfrica, en donde los países participantes aprobaron una extensión del Protocolo de Kyoto que limita las emisiones de dióxido de carbono y acordaron elaborar hasta el año 2015 un acuerdo vinculante del clima para limitar el calentamiento de la Tierra en máximo dos grados Celsius, que deberá entrar en vigencia a más tardar en 2020. La concentración sin precedentes de gases con efecto de invernadero (GEI) en la atmósfera y el riesgo de un calentamiento de 4 C hacia 2060 ha llevado a que se produjeran llamados de alerta en vísperas de la conferencia de la ONU organizada por Qatar, el país líder en emisiones de GEI por habitante..
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viernes, 23 de noviembre de 2012
VENTANA: Desde sus inicios hace 21 años en Guadalajara, pasando por Madrid, luego Cartagenas de Indias, Bariloche, Viña del Mar, Bávaro, Mar del Plata entre otras capitales y enclaves turísticos hasta llegar a Cádiz, las Cumbres Iberoamericanas no han dejado de ser “más de lo mismo”.
A partir del 18 de julio de 1991, cuando en la turística ciudad de Guadalajara, México, se inauguró la I Cumbre Iberoamericana, bajo el lema de “El Fuego Nuevo”, 21 años después son muchas las exposiciones, mucho más los viajes emprendidos, miles de millas de vuelos recorridas, incalculables las botellas de buen vino descorchadas, toneladas de excelente comida gourmet servida, y tampoco nunca se sabrá del derroche de recursos en cuanto a brindar seguridad a los dignatarios participantes en las 22 cumbres que han tenido lugar hasta ahora.
De igual manera, cada evento de eso, que tiene lugar año tras año en un país distinto, el hecho de dislocar la acostumbrada cotidianidad de sociedades enteras, trastornando su sistema de tráfico, poner todo patas arriba, a la gente y las cosas en esos lugares, por el solo hecho de recibirlos en las ciudades escogidas, resueltos a “llevar soluciones” a los problemas regionales, y por qué no, con ínfulas de hacerlo para todo el mundo.
Hasta hay gobernantes en la región que en determinadas ocasiones todo indica “se han jartado” de acudir a esas cumbres, y declinan su participación en una figura de segundo orden, como el vicepresidente, o en su defecto el canciller.
Demasiadas han sido las promesas hechas por gobernantes de turno que han ido y venido en el acontecer de sus respectivas naciones. Aparejado con toda esa verborrea que se ha gastado, también hay que incluir la erogación de millones y millones de dólares en gastos superfluos para que esos eventos se celebren por todo lo alto, y con toda la majestuosidad que se le confiere.
Pero en todo ese trayecto de tiempo, qué de positivo para la sociedad latinoamericana y española han tenido esas cumbres, que en algunas oportunidades, por no decir en casi todas, han resaltado más por casos anecdóticos que han ocurrido en medio de los debates que por los resultados y conclusiones. Debemos remontarnos a la cumbre celebrada en el 2007 en Santiago de Chile, cuando el mundo estuvo más atento al incidente escenificado entre tres presidentes participantes y una frase dicha por el Rey de España. Tal como lo explica Wikipedia en su página relativa a la celebración de la XVII Cumbre Iberoamericana: “Los enfrentamientos entre los jefes de Estado de Venezuela, Nicaragua y España, sobre todo el ¿Por qué no te callas? De Juan Carlos I de España a Hugo Chávez, y el conflicto entre Argentina y Uruguay por plantas de celulosa, fueron los principales incidentes en el evento resaltados por la prensa mundial”. Esos dos incidentes tuvieron mucho mayor repercusión en el mundo, en lo relativo a ese evento, que los compromisos asumidos por los jefes de Estado y de Gobiernos participantes, que se comprometieron “a cumplir antes del 2015 las Metas del Milenio.
También se declaró el 2008 como el ‘Año Iberoamericano contra todas las formas de Discriminación”. El “por qué no te callas” que le expectó El Rey Juan Carlos a Hugo Chávez se convirtió en esos momentos en un producto que perduró por semanas en prácticamente todos los medios informativos a nivel global que el hecho de que en las conclusiones de la cumbre se anunciara la creación de un Fondo de Agua, cuyo objetivo era llevar agua potable a 58 millones de personas que para entonces no tenían acceso a ese servicio en Iberoamérica. ¿Qué les parece? Títulos extravagantes en esas cumbres los ha habido de sobra.
En los 21 años que distan desde Guadalajara hasta Cádiz, pasando por Bávaro, cuando se celebró en 2002 en República Dominicana, el mundo latinoamericano e ibérico ha tenido que soportar esos encuentros, que nos saturen por los tantos títulos y que, en fin de cuenta, muy poco aportan en lo que tiene que ver con el desarrollo y el devenir histórico de nuestras sociedades.
Y para muestra de lo que decimos, he aquí los temas y títulos con que han sido bautizadas las distintas cumbres:
Creación de nuevos instrumentos operativos que permitan la cultura de cooperación.
Un programa para el desarrollo, con énfasis en el desarrollo social;
Comercio e Integración como Elementos del desarrollo Iberoamericano;
La educación como factor esencial del desarrollo económico y social;
Gobernabilidad para una democracia eficiente y participativa.
También, Los valores éticos de la Democracia;
Los Desafíos de la Globalización y la Integración Regional;
Iberoamérica y la situación financiera internacional en una economía globalizada;
Infancia y adolescencia: un nuevo proyecto para un nuevo siglo;
Gobernanza y desarrollo en la sociedad de conocimiento;
Iberoamérica ante la crisis global;
Iberoamérica: Migraciones, Un desafío global. Desarrollo e inclusión social;
Juventud y Desarrollo;
Innovación y Tecnología;
Educación para la Inclusión Social;
Transformación del Estado y Desarrollo;
Una relación renovada en el bicentenario de la Constitución de Cádiz.
Dadas las situaciones que padecen nuestros pueblos, de todo ese juego de palabras, que tan bien pueden sonar cuando son expresadas por gente de destilada sapiencia, podemos decir que desde el río Bravo hasta la Patagonia, y siguiendo por la península Ibérica, en Europa, lo que la gente llana y sencilla padece hoy día es una muestra palpable de que poco han podido hacer las cumbres iberoamericanas en los 21 años que llevan éstas a favor de nuestras sociedades.
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Humala: Reto de Perú y Ecuador es transformar crecimiento en bienestar
El presidente de la República, Ollanta Humala, destacó la importancia del Encuentro Presidencial y de la VI Reunión Binacional de Ministros, que se realizan en la ciudad ecuatoriana de Cuenca, donde se abordarán temas de la agenda bilateral.
"Quiero agradecer a Rafael (Correa, presidente de Ecuador) esta voluntad política y la hospitalidad con la que nos acogen en esta histórica ciudad de Cuenca. Nos sentimos como en nuestra casa. Este encuentro de dos hermanos cuyo objetivo es la paz y el desarrollo", remarcó.
"Hoy día es importante mantener este tipo de políticas cuando tenemos un entorno internacional bastante preocupante, por la crisis de la zona euro, por la situaciones que vive China y Estados Unidos, que son los grandes compradores de nuestros productos", añadió.
En tal sentido, el jefe de Estado apuntó que el reto de Perú y Ecuador es transformar el desarrollo económico de ambas naciones en bienestar para sus pueblos.
"Vemos el desarrollo que viene teniendo Ecuador, que es muy importante y que marca pauta en la región latinoamericana.
De igual manera, el Perú viene trabajando este crecimiento económico", refirió.
"Pero creo que el gran reto que tenemos ambos pueblos es transformar este crecimiento económico en desarrollo, en bienestar, en buen vivir.
Este desarrollo tenemos que trabajarlo escuchando a la gente de abajo. No solo pueden enarbolar el crecimiento económico la banca o los grupos económicos", sentenció.
Como se sabe, los mandatarios de Perú y Ecuador inician el Encuentro Presidencial y la VI Reunión Binacional de Ministros, en la ciudad ecuatoriana de Cuenca, donde abordarán temas de la agenda bilateral y evaluarán los avances de compromisos anteriores.
El encuentro se realiza en el centro de convenciones Jardines de San Joaquín, con la presencia de los integrantes de los equipos ministeriales de ambos países.
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La agricultura, factor que incide en el cambio climático
Ecuador contribuye en un 0.0001% de las emisiones a nivel mundial, su generación de gases tóxicos para el planeta en el sector agrícola se elevó en casi un 55 por ciento
QUITO, ECUADOR (23/NOV/2012).- La agricultura es el sector que más emisiones de gases de efecto invernadero genera en Ecuador, por encima del transporte, con un aumento de casi el 55 % entre 1990 y 2006, según un informe divulgado.
María Amparo Albán, una de sus autoras, lo atribuye a la tala de bosques para la expansión de cultivos y de pastos.
Para contrarrestar este efecto, la experta del Centro Ecuatoriano de Derecho Ambiental (CEDA), la organización sin fin de lucro que produjo el informe, pidió políticas para aumentar la productividad.
"Los rendimientos por hectárea tienen que ser más altos, si uno compara los rendimientos de Ecuador con el resto de países de la zona, en banano, palma, etcétera, son muy inferiores", dijo a Albán.
Con una baja productividad, la opción de los agricultores para cosechar más es una expansión de cultivos, explicó.
También señaló que muy pocos de los proyectos de fomento agrícola del Gobierno tienen un énfasis climático, por lo que pidió "conectar la agenda agrícola con el resto de discusión ambiental". Aunque Ecuador contribuye en un 0.0001 % de las emisiones a nivel mundial, dado que es pequeño y en vías de desarrollo, su generación de gases tóxicos para el planeta en el sector agrícola se elevó en casi un 55 % en tan solo 16 años y la tendencia se mantiene, según el informe.
María Victoria Chiriboga, directora nacional de Adaptación al Cambio Climático del Ministerio del Ambiente, consideró lógico que la agricultura sea el origen del mayor volumen de emisiones del país, dado que es su sector más importante tras el petrolero.
La agricultura aporta un 26 % del total del ingreso nacional, según el estudio.
Chiriboga también achaca el impacto del sector en las emisiones al uso de productos químicos en la industria bananera y florícola, por ejemplo, y a la importancia de la ganadería, que genera el gas metano.
La funcionaria explicó que los proyectos del Gobierno buscan asegurar la soberanía alimentaria de los pequeños productores con el fomento de la agroecología, es decir, un uso del suelo más respetuoso con el medio ambiente.
La meta del Gobierno en temas de mitigación del cambio climático es "tratar de reducir las emisiones pero sin afectar la producción", indicó.
Respecto a la deforestación, Chiriboga destacó los programas Socio Bosque y Socio Páramo, que dan un incentivo económico a los propietarios privados de tierra para que mantengan la vegetación original.
Según ella, los programas han logrado proteger un millón de hectáreas en el país.
El segundo sector que libera más gases perniciosos para la atmósfera en Ecuador es el transporte, según el informe, que lo atribuye a los subsidios que el Gobierno dedica al consumo de carburantes cada año.
El Ministerio de Finanzas presupuestó un gasto público de dos mil 867 millones de dólares en esos subsidios para este año.
"Esto genera una falta de interés por buscar y usar tecnologías y combustibles más limpios, ya que el desincentivo de precio es significativo en el mercado", afirma el documento.
Chiriboga señaló que es un tema "muy complejo políticamente" y destacó que el subsidio también tiene un impacto en los pobres, aunque quienes consumen más energía son las personas de mayor nivel adquisitivo.
En Ecuador, Venezuela y otros países de la región la subida del precio de los combustibles ha provocado en el pasado manifestaciones masivas, que en algunos casos han derrumbado a los gobiernos respectivos.
Los científicos estiman que el planeta es hoy en día 0.8 grados centígrados más caliente que en la época preindustrial, pero en Ecuador la subida ha sido de un grado centígrado en tan solo los últimos 50 años, según Chiriboga. En algunos lugares de la región andina ese alza llega a dos grados centígrados, lo que reduce, por ejemplo, el tamaño de sus glaciares.
Según el estudio de CEDA, un aumento adicional de un grado disminuiría la producción de cultivos como el banano y el cacao. También estima que la degradación de los suelos afectará en el 2050 al 29 % del territorio de Ecuador, frente al 14 % actual.
El informe recomienda al Gobierno que colabore más con el sector privado para responder al cambio climático, así como el desarrollo de indicadores para constatar el grado de cumplimiento de los objetivos.
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QUITO, ECUADOR (23/NOV/2012).- La agricultura es el sector que más emisiones de gases de efecto invernadero genera en Ecuador, por encima del transporte, con un aumento de casi el 55 % entre 1990 y 2006, según un informe divulgado.
María Amparo Albán, una de sus autoras, lo atribuye a la tala de bosques para la expansión de cultivos y de pastos.
Para contrarrestar este efecto, la experta del Centro Ecuatoriano de Derecho Ambiental (CEDA), la organización sin fin de lucro que produjo el informe, pidió políticas para aumentar la productividad.
"Los rendimientos por hectárea tienen que ser más altos, si uno compara los rendimientos de Ecuador con el resto de países de la zona, en banano, palma, etcétera, son muy inferiores", dijo a Albán.
Con una baja productividad, la opción de los agricultores para cosechar más es una expansión de cultivos, explicó.
También señaló que muy pocos de los proyectos de fomento agrícola del Gobierno tienen un énfasis climático, por lo que pidió "conectar la agenda agrícola con el resto de discusión ambiental". Aunque Ecuador contribuye en un 0.0001 % de las emisiones a nivel mundial, dado que es pequeño y en vías de desarrollo, su generación de gases tóxicos para el planeta en el sector agrícola se elevó en casi un 55 % en tan solo 16 años y la tendencia se mantiene, según el informe.
María Victoria Chiriboga, directora nacional de Adaptación al Cambio Climático del Ministerio del Ambiente, consideró lógico que la agricultura sea el origen del mayor volumen de emisiones del país, dado que es su sector más importante tras el petrolero.
La agricultura aporta un 26 % del total del ingreso nacional, según el estudio.
Chiriboga también achaca el impacto del sector en las emisiones al uso de productos químicos en la industria bananera y florícola, por ejemplo, y a la importancia de la ganadería, que genera el gas metano.
La funcionaria explicó que los proyectos del Gobierno buscan asegurar la soberanía alimentaria de los pequeños productores con el fomento de la agroecología, es decir, un uso del suelo más respetuoso con el medio ambiente.
La meta del Gobierno en temas de mitigación del cambio climático es "tratar de reducir las emisiones pero sin afectar la producción", indicó.
Respecto a la deforestación, Chiriboga destacó los programas Socio Bosque y Socio Páramo, que dan un incentivo económico a los propietarios privados de tierra para que mantengan la vegetación original.
Según ella, los programas han logrado proteger un millón de hectáreas en el país.
El segundo sector que libera más gases perniciosos para la atmósfera en Ecuador es el transporte, según el informe, que lo atribuye a los subsidios que el Gobierno dedica al consumo de carburantes cada año.
El Ministerio de Finanzas presupuestó un gasto público de dos mil 867 millones de dólares en esos subsidios para este año.
"Esto genera una falta de interés por buscar y usar tecnologías y combustibles más limpios, ya que el desincentivo de precio es significativo en el mercado", afirma el documento.
Chiriboga señaló que es un tema "muy complejo políticamente" y destacó que el subsidio también tiene un impacto en los pobres, aunque quienes consumen más energía son las personas de mayor nivel adquisitivo.
En Ecuador, Venezuela y otros países de la región la subida del precio de los combustibles ha provocado en el pasado manifestaciones masivas, que en algunos casos han derrumbado a los gobiernos respectivos.
Los científicos estiman que el planeta es hoy en día 0.8 grados centígrados más caliente que en la época preindustrial, pero en Ecuador la subida ha sido de un grado centígrado en tan solo los últimos 50 años, según Chiriboga. En algunos lugares de la región andina ese alza llega a dos grados centígrados, lo que reduce, por ejemplo, el tamaño de sus glaciares.
Según el estudio de CEDA, un aumento adicional de un grado disminuiría la producción de cultivos como el banano y el cacao. También estima que la degradación de los suelos afectará en el 2050 al 29 % del territorio de Ecuador, frente al 14 % actual.
El informe recomienda al Gobierno que colabore más con el sector privado para responder al cambio climático, así como el desarrollo de indicadores para constatar el grado de cumplimiento de los objetivos.
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jueves, 22 de noviembre de 2012
Las incógnitas sobre el cambio climático, rumbo a Doha
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El cambio climático ha vuelto a ser el centro de atención durante la convención de la ONU que ha tenido lugar a lo largo de la pasada semana en Bangkok.
Sin embargo, la ronda de conversaciones para avanzar hacia un pacto global de reducción de emisiones no ha resuelto las discrepancias entre los distintos países.
Cerca de 190 delegaciones de los países en desarrollo y de los más industrializados se han dado cita en Bangkok en una serie de conversaciones informales que servían de marco preparatorio para la próxima cumbre de la ONU que tendrá lugar en Doha, Catar, a finales de este año, entre el 26 de noviembre y el 7 de diciembre.
De esta forma, la cumbre perseguía lograr un acuerdo sobre la reducción de emisiones que los países en desarrollo ligan a garantías de financiación con la que afrontar los riesgos del calentamiento global, además de acercar posiciones sobre la extensión del Protocolo de Kyoto, que expira a finales de año, y su sustitución en 2015 por un nuevo acuerdo global sobre la reducción de gases de efecto invernadero que debe entrar en vigor en 2020.
Sin embargo, las diferencias entre los distintos países se han vuelto a poner de relieve en cuanto a nuevas cuotas de reducción de emisiones, lo que ya en mayo llevó al fracaso de la anterior ronda de negociaciones en Bonn, Alemania.
Incluso algunos de los países más industrializados no han aclarado aún si suscribirán la extensión de Kyoto. Asimismo, tampoco se han conseguido garantías de que las naciones con menos recursos recibirán ayuda económica para afrontar los riesgos del calentamiento global.
Actualmente la UE mantiene una cota de disminución del 20 % por debajo de los niveles de emisiones de 1990 En este contexto, la ONU realizó un intento de reconducir las negociaciones sobre el cambio climático, con lo que obtuvo en el último día un ligero acercamiento de posturas entre los países.
La secretaria ejecutiva de la Convención, Christiana Figueres, destacó el acuerdo para elaborar documentos de trabajo que guíen las negociaciones políticas sobre la extensión del Protocolo de Kyoto.
"El esfuerzo en Bangkok ha merecido la pena.
Los negociadores de los gobiernos avanzaron en cuestiones clave más de lo que muchos esperaban y levantaron las perspectivas sobre el éxito del próximo paso en Doha", afirmó.
El jefe de la delegación negociadora europea reiteró la intención de la UE de firmar la extensión del Protocolo de Kyoto, pero advirtió de que Bruselas mantendrá el objetivo de reducir en un 20 % las emisiones, a pesar de las presiones de países en desarrollo y de organizaciones no gubernamentales para que aumente esta cuota. Sin embargo, los países en desarrollo y las organizaciones no gubernamentales comprometidas con el medio ambiente, recriminaron a Bruselas su "poca ambición" para reducir las emisiones y criticaron además a Australia y Nueva Zelanda, que aún no han decidido si se adherirán al nuevo Kyoto.
Otros, como Canadá, Rusia y Japón anunciaron el año pasado su desvinculación de los nuevos compromisos vinculados a la extensión del llamado Kyoto 2.
Al igual que Estados Unidos y China, principales emisores, que no suscribieron el primer protocolo de Kyoto de 1997, y dijeron que no asumirán ningún límite legal a sus emisiones hasta 2020.
Continúan los problemas
Los escasos avances en aspectos claves siguen pendientes de una solución, lo que ha desencadenado diversas reacciones, como las declaraciones realizacas por la coordinadora del Movimiento Pacífico de la Deuda y el Desarrollo del Sur-Asia Pacífico, Lidy Nacpil, quien sostuvo que naciones ricas de la Unión Europea y Estados Unidos aún no se han comprometido en cuanto al futuro financiamiento de la lucha contra el calentamiento global, "negándose a asumir su responsabilidad".
Por otra parte, en la capital tailandesa la Unión Europea, de acuerdo con afirmaciones de su negociador, Arthur Runge-Metzger, prácticamente descartó cualquier posibilidad de ampliar sus objetivos de reducción de emisiones de CO2.
Otra de las cuestiones capitales en las negociaciones sobre el cambio climático es la exigencia, de los países en desarrollo a las naciones ricas, de ampliar la financiación de proyectos de lucha contra el calentamiento global en los países más vulnerables.
Reclamando que se les garanticen fondos una vez los países más ricos dejen de aportar los 10.000 millones de dólares vinculados al protocolo de Kyoto que expira este 2012.
Estos países, la mayoría africanos y estados insulares del Pacífico, temen que no se llegue a ningún acuerdo que cubra sus necesidades hasta 2020, año a partir del cual los países más desarrollados se han comprometido a aportar 100.000 millones de dólares anuales.
España se muestra escéptica
Por su parte, España cree complicado alcanzar un acuerdo ambicioso de recorte de gases.
"El 30 % está en las conclusiones del Consejo, es un compromiso que sigue en la mesa.
Lo complicado será que se cumplan las condiciones, es decir, que otros países asuman objetivos comparables", dijo la jefa de la delegación de la oficina de cambio climático del ministerio español de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
Fornells indicó que las reuniones informales de Bangkok son de carácter técnico, y aunque confirmó que se ha avanzado "bastante" en el texto del segundo periodo de compromiso del Protocolo de Kioto, aseguró que "las cosas se pondrán mas tensas en Doha”.
El cambio climático ha vuelto a ser el centro de atención durante la convención de la ONU que ha tenido lugar a lo largo de la pasada semana en Bangkok.
Sin embargo, la ronda de conversaciones para avanzar hacia un pacto global de reducción de emisiones no ha resuelto las discrepancias entre los distintos países.
Cerca de 190 delegaciones de los países en desarrollo y de los más industrializados se han dado cita en Bangkok en una serie de conversaciones informales que servían de marco preparatorio para la próxima cumbre de la ONU que tendrá lugar en Doha, Catar, a finales de este año, entre el 26 de noviembre y el 7 de diciembre.
De esta forma, la cumbre perseguía lograr un acuerdo sobre la reducción de emisiones que los países en desarrollo ligan a garantías de financiación con la que afrontar los riesgos del calentamiento global, además de acercar posiciones sobre la extensión del Protocolo de Kyoto, que expira a finales de año, y su sustitución en 2015 por un nuevo acuerdo global sobre la reducción de gases de efecto invernadero que debe entrar en vigor en 2020.
Sin embargo, las diferencias entre los distintos países se han vuelto a poner de relieve en cuanto a nuevas cuotas de reducción de emisiones, lo que ya en mayo llevó al fracaso de la anterior ronda de negociaciones en Bonn, Alemania.
Incluso algunos de los países más industrializados no han aclarado aún si suscribirán la extensión de Kyoto. Asimismo, tampoco se han conseguido garantías de que las naciones con menos recursos recibirán ayuda económica para afrontar los riesgos del calentamiento global.
Actualmente la UE mantiene una cota de disminución del 20 % por debajo de los niveles de emisiones de 1990 En este contexto, la ONU realizó un intento de reconducir las negociaciones sobre el cambio climático, con lo que obtuvo en el último día un ligero acercamiento de posturas entre los países.
La secretaria ejecutiva de la Convención, Christiana Figueres, destacó el acuerdo para elaborar documentos de trabajo que guíen las negociaciones políticas sobre la extensión del Protocolo de Kyoto.
"El esfuerzo en Bangkok ha merecido la pena.
Los negociadores de los gobiernos avanzaron en cuestiones clave más de lo que muchos esperaban y levantaron las perspectivas sobre el éxito del próximo paso en Doha", afirmó.
El jefe de la delegación negociadora europea reiteró la intención de la UE de firmar la extensión del Protocolo de Kyoto, pero advirtió de que Bruselas mantendrá el objetivo de reducir en un 20 % las emisiones, a pesar de las presiones de países en desarrollo y de organizaciones no gubernamentales para que aumente esta cuota. Sin embargo, los países en desarrollo y las organizaciones no gubernamentales comprometidas con el medio ambiente, recriminaron a Bruselas su "poca ambición" para reducir las emisiones y criticaron además a Australia y Nueva Zelanda, que aún no han decidido si se adherirán al nuevo Kyoto.
Otros, como Canadá, Rusia y Japón anunciaron el año pasado su desvinculación de los nuevos compromisos vinculados a la extensión del llamado Kyoto 2.
Al igual que Estados Unidos y China, principales emisores, que no suscribieron el primer protocolo de Kyoto de 1997, y dijeron que no asumirán ningún límite legal a sus emisiones hasta 2020.
Continúan los problemas
Los escasos avances en aspectos claves siguen pendientes de una solución, lo que ha desencadenado diversas reacciones, como las declaraciones realizacas por la coordinadora del Movimiento Pacífico de la Deuda y el Desarrollo del Sur-Asia Pacífico, Lidy Nacpil, quien sostuvo que naciones ricas de la Unión Europea y Estados Unidos aún no se han comprometido en cuanto al futuro financiamiento de la lucha contra el calentamiento global, "negándose a asumir su responsabilidad".
Por otra parte, en la capital tailandesa la Unión Europea, de acuerdo con afirmaciones de su negociador, Arthur Runge-Metzger, prácticamente descartó cualquier posibilidad de ampliar sus objetivos de reducción de emisiones de CO2.
Otra de las cuestiones capitales en las negociaciones sobre el cambio climático es la exigencia, de los países en desarrollo a las naciones ricas, de ampliar la financiación de proyectos de lucha contra el calentamiento global en los países más vulnerables.
Reclamando que se les garanticen fondos una vez los países más ricos dejen de aportar los 10.000 millones de dólares vinculados al protocolo de Kyoto que expira este 2012.
Estos países, la mayoría africanos y estados insulares del Pacífico, temen que no se llegue a ningún acuerdo que cubra sus necesidades hasta 2020, año a partir del cual los países más desarrollados se han comprometido a aportar 100.000 millones de dólares anuales.
España se muestra escéptica
Por su parte, España cree complicado alcanzar un acuerdo ambicioso de recorte de gases.
"El 30 % está en las conclusiones del Consejo, es un compromiso que sigue en la mesa.
Lo complicado será que se cumplan las condiciones, es decir, que otros países asuman objetivos comparables", dijo la jefa de la delegación de la oficina de cambio climático del ministerio español de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
Fornells indicó que las reuniones informales de Bangkok son de carácter técnico, y aunque confirmó que se ha avanzado "bastante" en el texto del segundo periodo de compromiso del Protocolo de Kioto, aseguró que "las cosas se pondrán mas tensas en Doha”.
Doha, en Qatar, será sede de la siguiente cumbre climática de la ONU
La ONU anunció que la ciudad de Doha será la sede para la conferencia sobre cambio climático de 2012
La capital de Qatar recibirá en 2012 las delegaciones de negociación de la COP 18
La siguiente cumbre climática será celebrada en la ciudad de Doha, capital de Qatar, ubicada en la península arábiga, según lo dio a conocer este martes la ONU en la ciudad sudafricana de Durban.
Qatar y Corea del Sur buscaban ser la sede de la décimo octava Conferencia de las Partes (COP 18), que tendrá lugar del 26 de noviembre al 7 de diciembre de 2012, pero ahora las autoridades surcoreanas deberán organizar la reunión de ministros previa a la conferencia, denominada PRECOP, dijo la secretaria ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), Christina Figueres.
"Tanto Corea como Qatar hicieron propuestas hace dos años. Después de muchas consultas entre los países, la COP 18 será organizada por Qatar, y la PRECOP por Corea. Es un acuerdo en el que ganan todos y una muestra de colaboración entre ambos países", aclaró Figueres.
Durante el anuncio de Figueres, estuvieron presentes los representantes de ambos países: el director de la Oficina de Organización de Conferencias Internacionales de Qatar, Youssef Khalifa Al-Sada, y el embajador surcoreano para Cambio Climático, Son Sung-Hwan.
"Sabemos que aunque parezca imposible, siempre hay solución", afirmó Nkoana-Mashabane, que animó a las delegaciones presentes en Durban a seguir este ejemplo, ya que, "por muy difícil que parezcan las negociaciones, todo se puede conseguir".
También estuvo en la rueda de prensa la canciller mexicana, Patricia Espinosa, organizadora de la edición del año pasado en Cancún, quien destacó que "si trabajamos en esta COP 17 con este mismo nivel de compromisos, podremos llegar a acuerdos".
La COP 17 comenzó este lunes en Durban y se celebrará hasta el 9 de diciembre.
FUENTE
La capital de Qatar recibirá en 2012 las delegaciones de negociación de la COP 18
La siguiente cumbre climática será celebrada en la ciudad de Doha, capital de Qatar, ubicada en la península arábiga, según lo dio a conocer este martes la ONU en la ciudad sudafricana de Durban.
Qatar y Corea del Sur buscaban ser la sede de la décimo octava Conferencia de las Partes (COP 18), que tendrá lugar del 26 de noviembre al 7 de diciembre de 2012, pero ahora las autoridades surcoreanas deberán organizar la reunión de ministros previa a la conferencia, denominada PRECOP, dijo la secretaria ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), Christina Figueres.
"Tanto Corea como Qatar hicieron propuestas hace dos años. Después de muchas consultas entre los países, la COP 18 será organizada por Qatar, y la PRECOP por Corea. Es un acuerdo en el que ganan todos y una muestra de colaboración entre ambos países", aclaró Figueres.
Durante el anuncio de Figueres, estuvieron presentes los representantes de ambos países: el director de la Oficina de Organización de Conferencias Internacionales de Qatar, Youssef Khalifa Al-Sada, y el embajador surcoreano para Cambio Climático, Son Sung-Hwan.
La ministra sudafricana de Exteriores y presidenta de la COP 17, Maite Nkoana-Mashabane, felicitó a ambos países y destacó su capacidad para llegar al acuerdo que les permitirá compartir responsabilidades en la organización de la próxima cumbre.
También estuvo en la rueda de prensa la canciller mexicana, Patricia Espinosa, organizadora de la edición del año pasado en Cancún, quien destacó que "si trabajamos en esta COP 17 con este mismo nivel de compromisos, podremos llegar a acuerdos".
La COP 17 comenzó este lunes en Durban y se celebrará hasta el 9 de diciembre.
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miércoles, 21 de noviembre de 2012
Bogotá acogerá mañana la cumbre de las ciudades contra el cambio climático
Los representantes de una treintena de urbes latinoamericanas y del Caribe se reunirán a partir de mañana en Bogotá en la Cumbre de las Ciudades y Cambio Climático, que aspira a convertirse en un laboratorio de políticas y estrategias comunes contra el calentamiento global.
Ver vídeo: Alcalde de Bogotá inaugura Cumbre de Ciudades y alerta sobre cambio climático
En este encuentro, que se celebrará entre los días 19 y 22 de noviembre, participarán entre otros los gobiernos locales de las capitales de Buenos Aires, Lima, Quito, Río de Janeiro, Asunción, Caracas, Montevideo y Ciudad de México, que será la invitada de honor.
Éstas, entre otras medidas, le han permitido reducir durante su gestión "unos 7 millones de toneladas de bióxido de carbono equivalente, superando la meta planteada en un 10,2 por ciento", indicó.
Además de mandatarios locales, la cumbre acogerá a expertos europeos y africanos, así como conferenciantes de al menos doce países del mundo que liderarán la discusión sobre el impacto del cambio climático en las ciudades de América Latina y el Caribe.
Entre ellos se encuentra la secretaria de Medio Ambiente de México, Marta Delgado; el vicealcalde de Río de Janeiro, Carlos Alberto Muñiz,
y el subsecretario de Ambiente de la ciudad argentina de Rosario, Ricardo Bertollino.
El objetivo es crear un espacio para que los políticos y técnicos de la región discutan sobre medidas para combatir esos efectos y, además, ratificar el Pacto Climático Latinoamericano que suscribieron en 2009 en Ciudad de México.
Y es que otra de las metas de este encuentro es constituir la "Red de Ciudades Sudamericanas" como un foro de diálogo que potencie la integración de las autoridades locales de la región en la línea de trabajo de la llamada cooperación Sur-Sur, para definir así agendas y metas comunes que conduzcan además al desarrollo.
Los encargados de la organización de esta cita son, además de la Alcaldía de Bogotá, la embajada de Francia en Colombia y la Agencia Francesa para el Desarrollo, ACF.
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lunes, 19 de noviembre de 2012
Para el Banco Mundial, el cambio climático es el desafío que enfrenta el desarrollo
El presidente del Banco Mundial manifestó su preocupación por el calentamiento global y afirmó que "el cambio climático es uno de los más grandes desafíos que enfrenta el desarrollo".
JimYong Kim, el presidente del organismo, se expresó de esta manera después de que se conociera un informe que anticipa una suba de 4 grados en la temperatura del planeta hacia finales de este siglo.
"El cambio climático es uno de los más grandes desafíos que enfrenta el desarrollo y necesitamos asumir la responsabilidad moral de actuar a favor de las futuras generaciones, especialmente a favor de los más pobres", expresó el titular del organismo multilateral.
La advertencia de JimYong Kim se conoció después de que el Banco Mundial publicara el estudio encargado al Potsdam InstituteforClimateImpactResearch (PIK), en el que el organismo científico afirmó que el mundo está camino a una suba de 4º hacia fines de este siglo.
"Los actuales acuerdos sobre emisiones de gas invernadero no van a reducir (el pronóstico)", detalló el informe. Además, el estudio anticipó que todas las regiones del mundo se verán afectadas, aunque "las zonas pobres van a sufrir más".
"Un mundo con cuatro grados más de temperatura puede y debe ser evitado", afirmó JimYong Kim en un comunicado.
"La falta de acción con respecto al cambio climático amenaza en convertir al mundo que le heredamos a nuestros hijos en un lugar muy diferente del que vivimos actualmente", enfatizó el funcionario.
De acuerdo al informe, un crecimiento de 4º grados en la temperatura del planeta conducirá a "cambios cataclísmicos" que incluyen olas de calor extremo, caída de los stocks mundiales de alimentos y un aumento en el nivel del mar que afectará a millones de personas.
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JimYong Kim, el presidente del organismo, se expresó de esta manera después de que se conociera un informe que anticipa una suba de 4 grados en la temperatura del planeta hacia finales de este siglo.
"El cambio climático es uno de los más grandes desafíos que enfrenta el desarrollo y necesitamos asumir la responsabilidad moral de actuar a favor de las futuras generaciones, especialmente a favor de los más pobres", expresó el titular del organismo multilateral.
La advertencia de JimYong Kim se conoció después de que el Banco Mundial publicara el estudio encargado al Potsdam InstituteforClimateImpactResearch (PIK), en el que el organismo científico afirmó que el mundo está camino a una suba de 4º hacia fines de este siglo.
"Los actuales acuerdos sobre emisiones de gas invernadero no van a reducir (el pronóstico)", detalló el informe. Además, el estudio anticipó que todas las regiones del mundo se verán afectadas, aunque "las zonas pobres van a sufrir más".
"Un mundo con cuatro grados más de temperatura puede y debe ser evitado", afirmó JimYong Kim en un comunicado.
"La falta de acción con respecto al cambio climático amenaza en convertir al mundo que le heredamos a nuestros hijos en un lugar muy diferente del que vivimos actualmente", enfatizó el funcionario.
De acuerdo al informe, un crecimiento de 4º grados en la temperatura del planeta conducirá a "cambios cataclísmicos" que incluyen olas de calor extremo, caída de los stocks mundiales de alimentos y un aumento en el nivel del mar que afectará a millones de personas.
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