En América Latina y el Caribe, se consideran varios momentos principales referidos a la Educación Ambiental, cuyas propuestas y documentos se han constituido en referentes para la Región:
1976 – Primera Reunión Regional de Expertos en Educación Ambiental (Bogotá, Colombia);
1976 -Taller Subregional de Educación Ambiental (Chosica, Perú);
1985 - Seminario Universidad y Medio Ambiente en América Latina y el Caribe UNESCO-PNUMA (Bogotá, Colombia), y los cuatro Congresos Iberoamericanos de Educación Ambiental:
I Congreso 1992, Jalisco, México;
II Congreso 1996, Guadalajara, México;
III Congreso 2000, Caracas, Venezuela;
IV Congreso 2003 La Habana, Cuba.
El V Congreso se realizará en el año 2005 en Brasil.
Así mismo, el documento Educación para un Futuro Sustentable en América Latina y el Caribe, propiciado por la OEA y la UNESCO, establece varios temas de debate y de apertura a nuevas visiones.
Este conjunto de avances se consolidan con la Resolución 57/254 de la Asamblea General de las Naciones Unidas y la aprobación por la UNESCO sobre el lanzamiento del Decenio de la Educación para el Desarrollo Sostenible 2005-2014, marco en el cual se espera potenciar las innovaciones en los sistemas educativos de la Región y del país.
Destacan también el Plan de América Latina y el Caribe de Educación Ambiental (PLACEA), aprobado por los Ministros de Ambiente de la Región en Panamá en el año 2003 y ratificado en Caracas en noviembre del 2005.
En este marco, los Ministerios de Educación y las Autoridades Ambientales de Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Perú y Venezuela, se reunieron en Lima en octubre del 2005, febrero del 2006 y Mayo del 2007 acordando poner en marcha el Plan Andino Amazónico de Comunicación y Educación Ambiental (PANACEA), como “una iniciativa de articulación de los países Andino – Amazónicos, en el tema de educación ambiental para el desarrollo sostenible en el marco del PLACEA.
A nivel nacional, uno de los compromisos trascendentes de los últimos tiempos en el Perú es sin duda el Acuerdo Nacional, producto de un proceso concertador entre los partidos políticos, las organizaciones de la sociedad civil y los gobernantes. En este acuerdo se definen políticas de Estado, entre ellas una referida al Desarrollo Humano y Gestión Ambiental, en la cual se precisa que el Estado se compromete a fomentar una mayor conciencia ambiental y a promover la educación y la investigación ambiental, así como ratifica su compromiso de cumplir los tratados internacionales en materia de gestión ambiental (Décimo Novena Política de Estado).
En el Perú se ha aprobado y adoptado diversas convenciones y acuerdos internacionales relacionados con el tema ambiental en las que se contempla de formas diversas la necesidad de promover procesos educativos ambientales.
Entre ellas, la Convención para la protección de la flora, fauna y las bellezas escénicas naturales en los países de América (1942);
la Convención sobre los marismas de importancia internacional, RAMSAR (1975),
la Convención para la protección del patrimonio mundial, natural y cultural, UNESCO,1975),
la Convención sobre el Comercio internacional de especies amenazadas (CITES),
el Convenio para la conservación y ordenación de la vicuña (1982),
el Tratado de Cooperación para la Cuenca Amazónica (1980),
el Convenio de Viena sobre la Protección de la Capa de Ozono (1988),
y el Protocolo de Montreal (1989); entre otros como el Convenio sobre la Diversidad Biológica (1992), Cambio Climático (1992).
La necesidad de desarrollar procesos de educación ambiental está presente en la Convención Marco sobre Cambios Climáticos y el Convenio sobre Diversidad Biológica (ratificados ambos por Perú en 1993), así como en Leyes y normas importantes como la Ley 26839, sobre Conservación y aprovechamiento sostenible de la biodiversidad (1997) y su Reglamento (2001);
Ley de Áreas Naturales Protegidas (1997) y su Reglamento (2001); Estrategia Nacional de Diversidad Biológica (2001);
Ley Orgánica de Municipalidades (2003) y la Ley Orgánica de Gobiernos Regionales (2003).
A raíz de las actividades relacionadas con la convocatoria y realización en 1976 del Taller Subregional de Educación Ambiental con sede en Chosica, organizado por el Ministerio de Educación y la Oficina Regional de la UNESCO, el Perú logró un reconocimiento latinoamericano por sus propuestas e iniciativas de trabajo educativo ambiental.
A mediados de los años 80 se firmó un Acuerdo entre el Ministerio de Educación, la ONERN y la Asociación Peruana de Conservación APECO, orientado a promover procesos de educación ambiental a través de la Junta Permanente de Coordinación Educativa JUPCE.
En este marco se llevaron a cabo acciones educativas y de capacitación docente a lo largo de varios años. En esos años, algunas universidades y actores sociales, destacando entre ellos las ONG’s, inician su acción en educación ambiental.
También municipios en diferentes partes del país han ido incorporando la educación ambiental como herramienta para la gestión.
En los años 90 se llevaron a cabo experiencias conjuntas entre el Ministerio de Educación y el Ministerio de Agricultura, en el campo de la educación ecológica y rural andina, a través de proyectos financiados por la cooperación suiza (Proyecto Escuela, Ecología y Comunidad Campesina, Proyecto de Educación Ecológica en Formación Magisterial), que permitieron experimentar metodologías, elaborar y validar materiales didácticos y propuestas de acción que permitieron desarrollar aportes en el aspectos curricular en el Ministerio de Educación.
Entre los años 2002 y 2006, a partir de la firma del Convenio Marco de Educación Ambiental se da inicio al trabajo de la Red Nacional de Educación Ambiental (REA) y se logró la institucionalización de la Educación Ambiental en el Ministerio de Educación, donde la Dirección Nacional de Educación Comunitaria y Ambiental cuenta con un equipo responsable de desarrollar iniciativas orientadas a la promoción de la educación ambiental formal y sociocomunitaria, destacando la Movilización Social Escuelas, Seguras Limpias y Saludables como un marco nacional de promoción de la calidad educativa ambiental en las instituciones educativas.
Actualmente, el Ministerio de Educación cuenta con Diseños Curriculares Nacionales que dan norte a las acciones de transversalidad y de diversificación curricular en las instituciones educativas, así como con un
Plan Estratégico de Educación Ambiental 2005-2010 que orienta el desarrollo de ciudadanía ambiental organizada, la formación de redes ambientales con especialistas de educación ambiental, la gestión educativa ambiental y la construcción de
Agenda 21 a nivel local.
La Educación Ambiental como tema transversal
Manual para trabajar en la rogramación de aula
PRINCIPIOS DE LA POLÍTICA NACIONAL DE EDUCACIÓN AMBIENTAL
Los siguientes son
los 11 principios orientadores de la Política Nacional de Educación Ambiental:
Reconocimiento de la herencia histórico-cultural.
Identificación, sistematización y difusión de la diversidad natural y cultural de las regiones y localidades histórica, cultural y económicamente existentes, así como las prácticas y saberes locales heredados de las sociedades que ocuparon y organizaron el territorio.
Pertinencia Cultural.
Presencia, reconocimiento y valoración, en los contenidos y medios pedagógicos de la educación ambiental en sus distintas modalidades, de los diversos elementos naturales y culturales propios de las localidades y regiones donde ella se imparta.
Complementariedad ecológica y cultural
Consideración de las relaciones armoniosas de la diversidad geográfica, biológica y cultural del Perú, como orientadoras de la visión de futuro a nivel nacional, regional, local y comunal.
Inclusión democrática.
Participación incluyente del conjunto de los sectores sociales en el proceso de educación ambiental en todas sus etapas y espacios con criterios éticos, democráticos, participativos y de respeto mutuo, en un marco reflexivo y de acción constructiva en busca del mejoramiento de las relaciones economía-sociedad- naturaleza.
Ciudadanía ambiental responsable.
Formación de ciudadanos y ciudadanas ambientalmente consecuentes, participativos, conocedores de sus deberes y derechos ambientales, con una visión de consumo sostenible y de responsabilidad compartida, en los ámbitos local, regional, nacional y global.
Fomento del pensamiento crítico y constructivo
Promoción de investigaciones y enfoques sistémicos sobre situaciones complejas ambientales, de manera creativa e innovadora, propiciando el desarrollo de un pensamiento analítico, interdisciplinario, sistémico y pro-activo a través de métodos alternativos y propuestas pedagógicas que aporten a la solución de problemas y conflictos ambientales y a la construcción de nuevas formas, más equilibradas, de relación entre los seres humanos y la naturaleza.
Expansión de capacidades locales en materia ambiental.
Mejoramiento de las potencialidades existentes en los diversos grupos sociales a nivel regional y local, de modo que adquieran una mayor y mejor comprensión y compromiso sobre diversas situaciones ambientales existentes en sus respectivos ámbitos, de manera que puedan aportar a procesos de investigación y acción hacia el desarrollo sostenible.
Participación y concertación.
Creación de espacios y mecanismos concretos de participación y concertación orientados a los diversos grupos y sectores sociales, como vía educativa y de responsabilidad compartida ante los retos del mejoramiento ambiental y la sostenibilidad.
Orientación de los procesos a partir de lo local, lo regional y lo nacional.
Inserción de espacios dedicados a la educación ambiental en las políticas regionales y locales de carácter integral en todas las esferas de la actividad social, productiva, económica y cultural del país, propiciando un mejor conocimiento, mayor sensibilidad y alternativas intersectoriales para hacerle frente a los problemas ambientales y avanzar articuladamente hacia el desarrollo sostenible a nivel nacional.
Equidad de género, interétnica e intercultural.
Promoción de enfoques de trabajo orientados a lograr la inserción de las dimensiones de equidad de género e interculturalidad, y de equidad étnica e intergeneracional, como pautas articuladoras de los procesos de educación ambiental, a través de metodologías integradoras, realización de proyectos conjuntos, sistematización de experiencias y promoción de alternativas de pensamiento, investigación y acción colectivas.
Ética ambiental.
Recuperación, reconstrucción, creación y promoción de un conjunto básico de valores ambientales, como sustento indispensable de la educación ambiental, desde el punto de vista de su desarrollo conceptual y sus diversas aplicaciones en la práctica.